En este artículo, deseo contextualizar el pensamiento del filósofo Daniel Innerarity, con quien he tenido la oportunidad de entablar valiosos diálogos filosóficos, facilitados por su vínculo con la doctora Juana Goizueta Vértiz, vicerrectora del Campus de Gipuzkoa de la Universidad del País Vasco. La doctora Goizueta y yo también compartimos una estrecha relación académica, ya que estuvo al frente de la Red Latinoamericana de Másteres y Doctorados de dicha universidad en América Latina.

Innerarity es catedrático de Filosofía Política, investigador Ikerbasque en la Universidad del País Vasco, y titular de la Cátedra de Inteligencia Artificial y Democracia en el Instituto Universitario Europeo de Florencia. Está considerado uno de los más destacados filósofos contemporáneos del ámbito iberoamericano, junto a pensadores como Víctor Gómez Pin y Javier Echeverría. Su discurso filosófico se construye en la intersección entre la filosofía política, la democracia, el mundo digital y la inteligencia artificial. En 2005, la revista francesa Le Nouvel Observateur lo incluyó entre los 25 grandes pensadores vivos del mundo.

A lo largo de su trayectoria, ha recibido numerosos reconocimientos, entre ellos: el Premio de Humanidades, Artes, Cultura y Ciencias Sociales de Eusko Ikaskuntza–Caja Laboral, el Premio Príncipe de Viana de la Cultura, el Premio Internacional de Humanidades Eulalio Ferrer y el Premio Nacional de Investigación en Humanidades 2022.

Su más reciente obra, Una teoría crítica de la inteligencia artificial, ha sido galardonada con el Premio de Ensayo Eugenio Trías, auspiciado por el Centro de Estudios Filosóficos Eugenio Trías (CEFET/Universitat Pompeu Fabra) y la editorial Galaxia Gutenberg. Según el jurado, presidido por Victoria Camps, la obra ha sido reconocida por ser “una aportación original y solvente sobre una temática de rabiosa actualidad”, que evita posiciones “catastrofistas” y plantea “hasta qué punto la inteligencia artificial condiciona la democracia, la toma de decisiones políticas y la comunicación” (Periódico El País, 26 de noviembre de 2024).

Luego de varios encuentros virtuales, Innerarity aceptó mi invitación para visitar por primera vez la República Dominicana. Será conferencista en el acto inaugural del V Congreso Iberoamericano de Filosofía de la Ciencia y la Tecnología, cuyo lema es: "Inteligencias artificiales". Su conferencia lleva el título: “El nuevo contrato social entre los humanos y las máquinas”, de la cual haré un breve comentario, en dicho evento.

Desde hace varios años he trabajado en torno a su pensamiento político-filosófico y su visión sobre la inteligencia artificial, un tema que él abordó a profundidad mucho antes de que se convirtiera en una tendencia, con la irrupción de herramientas como ChatGPT.

Su enfoque sobre la relación entre IA, la democracia y la política se inscribe en la perspectiva filosófica que he construido en torno al cibermundo, entendido como una dimensión emergente y compleja, en la que convergen lo ontológico, lo social y lo político. Ontológicamente, el cibermundo constituye una nueva realidad híbrida, donde lo real y lo virtual coexisten y se entrelazan, transformando las categorías tradicionales del ser, del tiempo y del espacio, especialmente con la irrupción del ciberespacio (Merejo, 2007; 2015).

En este espacio, la inteligencia artificial no actúa solo como un dispositivo, sino como una entidad co-constitutiva del entorno, generando procesos autónomos de decisión, aprendizaje y creación que desafían la noción clásica de sujeto, y que se inscriben en lo que he conceptualizado como el sujeto cibernético en el cibermundo (2015).

El cibermundo reconfigura las formas de comunidad, identidad y comunicación, dando lugar a nuevas redes de poder cibernético, control virtual, vigilancia, subjetividad digital en la que se entretejen entramado de incertidumbre, azares, falta de control y manto de transido ante acontecimiento sociales, políticas que van acorde con la policrisis y la permacrisis epocal:

La policrisis es resultado de una globalización desequilibrada, que ha intensificado desigualdades sociales, económicas, políticas y culturales, al tiempo que ha provocado crisis ambientales, sanitarias, migratorias y de guerra y ciberguerra. En este marco, la inteligencia artificial ha transformado el entorno digital, facilitando el acceso a la información, la comunicación y el conocimiento, así como avances en áreas como la salud. No obstante, también ha generado nuevos riesgos, ciberamenazas y vulnerabilidades. En este contexto surge el concepto de permacrisis —elegido por el diccionario Collins como palabra del año 2022—, que describe un estado continuo e impredecible de inestabilidad, donde una crisis sucede a otra sin tiempo para la recuperación (Merejo, 2023, pp. 15–23).

Este panorama convulso está atravesado por la ciberpolítica como territorio de disputa, donde algoritmos, corporaciones tecnológicas y gobiernos compiten por el control de la información, de la atención, y por ejercer dominio no solo sobre el cuerpo, sino también sobre la mente.

Con la posible materialización de la computación cuántica, el poder cibernético de control adquiere aún mayor profundidad, al abrir posibilidades inéditas de generar, junto con la inteligencia artificial, un poder en el ámbito de la ciberseguridad que alcanza proporciones imperiales, hasta hace poco inimaginables.

Como columnista del periódico El País en 2021, Innerarity, en un artículo titulado "Inteligencia artificial y democracia", afirmó lo siguiente:

“Cuando hablamos de una inteligencia artificial centrada en el ser humano y democrática hay básicamente dos estrategias que permiten pensar en una reapropiación de los procesos automatizados de decisión: el diseño del ecosistema humanos-máquinas y la transparencia. En primer lugar, se trataría de diseñar la mejor presencia de los humanos en procesos caracterizados por una enorme complejidad, teniendo en cuenta que se trata de un equilibrio que incluye inevitablemente una cierta tensión: hemos de pensar ese ecosistema de modo que los humanos no quedemos subordinados (algo incompatible con nuestro ideal de autodeterminación) y al mismo tiempo debemos intervenir en las máquinas sin arruinar su performatividad”.

Su discurso filosófico político parte un enfoque de lo actual, que va acorde con lo que Michel Foucault, considera que es el papel del filósofo contemporáneo: un “filósofo del presente, filosofía de lo que ocurre” (Foucault, 1999, p. 152).

En esta misma línea, en su obra Política para perplejos (2018), Innerarity sostiene que vivimos en una época de incertidumbre, caracterizada por la perplejidad, a diferencia de otras épocas que parecían tener mayor claridad en cuanto a su rumbo histórico.

“En medio de estas turbulencias, no se trata de mejorar la eficacia de la política tradicional, ni siquiera de adaptarla a unas nuevas realidades, sino de entender cuál es la función que tenemos derecho a esperar de la política en un mundo diferente” (p. 146).

En La libertad democrática (2023), reflexiona sobre el mito de la fragilidad de la democracia. En ese análisis afirma que ““La democracia es resistente justo en la medida en que no depende demasiado de las personas que ocupen el poder, sino fundamentalmente de que el sistema institucional limite a esos gobernantes” (p. 27).

Así mismo, en Pandemocracia. Una filosofía de la crisis del coronavirus (2020), aborda los desafíos epistemológicos que reveló la pandemia del COVID-19, señalando que el problema fue antes epistémico que epidemiológico, por lo que “Los seres humanos nos vimos obligados a pensar de otra manera el mundo, cuando estábamos acostumbrados a concebirlo de un modo que ya no nos lo hace inteligible” (p. 41).

Por su parte, en su obra titulada La sociedad del desconocimiento (2023), advierte que la incertidumbre es constitutiva de la vida humana, forma parte de esta, tanto en “su dimensión personal como social”, a lo cual agrega que “Solo tenemos la certeza de que somos mortales, pero no sabemos cómo ni cuándo se verificará esa condición”, ya que “la vida nos depara sorpresas que la hacen interesante y peligrosa al mismo tiempo” (p. 18).

Daniel Innerarity y Andrés Merejo

En su más reciente artículo, publicado en El País (2025), Innerarity reflexiona sobre el carácter de la época actual:

“Si hubiera que definir con una idea nuclear en qué consiste el momento que estamos viviendo, qué podría definir esta época, yo diría que asistimos al final de las grandes convergencias. Ha terminado la era de los grandes avances sincronizados, cuando se suponía que tecnología, integración, comercio, paz, economía, democracia, igualdad discurrían al mismo tiempo, tirando uno de otro y en un cierto equilibrio” (párr. 2).

Afirma que hemos vuelto a un entorno de conflicto, desorden, inseguridad y contingencia, donde resurgen incluso hipótesis extremas como la posibilidad de una guerra. En el último párrafo del mismo artículo expresa:

“La esperanza es una expectativa en medio de la incertidumbre. Esperamos porque las cosas pueden mejorar y porque también el mal es frágil y perecedero. No es poca cosa poder saber que tampoco lo peor es irreversible” (2025).

Sin lugar a duda, contar con la participación de filósofos de la dimensión de Innerarity en la apertura del del V Congreso Iberoamericano de Filosofía de la Ciencia y la Tecnología, a celebrarse durante los días del 12 al 16 de mayo de este año, en la República Dominicana (Sede UASD) es una magnífica oportunidad para comprender las relaciones Humano-IA y aproximarnos a sus posibles predicciones.

A mediados de la década de los noventa del siglo XX, el filósofo Hilary Putnam, en su texto Cómo renovar la filosofía (1994), sitúa la idea de que las máquinas podrían simular la inteligencia humana. Sin embargo, con el tiempo critica esta visión, al reconocer que la mente humana no solo procesa información, sino que está profundamente arraigada en el cuerpo, las emociones y el contexto social, factores que las máquinas no poseen ni pueden experimentar.

En ese primer capítulo del texto de marras, titulado “El proyecto de la inteligencia artificial “(pp.31-51) Putnam, expresa que la inteligencia artificial solo puede imitar ciertos aspectos funcionales de la mente, pero no replicar su complejidad completa. La inteligencia humana es un fenómeno encarnado, situado y vivido, imposible de reproducir enteramente en una máquina sin cuerpo ni historia.

En su obra más reciente sobre inteligencia artificial, Innerarity (2025) plantea que el verdadero desafío no radica en que las máquinas piensen, sino en que logren comprender el sentido de las cosas, algo que va más allá del reconocimiento de patrones, ya que involucra aspectos ambiguos y complejos que sólo pueden interpretarse a través de la experiencia práctica y cualidades humanas como la empatía y la interacción con el mundo.

“La máquina no descubre nada para cuya revelación no estuviera, en cierto modo, preparada. El potencial de descubrimiento, sorpresa, imprevisibilidad es incomparablemente mayor en los humanos. Para que la máquina pudiera hacer descubrimientos significativos habría que, por así decirlo diseñarla para ello, lo cual es contradictorio (…) la exactitud de la matemática formal en un caso y la existencia humana corporalmente situada en el otro. En definitiva, lo que nos distingue de las maquinas no es la inteligencia sino la vida” (Innerarity, pp70-71).

Se ha de comprender que el ser humano está limitado por el tiempo, la finitud de la vida y la experiencia concreta del mundo. Esa finitud es, paradójicamente, lo que da sentido a nuestra imaginación, decisiones y creatividad. La inducción que parte de casos concretos surge en nosotros desde una vida vivida, no solo desde datos. Por eso, la inteligencia artificial, que carece de cuerpo, mortalidad y verdadera experiencia, enfrenta un límite fundamental: puede simular, pero no vivir.

Para quienes deseen profundizar en el pensamiento de Daniel Innerarity, recomiendo consultar los diálogos filosóficos que sostuve con él en octubre de 2024, publicados en el periódico digital Acento. Estos intercambios se encuentran disponibles más abajo, en los enlaces incluidos en la sección de cibergrafía.

 Referencias bibliográficas

Foucault, M. (1999). Estética, ética y hermenéutica (Vol. III). Paidós Básica.

Innerarity. (2025). Una teoría crítica de la inteligencia artificial. Galaxia Gutenberg.

Innerarity, D. (2024). La sociedad del desconocimiento (3.ª ed.). Galaxia Gutenberg.

Innerarity, D. (2023). La libertad democrática. Galaxia Gutenberg.

Innerarity, D. (2023). Pandemocracia. Una filosofía de la crisis del coronavirus. Galaxia Gutenberg.

Innerarity, D. (2018). Política para perplejos. Galaxia Gutenberg.

Merejo, A. (2015). La era del cibermundo. Editora Nacional.

Merejo, A. (2007). El ciberespacio de internet en República Dominicana (1995-2007). Ensayo filosófico, cibercultural y cibersocial. Búho.

Putnam, H. (1994), Cómo renovar la filosofía: Ediciones Cátedra, A:S

Cibergrafía

Innerarity, D. (2025). “Vuelve la historia”. https://elpais.com/opinion/2025-05-01/vuelve-la-historia.html. (30 de abr 2025)

EFE (2024). “Daniel Innerarity gana el premio de ensayo Eugenio Trías por un libro sobre la IA”: https://elpais.com/cultura/2024-11-26/daniel-innerarity-gana-el-premio-de-ensayo-eugenio-trias-por-un-libro-sobre-la-ia.html. (El País, Madrid – 26 Nov 2024.

Innerarity, D. (2021). “Inteligencia artificial y democracia”. https://elpais.com/opinion/2021-06-09/inteligencia-artificial-y-democracia.html.

Merejo, A (2024). “Diálogo filosófico con Daniel Innerarity” (I):        https://acento.com.do/cultura/dialogo-filosofico-con-daniel-innerarity-i-9404735.html.( 07/10/2024)

Merejo, A. (2024). “Diálogo filosófico con Daniel Innerarity” (II)        https://acento.com.do/cultura/andres-merejo-dialogo-filosofico-con-daniel-innerarity-2-4-9407240.html.( 13/10/2024).

Merejo, A. (2024). “Diálogo filosófico con Daniel Innerarity” (III):   https://acento.com.do/cultura/dialogo-filosofico-con-daniel-innerarity-iii-9410648.html. (20/10/2024)

Merejo, A. (2024). “Diálogo filosófico con Daniel Innerarity” (IV):                                            https://acento.com.do/cultura/dialogo-filosofico-con-daniel-innerarity-iv-9413863.html. (27/10/2024).

Merejo, A. (2023). “Filosofando desde la sombra: policrisis y permacrisis”:  https://labarcadeteseo.org/index.php/revista/article/view/1/18. La Barca de Teseo, 1(1), 15-23. https://doi.org/10.61780/bdet.v1i1.1.

Andrés Merejo

Filósofo

PhD en Filosofía. Especialista en Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS). Miembro de Número de la Academia de Ciencias de la República Dominicana. Premio Nacional de ensayo científico (2014). Profesor del Año de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).. En 2015, fue designado Embajador Literario en el Día del Desfile Dominicano, de la ciudad de Nueva York. Autor de varias obras: La vida Americana en el siglo XXI (1998), Cuentos en NY (2002), Conversaciones en el Lago (2005), El ciberespacio en la Internet en la República Dominicana (2007), Hackers y Filosofía de la ciberpolítica (2012). La era del cibermundo (2015). La dominicanidad transida: entre lo real y virtual (2017). Filosofía para tiempos transidos y cibernéticos (2023). Cibermundo transido: Enredo gris de pospandemia, guerra y ciberguerra (2023). Fundador del Instituto Dominicano de Investigación de la Ciberesfera (INDOIC). Director del Observatorio de las Humanidades Digitales de la UASD (2015). Miembro de la Sociedad Dominicana de Inteligencia Artificial (SODIA). Director de fomento y difusión de la Ciencia y la Tecnología, del Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología (MESCyT).

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