Instantes del teatro. Más allá de la representación (XVIII)

Luz y sombra. El silencio de la imagen. Un gesto único e irrepetible y entonces, el lente captura ese instante que irremediablemente morirá. Encapsular con lucidez visual el efímero momento. Ahí entra el rol de la fotografía en el teatro, para recordarnos aquellos acontecimientos que sucedieron y poder revivirlos fuera de ambas cámaras negras, tanto para la memoria personal, como para la colectiva.

Pero también está la fotografía para el gusto artístico. Una foto no necesariamente debe tener un valor histórico y trascendental. Su valor utilitario no solo radica en la información contenida, en quiénes aparecen en ella, en quién la tomó, o en su calidad técnica, su valor también está, como en el teatro, en la foto para el mero entretenimiento, para el disfrute y deleite estético visual. La foto por gusto. Porque es bella y punto.

En esta bonita foto, las actrices Cristela Gómez y Yamilé Schecker, esperan salir a escena para la obra “La ópera del orden” de la Compañía Nacional de Teatro, bajo la dirección de Elvira Taveras, marzo 2007. Posaron dramáticamente, con mirada irreverente. ¿Trascendental retrato? Qué importa. Disfruten la instantánea y punto.

Sujeta al ojo de quién y de cómo la mira, la fotografía puede también servir para refrescar la vista por simple gusto y revelarnos, más allá de la representación, otros instantes teatrales.