República Dominicana es uno de los países más visitado en América Latina y el Caribe por su oferta de playas de aguas cristalinas y arenas blancas y una diversidad de atractivos para todos los gustos de los extranjeros, que ya suman 4,514,093 no residentes entre enero-junio del 2025.

Aún así, la industria de ocio aún enfrenta retos más allá de su crecimiento en la llegada de turistas, construcción de nueva infraestructura y conectividad. Su crecimiento y permanencia en el tiempo también debe ir de la mano con la sostenibilidad, transformación hacia una economía circular y la protección al medio ambiente y recursos naturales.

Así lo indica la ONU Environment del 2019, que señala que 40 % de los residuos del país lo genera el turismo y “aún así es deficiente su gestión, particularmente en materia de reciclaje”.

Además, indica que el 43 % de la demanda total de energía se va a esta industria y un extranjero consume tres veces más agua que un dominicano, además de que es baja la calidad del agua, así como el tratamiento de aguas grises y negras, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

De acuerdo con el Environmental Performance Index, de la Universidad de Yale, el país está en los últimos lugares del mundo en preservación de servicios ecosistémicos. “Hay una pérdida importante de manglares que se debe, en buena medida, a la actividad turística sin planificación ni ordenamiento y con una alta concentración geográfica”.

Un estudio de la Fundación de Estudios Marinos (Fundemar) indican que la pérdida de ecosistemas como arrecifes de coral, los pastos marinos y los manglares se encuentran en un estado que demanda acciones concretas para preservar especies que están “seriamente amenazadas”.

Agregan que la pérdida de estos ecosistemas compromete la protección costera, la captura de carbono y el “atractivo paisajístico que impulsa el turismo”, una de las principales fuentes de ingresos del país.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indica que Quisqueya puede aumentar inversiones resilientes, así como adoptar buenas prácticas en gestión de residuos y proyectos de energías renovables y eficiencia energética en el sector turismo, en el informe Panorama de oportunidades de República Dominicana.

De hecho, el informe “Hoja de ruta para un sector hotelero bajo en carbono y con un uso eficiente de los recursos en República Dominicana”, ejemplifica que 42 hoteles redujeron en un 21 % el desperdicio de alimentos, lo que se tradujo en una ganancia de US$ 7 por cada US$ 1 invertido.

Karla Alcántara

Periodista. Abanderada por los viajes, postres y animales. Ha escrito sobre economía, turismo y cine. Ha cursado diplomados sobre periodismo económico impartido por el Banco Central, periodismo de investigación por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, finanzas por el Ministerio de Hacienda y turismo gastronómico por la Organización Internacional Italo-Dominicano.

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