Desde los años sesenta,  en el perfil de Plinio empezaron a mezclarse diversos rasgos de su personalidad: lo político, lo académico, lo profesional y lo militar.

Entre esos aspectos, el elemento militar ha sido dimensionado por la policía y divulgado en la opinión pública con intenciones aviesas. Durante los años de persecución siempre se pintó a Plinio como un forajido que andaba fuertemente armado.

Haber sido soldado es un clavito en los zapatos de Plinio que la policía ha usado como pretexto para todo tipo de expedientes en contra suya.

La manipulación del dato militar en contra de Plinio data desde que, en 1958,  se alistó al ejército;  entró en conflicto con sus superiores, fue encarcelado y expulsado de las filas castrenses.

Plinio nunca tuvo vocación militar. Se enganchó a la guardia por desorientación, equivocación y por estar mal aconsejado.

Por eso, haber sido militar es para Plinio un simple dato en su biografía. Dato que en 1973 la familia Matos Moquete entregaba a la prensa sin malicia, pero que el periodista tomaba como una revelación, el descubrimiento de una “nueva faceta de la vida del apresado”:

Antitrujillismo llevó salida Matos Moquete FAD

El doctor Plinio Matos Moquete perteneció al Ejército e hizo servicios en la Penitenciaría Nacional de La Victoria, y debido a sus ideas antitrujillistas fue sacado de las filas esa institución.

Esta nueva faceta de la vida del apresado dirigente del movimiento liberador 12 de enero, fue revelada ayer por Carmen y Estela Matos Moquete, hermanas de Plinio, que fueron entrevistadas ayer en el programa “Circuito Cerrado”, de Radio Cristal” ”( Por Antonio Espinal, El Nacional,5 de noviembre de 1973).

Utilizando el antecedente militar, la policía ha considerado a Plinio y así, intencionalmente lo ha promovido, no como un izquierdista teórico y aficionado a la revolución, incapaz de poner en peligro la seguridad del Estado, sino como un experto en armas, presto a batirse a tiros limpios con la tropa que lo perseguía.

Así se ha tejido la leyenda negra de que Plinio era, en los años de persecución,  no solo un hombre de armas tomar sino un violento y peligroso fugitivo armado hasta los dientes.

Ese cliché quedó reforzado con esta expresión recogida, sin más ni más,  en la prensa de la época, incluso, hoy : “El hombre a quien Claudio Caamaño quiso dejar el fusil con el que combatiera en las serranías de Ocoa…”

Sin embargo, Plinio nunca ha hecho alarde de haber pertenecido al ejército. No se considera veterano ni exhibe esa condición.

Plinio Matos Moquete

Mas en su vida es una peligrosa huella usada por la policía, como aparece este titular del Listín Diario de fecha tan lejana como 1964, cuando Plinio era profesor e inspector del liceo Juan Pablo Duarte:

“Libertan profesor implicado supuesto complot raso PN” (7 de junio de 1964).

En esa noticia se señala que la policía acusa a Plinio de un grave delito militar, como lo es complotar con miembros de la institución armada. Los elementos que se detallan en ese complot conllevan a penas muy severas, que en la ocasión no se ejecutaron, porque, aunque fue encarcelado,  en definitiva, la acusación carecía de fundamento.

1.Participar en un complot militar contra el gobierno : se le vinculó con un supuesto complot de rasos policiales:

“La policía señaló como implicado en el citado complot a los rasos Fausto Rafael Peña Rodríguez, Eligio Héctor Aldaño Padilla, Leoncio Publio Ramírez Rivas Hermenegildo Vélez Paulino y el sargente Gregorio de la Cruz Hernández.”

“También los civiles Sergio Suero, estudiante de electrónica y Enrique Antonio Gómez Lavandier, exagente policial.”

2.Participar en un movimiento contra el gobierno y las instituciones del Estado:

“Informó que se le acusó o complicó en “un movimiento tendiente a destruir el actual régimen de Gobierno y sus instituciones.”

3.Accion terrorista, en calidad de profesor en el plantel donde laboraba:

“Se le acusó, además, dijo, de preparar “una ola de agitación y terrorismo, en mi calidad de profesor en el plantel donde desarrollo mis actividades docentes”.

Esa vez, Plinio fue puesto en libertad mediante un recurso de Habeas Corpus interpuesto en la tercera Cámara Penal por los doctores Manuel Antonio Camino, Orlando Rodríguez y Salomón Morún Acta.

Aunque Plinio fue eximido de esos delitos, esa marca siguió gravitando en su vida en los años posteriores. Y, el dato militar, siguió siendo utilizado por el gobierno y la policía para implicarlo en un largo prontuario de delitos.

Con base en esa imagen, la mayoría de los hechos} que la policía achaca a Plinio se relacionan con las armas y refuerzan esa imagen.

No obstante, en el momento de su apresamiento, el 2 de noviembre de 1973, las informaciones que se conocen de ese hecho presentan otra imagen de Plinio muy contraria a la vocación armamentista y guerrerista que se le atribuía:

“Matos Moquete, el hombre más buscado por la policía en los últimos cuatro años, se escondió en el interior de un ropero (closet) de una de las habitaciones del departamento cuando notó que la policía había dado con su paradero. Pero no ejerció ningún tipo de violencia contra los agentes del orden ni éstos contra él.”

“De acuerdo a la versión ofrecida por un testigo de los hechos, Plinio fue sorprendido “asando batata” en el interior del apartamento 301, encima del restaurant Roxy, en el conde esquina Santomé.”

“Alguien comentó que Amaury German Aristy líder de los comandos de la Resistencia que cayó en la autopista de Las Américas el 12 de enero de 1972, pidió a Plinio que se uniera a su grupo para juntos evadir la persecución.

Pero Matos Moquete replico que no, señalando que, si en verdad German Aristy quería ayudarlo lo mejor que hacía era enviarle algunas armas, entre ellas una larga”( Por César Medina, “Se dice que abogado se guareció en closet”, Última Hora, 3 de noviembre de 1973).

En esa descripción de la situación de Plinio,  realizada por César Medina en el momento de su apresamiento, se destacan diversos elementos que desdicen el carácter violento y guerrerista que la policía promovió en contra de Plinio:

“se escondió en el interior de un ropero (closet) de una de las habitaciones”

“no ejerció ningún tipo de violencia contra los agentes del orden ni éstos contra él”

“Plinio fue sorprendido “asando batata”

Amaury “pidió a Plinio que se uniera a su grupo para juntos evadir la persecución.”

Pero Matos Moquete replico que no, señalando que, si en verdad German Aristy quería ayudarlo lo “mejor que hacía era enviarle algunas armas, entre ellas una larga.”

Esta última noticia presenta un perfil más hibrido, mixto, de Plinio. Cuando lo apresaron tenía en su poder armamentos, libros y utensilios necesarios:

“Al momento de ser capturado Matos Moquete tenía en su poder armamentos, libros y utensilios necesarios”(Última Hora, 9 de noviembre de 1973).

Sin embargo, debió aclararse en qué consistían los “armamentos” encontrados a Plinio.

En ninguna noticia de la época se habla de que a Plinio se le incautara un arsenal, como debería esperarse, si nos atenemos a la imagen que le forjó la policía.

En las condiciones en que se encontraba Plino poseía armas para su defensa poseía armas. Y eso es compatible con su perfil de fugitivo.

Fuera de esa situación, antes de esos acontecimientos y después, en la actualidad, la relación de Plinio con las armas es esporádica y distante.

Plinio es un militante político fogueado en las discusiones doctrinarias de la izquierda . Es un gladiador en la lucha ideológica de los años sesenta.

Plinio estudió Derecho porque le gustan las leyes. Él es un hombre amante de la palabra, del debate.

Fue lo que hizo durante años en los tribunales del país, donde ejercía la profesión de abogado en la especialidad del derecho penal.

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