El turismo gastronómico es hoy una de las principales motivaciones de los viajeros, y cada vez más turistas buscan experiencias auténticas. De hecho, la Asociación Mundial de Turismo Gastronómico estima que este segmento genera alrededor de US$ 150,000 millones cada año.
República Dominicana también apuesta por este segmento para diversificar la industria turística, que solo entre enero y marzo, movilizó 2,320,554 extranjeros no residentes. Según la Asociación Dominicana de Restaurantes (Aderes), las ventas del sector gastronómico en el país superan los RD$ 75,000 millones, mientras que las compras alcanzan RD$ 50,000 millones.
El presidente de Aderes, Omar Cepeda, informó que el país inició con la ejecución del plan de turismo gastronómico sostenible, que fue lanzado en noviembre del 2024, una estrategia para fortalecer su identidad culinaria y promover el uso de productos locales en los restaurantes. Este plan está proyectado a cinco años.
“La iniciativa se encuentra en fase de implementación y coordinación entre sectores, con la creación de comités de trabajo y la integración al plan nacional Meta 2036, impulsado por el presidente de la República”, aclaró el ejecutivo a ACENTO.
Resaltó que dentro del plan, se realizó una experiencia gastronómica de nueve tiempos junto al Basque Culinary Center, donde se elaboraron platos utilizando productos dominicanos como el chivo, la guinea, el lambí y la cigala.
Comentó que “esta experiencia fue diseñada como una fuente de inspiración para los restaurantes del país, además busca motivar a los chefs a crear platos de autor sin perder la esencia de la cocina dominicana”.
El objetivo es que cada restaurante pueda ofrecer, sin importar su tipo o concepto, una sección o rincón dedicado a esta experiencia gastronómica nacional. Aunque el menú base de nueve tiempos ya ha sido definido, cada establecimiento podrá adaptarlo y reinterpretarlo según su estilo, siempre utilizando productos locales y destacando su origen regional.
“La idea es que los menús informen al comensal no solo del plato, sino también de la procedencia del ingrediente, como parte de una narrativa culinaria que conecta con la tierra, la producción local y las comunidades”, expresó Cepeda.
Además de la oferta culinaria, el plan contempla acciones regionales que conectan con sectores como agricultura y ganadería. Se prevé el desarrollo de puntos de formación y comercialización en comunidades rurales, donde los productos locales puedan ser procesados, promovidos y vendidos por los propios productores, creando cadenas de valor sostenibles.
Aunque aún no se ha estimado cuántos restaurantes independientes (fuera de los hoteles) se sumarán al programa, Aderes aseguró que trabajarán a nivel regional y a través de canales estratégicos para facilitar la implementación y replicación del modelo en todo el país.
“República Dominicana no solo busca posicionarse como un destino de sol y playa, sino también como un referente del turismo gastronómico caribeño”, afirmó. Su pensamiento va acorde a estimaciones de las empresas American Express, Visa y Hilton, que destacan que el 81 % de los turistas les “entusiasma” probar la comida local, mientras que el 79 % demanda opciones gastronómicas completamente nuevas.
Además, el 80 % de los turoperadores cree que las experiencias culinarias son uno de los elementos clave en la elección de los viajes por parte de sus clientes. Además, el "gastroturista" destina más de 1,000 euros, según el estudio “Turismo Gastronómico 2018”, publicado por The Blueroom Project.
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