La degustación de platos típicos, conocer las manos detrás de la elaboración de platillos tradicionales, descubrir el proceso de cultivo de productos como el cacao, el casabe, el café y el plátano, hacen de República Dominicana un destino con potencial para el desarrollo del turismo gastronómico.

Si bien la "tierra del todo incluido" carece de estadísticas de cuál es el gasto de estos viajeros ansiosos de degustar de la gastronomía local, el Banco Central dominicano (BC) realiza estimaciones en cuanto al servicio ofrecido por los bares y restaurantes nacionales.

En 2023, el turista extranjero calificó en 49.5 % el servicio de comida como “excelente”, la categoría “muy bueno” tuvo una puntuación de 31.8 % y la opción de “bueno o aceptable” fue de 18.1 %. En tanto, en la calidad de comidas, 48.3 % fue “excelente” y 33.6 % “muy bueno”, lo que puede indicar el potencial gastronómico de Quisqueya.

El Ministerio de Turismo (Mitur), en su presentación de resultados de agosto del 2024, hizo estimaciones en las que destaca que el 80 % de los turistas que arribaron vía aérea disfrutaron de la gastronomía dominicana. Mientras, el 38 % de los hospedados en hoteles consumieron comida fuera del alojamiento. En ese mes, se contabilizaron 675,198 no residentes. 

Omar Cepeda, presidente de la Asociación Dominicana de Restaurantes (Aderes), reconoció que el sector de restaurantes deben trabajar en sentar las bases estadísticas para la toma de decisiones, aseguró que el plan que será lanzado en noviembre contempla la implementación de las estadísticas.

A nivel nacional, Cepeda destacó que el gremio ha ido construyendo un turismo gastronómico interno al atraer al dominicano residente que se traslade a degustar platos regionales. Señaló que “están trabajando fuertemente” con los turistas con un plan de turismo gastronómico sostenible, anunciado en enero del 2024, que se lanzará en noviembre de este año.

“Estamos promocionando el país como destino gastronómico de la mano de Mitur, agencias de viajes e incursionando al sector privado involucrado en el turismo”, dijo a ACENTO.

Y no es para menos, el 80 % de los turoperadores cree que las experiencias culinarias son uno de los elementos clave en la elección de los viajes por parte de sus clientes. Además, destaca que el gastroturista destina hasta 1,000 euros, conforme el estudio “Turismo Gastronómico 2018”, publicado por The Blueroom Project.

El BC aún no contabiliza a los turistas que llegan a República Dominicana por su oferta gastronómica, sino que resalta el 51.5 % por la calidad de las playas, 14.9 % hospitalidad, 11.6 % amigos y 5.7 % precios razonables. En menor cantidad, clima (7 %), trabajo (2.1 %), riqueza histórica (1.6 %), riqueza natural (1 %).

“Es evidente que somos un destino de sol y playa, pero aún más evidente que la gastronomía es un atractivo muy importante para el que viaja y tenemos que relucir ese potencial, o sea, ya tenemos la base culinaria, tenemos la cocina y el talento… (ahora) tenemos que darlo a conocer”, explicó.

La vicepresidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores), Aguie Lendor, afirmó que el sector “quiere seguir dando la oportunidad” a micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) que puedan participar e incursionar en la industria turística a través de la compra y venta de sus bienes y servicios.

Asonahores enumeró que de los US$ 2,500 millones destinados en compras durante el 2022, el  5 % o US$ 122 millones se derivó a compras agropecuarias. Esta dinamización, de acuerdo con Lendor, permite a los productores de agricultura familiar incursionar en el turismo y, a la vez, comercializar sus productos sostenibles y orgánicos. 

Lendor señaló que la implementación del programa “kilómetro cero”, en colaboración con La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), “está haciendo que se generen nuevos empleos y surjan nuevas oportunidades de ingresos para las mujeres agricultoras”.

Citó las regiones agropecuarias de Jarabacoa y Constanza, que “además de estar formalizados, tienen ese vínculo directo y son suplidores con los grandes hoteleros, que deben tener calidad, cantidad y consistencia”.

Sostuvo que la idea es impulsar cada vez más la parte gastronómica de la mano de programas agropecuarios y de mipymes agrícolas lideradas por féminas, que agregarán valor al renglón de hoteles, bares y restaurantes que movilizó RD$ 14,838 millones, para una variación absoluta de RD$ 1,807 millones respecto al 2022, cuando los ingresos totalizaron RD$ 13,030 millones.

Gastronomía que demanda ser explotada

El turismo gastronómico es definido como los viajes de experiencias vinculados a la gastronomía, bebidas y actividades afines, según el Comité de Turismo y Competitividad. La Organización Mundial del Turismo (OMT) cita que la gastronomía influye en la elección del destino para pasar sus vacaciones.

La Asociación Dominicana de Restaurantes (Aderes) desde hace siete años ejecuta el proyecto Restaurant Week que destaca la gastronomía dominicana en las ciudades de Santiago, Santo Domingo y Punta Cana.

El presidente del gremio, Omar Cepeda, señaló que “debemos conocer lo nuestro, pero también afianzarnos como un destino turístico… estamos trabajando en que los restaurantes de nosotros sean reconocidos en esas grandes listas internacionales y sean referencias”.

De hecho, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) señaló que el gasto turístico de los viajeros internacionales se posicionará en US$ 1.89 billones durante este 2024, de los cuales, el 30 % es destinado a la gastronomía. Es decir, US$ 57,000 millones. 

Un estudio de Analytica (2022) destacó que el 72 % del gasto de los extranjeros no residentes se van en alojamiento, comidas y bebidas. O sea, si el gasto reportado por el BC fue de US$ 139, US$ 100 fue por este renglón. 

En el caso del dominicano no residente, destina el 57 % para este rubro de los US$ 84 diarios, mientras que el crucerista apenas el 9 % es para comidas y bebidas de su presupuesto de US$ 116.

El 0.6 % de los viajeros globales llegan a República Dominicana

David Llibre, presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores) destacó que el 0.6 % de los viajeros globales llegan a República Dominicana, donde solo en 2019 se registraron 1,464 millones de viajeros, convirtiéndose en un destino ubicado en el Caribe en la mira de ofrecer nuevas culturas y experiencias.

Pese a los 10 millones de visitantes contabilizados por el Ministerio de Turismo y el Banco Central dominicano en el año pasado, para Asonahores República Dominicana está dando pasos de bebé y aún debe diversificar su matriz turística.

A nivel general, el turismo aportó US$ 22,000 millones, de los cuales, US$ 11,171 millones fueron de manera inducida y US$ 3,327 millones de manera indirecta. En tanto, US$ 7,962 millones fueron compras de manera directa a partir de ventas de bienes y servicios.

“La oferta complementaria se hace diferente y tiene más peso en el sector turístico nacional, donde cada vez más nuestros turistas quieren conocer cosas nuevas y repiten un destino con más frecuencia, como los españoles que regresan cada año”, sostuvo.

Asimismo, expresó que la industria turística dominicana atrae inversión extranjera directa aportando US$ 3 de cada US$ 10 que se generan en divisas por la economía dominicana, “por lo que es uno de los principales responsables de mantener la estabilidad cambiaria de nuestro país”.

Probar una paella en España, unos chilaquiles frente al Zócalo mexicano, una hojaldra en Panamá o unos fideos en China hacen que los viajeros se movilicen desde su hogar a cientos y miles de kilómetros a degustar comida tradicional. 

A nivel global, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo de Perú señala que cada año el turismo gastronómico moviliza US$ 200 millones; mientras que la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (PromPerú) estableció que en 2023 unos 300,000 turistas extranjeros dijeron que entre sus motivaciones estaba probar la gastronomía peruana.

En Colombia, la Encuesta de visitantes internacionales del Ministerio de Turismo señala que el 27 % del egreso (US$ 1,474) de cada extranjero es destinado a la compra de alimentos y bebidas.

En 2022, de los 71.7 millones de turistas que visitaron España, más de 17 millones de turistas afirmaron haber realizado actividades enogastronómicas, lo que supone un 24 % del total de turistas. Asimismo, Buenos Aires, la capital de Argentina, acogió 2.7 millones de turistas por su cultural y gastronomía en 2018.

El interés por la gastronomía como un factor clave en la decisión de viaje es evidente, ya que un 80 % de los turoperadores consideran las experiencias culinarias fundamentales. Además, las iniciativas de la Asociación Dominicana de Restaurantes y el Ministerio de Turismo para promover la gastronomía nacional y fomentar la participación de mipymes en el sector son pasos significativos hacia un turismo sostenible y diversificado.

Sin embargo, para capitalizar este potencial, es crucial la recolección de datos y estadísticas sobre el gasto de los turistas en la gastronomía dominicana cuando se registran los 5,961,483 no residentes vía aérea entre enero-agosto del 2024.

De hecho, la riqueza de la gastronomía en las regiones dominicas es el resultado de la fusión del legado de las migraciones africanas, españolas y tainas que forjaron las tradiciones culturales y culinarias que caracterizan a República Dominicana, según la Academia Dominicana de Gastronomía.

El gremio desglosó que existen varias tendencias en la gastronomía dominicana, una de ellas es resaltar el uso de los ingredientes autóctonos, destacando los sabores de la isla. Actualmente, hay disponible una variada oferta de restaurantes en los que su menú brinda una temática local con varios platos inspirados en productos criollos.

“La gastronomía forma parte del patrimonio cultural dominicano y es, por ende, esencia del pueblo. Nuestros productos autóctonos gozan de reconocimiento mundial y son nuestros mejores embajadores en la proyección internacional de nuestra cultura gastronómica”, desglosa en la Guía Gastronómica Dominicana.

Esto permitirá una mejor toma de decisiones y un impulso más efectivo de las estrategias de promoción. Así, al fortalecer la visibilidad de la herencia culinaria, República Dominicana no solo podría diversificar su oferta turística, sino también contribuir al desarrollo económico local y a la sostenibilidad del sector.