Nos ha dejado Antonio Isa Conde, la noche de este miércoles 12 de agosto, y con él se va una parte de los recuerdos, las andanzas, las esperanzas y afanes de lucha política por el empoderamiento de las posiciones democráticas, participativas, empresariales y progresistas de la sociedad dominicana y de quienes le conocimos y le admiramos.
Tony Isa Conde fue un luchador desde muy temprano contra la dictadura de Trujillo. Junto a su hermano Narciso se organizó rápidamente en el Partido Socialista Popular, y su madre Chelito y su padre Aris fueron ejemplos para ambos de la urgencia de construir una sociedad dominicana con libertad, con justicia, con prosperidad, educada y con amplio acceso a los bienes materiales y espirituales que le corresponde a cada persona.
Desde su juventud estuvo políticamente comprometido. Fue fundador de la Federación de Estudiantes Dominicanos, líder estudiantil, y como joven se integró a la revolución de abril de 1965, para restablecer el gobierno del profesor Juan Bosch, y para defender la soberanía nacional de la intervención militar de los Estados Unidos.
Fue parte del Comando B3, que comandaba el ingeniero Pedro Bonilla, y subcomandaba el poeta Jacques Viau. En ese comando estuvo Tony Isa, con Norge Botello, Manuel González (El Gallego) y Diómedes Mercedes. El día que un mortero cercenó las dos piernas del poeta Jacques Viau, Tony Isa fue salpicado por la sangre de su compañero.
Tony Isa nunca cesó en su empeño democrático. Fue fundador de Participación Ciudadana, y le tocó ser el primer Coordinador General de ese movimiento. Fue parte de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera, coordinó la capitalización de las empresas públicas, y le tocó ejercer como ministro de Energía y Minas.
Fue líder y encabezó varias de las empresas del grupo Najri, entre ellas Ferquido, Textiles Titán y Delta Comercial, que aún gestionaba al momento de su fallecimiento.
Queremos recordar a Tony Isa Conde como un gran colaborador de Acento. Aquí escribió sus columnas semanales durante varios años. Luego de la publicación de sus memorias, Relatos de la vida de un desmemoriado, inició una columna que la mantuvo activa mientras mantenía las fuerzas y la vitalidad para escribir.
Sus columnas eran meditadas y reflexionadas, y las remitía con tiempo, para estaba alerta siempre para agregar datos, hacer correcciones, y siempre tuvo la honestidad de cuidar al máximo cualquier afirmación que pudiera ser rebatida o refutada.
Tuvimos la oportunidad de entrevistarle en varias ocasiones. Una vez la entrevista fue sobre sus memorias, y en otra ocasión fue sobre su participación en la guerra de abril de 1965. Una tercera entrevista fue para obtener su punto de vista sobre por qué fracasó la izquierda dominicana en su proyecto de alcanzar en poder en la República Dominicana.
Tony nunca renegó de sus ideas progresistas. Era valiente, sincero y honesto con los empresarios y con los compañeros con quienes discutía su punto de vista sobre los avances democráticas. Siempre aspiraba un poco más.
La lista de artículos suyos publicados en Acento refleja las últimas preocupaciones que tuvo, incluyendo su rechazo a los influencers de las redes sociales y su interés por acribillar honras ajenas.
En su vida política y empresarial, Tony Isa Conde pudo combinar las dos condiciones contradictorias más difíciles de resolver: La de revolucionario, amante del cambio con justicia social, y la de empresario, empleador, necesitado de garantizar la rentabilidad de las empresas que dirigía. Lo hizo sin fallar a sus convicciones, y mantuvo siempre la coherencia y la honestidad.
Víctor Bautista, como periodista, amigo y asesor, le acompañó en el proyecto editor de sus memorias y en sus emprendimientos como funcionario del Estado, y como motivo de su fallecimiento escribió un mensaje agradecido de una amistad que enriqueció su identificación con este hombre extraordinario.
He aquí su mensaje sobre Tony Isa Conde, al que debemos unir la nota de Narciso Isa Conde, su hermano, sobre la partida de su adorado hermano del alma.
Mi querido @antonioisaconde te me fuiste con una sonrisa este martes 12 de agosto a las 8:04 de la noche. Una sonrisa de quien se sale con las suyas y lo entiendo porque, sobrado de coraje, el mismo que tuviste en la revolución del 65, cuando te salpicó la sangre de tu compañero de combate el poeta Jacques Viau Renaud, organizaste tu muerte, la decidiste conscientemente, satisfecho de una vida plena. Hablar contigo era como entrar a un gimnasio de pensamiento crítico, libre, sin miedo, aunque siempre respetuoso. Extrañaré mucho tu pregunta reiterada que me sonrojaba -“¿qué piensa el mago”- cuando yo revisaba algún escrito tuyo. La pregunta germinó en las reuniones con “los muchachos de Herrera”, en lluvias de ideas tumbagobierno que se convertían en grandes titulares. Tus exquisiteces árabes, con extensas conversaciones, los desayunos dominicales, un paseíto en tu viejo Jaguar, tus fotos captando atardeceres en Puerto Bahía, tu energía, tu prisa (escribiendo artículos por adelantado para @acentodiario) me harán mucha falta, pero me sobran motivos para recordarte con alegría siempre. Adiós, profesor.
Y el mensaje de Narciso:
En días recientes, ante de su partida, le escribí estas líneas:
QUERIDO HERMANO:
Sabes lo que te quiero. Nada nos ha separado en más de 80 años de existencia.
Estoy a tu lado y siempre te acompañaré.
Anhelo que sigamos así en este mundo.
Somos los dos únicos ISA CONDE del planeta, condenados al sublime placer de amarnos.
Deseo más que nunca tu recuperación con calidad de vida.
Todo mi ser y todo el cariño de LULÚ y de nuestra querida descendencia seguirán a tu lado.
Nos sentimos orgullosos/as de quererte hasta lo infinito.
Narso.
Ayer me llamó para despedirse y jamás olvidaré sus palabras finales: Narso, “te quiero mucho”,
Hoy supe que, rodeado de sus dos hijos, su hija, sus nietos, nietas y bisnietos, murió con una sonrisa en los labios.
Una muerte linda, después de una larga vida en la que la que primó la dignidad como ser humano y el amor por sus seres queridos.
Hoy abrazo hasta la eternidad nuestra hermosa hermandad y reitero que todo mi ser y todo el inmenso cariño de Lulú y de nuestros hijos y nietas y nieto, seguirán a su lado.
Tony: te quise mucho y te sigo queriendo.
Seguiremos siendo los hijos amados de Aris y de Chelito, hermanos inseparables de aquel Abril Glorioso, de sus héroes y heroínas inolvidables.
Hasta siempre, hermano del alma.
Narso
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