Las periodistas Daniela Cruz Gil y Nicole Espejo, una en Santiago y la otra en Santo Domingo, acaba de concluir una serie de reportajes sobre la vida política y de hombre de Estado de José Augusto Vega Imbert, abogado, político, dirigente de las Águilas Cibaeñas y ex canciller de la República, quien tuvo a bien aceptar una propuesta de Acento para relatar los episodios más relevantes de su paso por la política y la función pública, precisamente en el período en que nace y se desarrolla la democracia dominicana, entre 1960 y 2004.
La historia que recogen los 22 reportajes publicados es digna de ser conocida, y los detalles explican bien muchos de los nudos con que se enfrentó el sistema político para su desarrollo y para convertir la institucionalidad en la cuestión central del Estado Dominicano.
Desde el golpe de Estado contra el profesor Juan Bosch, pasando por el Triunvirato, la guerra civil de 1965, la intervención militar de los Estados Unidos, la creencia norteamericana de que los comunistas instalarían otra Cuba en su patio trasero, las elecciones de junio de 1966 y la posición optimista de Juan Bosch, de haber perdido esas elecciones, el exilio de Bosch en Benidorm, España, y todos los esfuerzos de los perredistas para conseguir que el líder del PRD asumiera de nuevo un proceso electoral en 1970, son materia en estos reportajes y en las memorias del doctor José Augusto Vega Imbert.
Las triquiñuelas del doctor Balaguer para seducir opositores, sus ataques violentos para reducir a lo mínimo a sus adversarios, y la forma de presentarse como un hombre suave cuando deseaba conquistar ventajas y adhesiones, están aquí en esta historia, que recomendamos, y que se encuentran en un minisite de Acento.
Agradecemos la distinción del doctor Vega Imbert por aceptar que fuese este diario que publicara su historia. Los comentarios recibidos, por la objetividad que con se cuenta cada detalle, colocan esta serie en un sitial relevante, como para convertirse en el libro de Memorias de José Augusto.
De todos modos esa debe ser su decisión. José Augusto fue secretario de Relaciones Exteriores en el gobierno de Salvador Jorge Blanco, y realizó una gestión de grandes beneficios para el país, en una época convulsa y conflictiva. Lo que él cuenta queda como su visión y relato de los hechos en los que estuvo involucrada la República Dominicana con los países de la región y con los Estados Unidos.
José Augusto Vega Imbert es, todavía, un ciudadano con vitalidad, con una memoria prodigiosa, y con un archivo que merece ser valorado por los historiadores y por el Archivo General de la Nación. Está activo y se desplaza con frecuencia entre Santiago y Santo Domingo, en actividades personales y familiares, y hace honor, como siempre lo hizo, al caballero sincero, honesto, decente, comprometido con el país y con los mejores intereses de esta nación. Gracias a José Augusto por su decisión de contar esta parte de su historia.
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