Gracias a la diversificación del tradicional sol y playa, así como la estrategia de incluir diversos sectores para dinamizar el crecimiento turístico, la cocina dominicana se convierte en un punto de partida para atraer a nuevos visitantes ávidos de conocer la gastronomía.
Un ejemplo de esto es la gastronomía dominicana, cuyos platillos son atractivos para el 78 % de los turistas que llegaron en julio del 2025 al país. De estos, el 84 % consumió comida local y para el 67 %, superó sus experiencias gastronómicas.
Al desglosar los datos, el 37 % de los extranjeros no residentes que se hospedó en un hotel tradicional consumió comida fuera de su alojamiento, porcentaje que se duplica cuando se evalúan los turistas que pernoctaron en alojamientos privados (62 %).
El Ministerio de Turismo (Mitur) destacó que los elementos mejor valorados por los no residentes son calidad de servicio, ingredientes y calidad de alimentos.
De hecho, en abril del 2025, la Asociación Dominicana de Restaurantes (Aderes), inició la ejecución del plan de turismo gastronómico sostenible, que fue lanzado en noviembre del 2024, una estrategia para fortalecer su identidad culinaria y promover el uso de productos locales en los restaurantes. Este plan está proyectado a cinco años.
“La iniciativa se encuentra en fase de implementación y coordinación entre sectores, con la creación de comités de trabajo y la integración al plan nacional Meta 2036, impulsado por el presidente de la República”, aclaró el expresidente del gremio, Omar Cepeda.
El objetivo es que cada restaurante pueda ofrecer, sin importar su tipo o concepto, una sección o rincón dedicado a esta experiencia gastronómica nacional. Aunque el menú base de nueve tiempos ya ha sido definido, cada establecimiento podrá adaptarlo y reinterpretarlo según su estilo, siempre utilizando productos locales y destacando su origen regional.
“La idea es que los menús informen al comensal no solo del plato, sino también de la procedencia del ingrediente, como parte de una narrativa culinaria que conecta con la tierra, la producción local y las comunidades”, expresó Cepeda.
Y no es para menos. Las ventas del sector gastronómico en el país superan los RD$ 75,000 millones, mientras que las compras alcanzan RD$ 50,000 millones. A nivel global, este segmento puede aportar hasta US$ 150,000 millones, según la Asociación Mundial de Turismo Gastronómico.
Además, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) señaló que el gasto turístico de los viajeros internacionales alcanzó US$ 1.89 billones durante el 2024, de los cuales, el 30 % es destinado a la gastronomía. Es decir, US$ 57,000 millones.
Un estudio de Analytica (2022) destacó que el 72 % del gasto de los extranjeros no residentes se van en alojamiento, comidas y bebidas. O sea, si el gasto reportado por el Banco Central (BC) fue de US$ 139, US$ 100 fue por este renglón.
En el caso del dominicano no residente, destina el 57 % para este rubro de los US$ 84 diarios, mientras que el crucerista apenas el 9 % es para comidas y bebidas de su presupuesto de US$ 116.
Atraer el turismo gastronómico no es una iniciativa nueva ni ajena a los viajeros. Datos estimados por la Organización Mundial del Turismo (OMT) destacan que un 30 % del gasto turístico mundial se destina a la gastronomía. Pero los datos de la corporación Deloitte van más allá y señalan que el 85 % de los turistas considera la gastronomía al elegir un destino.
Mientras, la Asociación de Restaurantes de América estima que el 73 % de los visitantes considera la comida como un factor determinante al momento de elegir un destino.
Asimismo, en junio de este año, el senador por La Altagracia, Rafael Barón Duluc, depositó en el Senado un proyecto de ley para el fomento del turismo gastronómico en República Dominicana, con el propósito de reconocer y potenciar la gastronomía dominicana como parte esencial del desarrollo cultural, económico y turístico del país.
En agosto del 2025, Giancarlo Bonarelli, tras prestar juramento como presidente de Aderes, manifestó que el plan estratégico de su gestión estará centrado en la consolidación del turismo gastronómico.
El ejecutivo agregó que, entre los objetivos para estos dos años, está el elevar el estándar de la gastronomía nacional mediante la formación de chefs, cocineros y personal de servicio con competencias de clase mundial.
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