Entonces, entre libros y archivos, recordé una foto que me embelesó hace años del catálogo de la exposición fotográfica Cien veces Max. Max Pou: Cronista visual de una época. En esta magnífica fotografía del año 1975, dos grandes maestros se juntaron, don Iván y don Max. Uno retratado y el otro retratando. El legendario don Max Pou, maestro de la fotografía dominicana, captura al también legendario teatrista y maestro de las tablas, don Iván García Guerra, en la obra La ópera de los tres centavos. Momento irrepetible para el teatro, sin embargo, memorable en la fotografía.
Al contemplar esta imagen, me surgen algunas preguntas. ¿Cómo logró don Max retratar este momento? ¿Desde qué butaca del teatro la tomó? ¿Estaba sentado? ¿Qué cámara y con qué lente realizó tan maravillosa toma? ¿Velocidad de obturación, ISO, diafragma? ¿Fue en plena función o durante un ensayo? ¿Ese contra luz junto al cenital, que convenientemente ilumina al actor, fue adrede? ¿Foto posada o espontánea? De igual manera intriga la pose del actor, su gesto, la mano, su mirada ligeramente desviada, el pañuelo blanco, el bombín, incluso me pregunto: ¿qué parlamento decía don Iván justo en ese instante? Cualesquiera que sean las respuestas, es evidente que la magia del lente de Pou y la fuerza dramática de García, se fusionan fantásticamente en este otro instante fotográfico.
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