El presidente Luis Abinader lleva ya varias semanas entregando, cada lunes, resultados relacionados con la obra de gobierno que se inició en agosto del 2020, y que completa su quinto año este 16 de agosto de 2025.

Al mismo tiempo ha aprovechado la ocasión para tratar de construir un relato sobre un gobierno dinámico, oportuno, eficiente, que atiende las necesidades ciudadanas y que está con los ojos abiertos para resolver los temas, de cualquier naturaleza, que le presentan las comunidades y personas más pobres del país.

Ha dicho que a él no le gustan las celebraciones. Que puede calificarse como aburrido en ese sentido, pero que su mayor satisfacción, es decir, su celebración, es cuando entrega títulos de propiedad a familias necesitadas, cuando resuelve temas que han estado presente durante décadas y no han sido atendidos.

Es presidente lleva una lista de temas que atiende al detalles, y se auxilia de los ministros y directores que acuden a La Semanal, para dar solidez y aportar nuevos datos a los que ya ha ofrecido el presidente de la República.

Como político ya experimentado, el gobernante actual ha aprendido el arte de la destreza para no caer en "ganchos" con preguntas difíciles. Es breve en sus respuestas a temáticas que no están aún resueltas o que están en proceso de darse a conocer. No las anuncia. Reitera que esa rueda de prensa no es para abordar temas políticos, pero responde con dureza a la oposición, en sus críticas a la gestión gubernamental.

Ya se ha hecho costumbre que los líderes políticos aprovechan los fines de semana para atacar al gobierno. Leonel Fernández y Danilo Medina visitan comunidades fuera de Santo Domingo y lanzan duras críticas al gobierno. Dicen que todo anda mal, que el motor del gobierno está fundido, que la obra de gobierno no se ve porque es inexistente, y que el país anda manga por hombro porque el gobierno improvisa y carece de planes.

Ya está probado que las críticas de los fines de semana de los políticos es respondida los lunes por el presidente Abinader en La Semanal. No es la primera vez que el presidente manda a Leonel Fernández y a Danilo Medina a pedir información a la FAO o a las calificadoras de riesgo, sobre cómo marcha el país. Una crítica llega los fines de semana y esa crítica la responde Luis Abinader los lunes.

¿Nos quedaremos en esa dinámica política? ¿A eso se reduce la democracia dominicana, como sistema político para atender las necesidades del país?

Al presidente Luis Abinader le quedan tres años de ejercicio para concluir su último período. Es posible que se esté preparando para superar el círculo vicioso en que ha caído el debate político. Ojalá que sus asesores avancen en nuevas y atractivas iniciativas para ampliar la dinámica a la que se reduce la comunicación gubernamental. Esperemos las decisiones del presidente, que podrían desprenderse de su silencio sobre los cambios en el área de comunicación del gobierno.