A más de una década de promulgarse la Ley 108-10, el llamado séptimo arte en República Dominicana ha consolidado el estreno de más de 250 largometrajes, unos 25,000 empleos y tres acuerdo de coproducción con países de Iberoamérica.

La ministra de Cultura, Milagros Germán, afirmó que el cine es una industria en República Dominicana que movilizó RD$ 10,000 millones en 2023, y llevó a las salas a cuatro de cada 10 dominicanos. 

Comentó que es un sector en desarrollo, y “con sus diez años de legislación” ha entregado al país un Oso de Plata, por la dirección de Nelson Carlo de los Santos en el Festival Internacional de Cine de Berlín (Berlinale), Alemania, “uno de los premios más prestigiosos del mundo”.

No obstante, la titular de Cultura contó a Acento que las autoridades gubernamentales iniciaron a colocar un tope a los presupuestos de las películas y documentales acogidos a la Ley de Cine en RD$ 70 millones y RD$ 25 millones, respectivamente, para iniciar la revisión de la Ley de Cine, cuyo gasto tributario ha sumado RD$ 24,524 millones en los últimos 11 años.

“Estamos implementando una serie de medidas que sean menos agresivas para el Estado dominicano y para la recaudación fiscal, que sea más suave y que sean más llevaderas”, explicó.

Estas decisiones permitirán a las instituciones como Ministerio de Hacienda, Ministerio de Cultura y Dirección General de Impuestos Internos “poder fiscalizar y regularizar” aspectos de la legislación aprobada en 2010.

Además, permitirá dar seguimiento al proceso de un largometraje desde su rodaje hasta su exhibición, “toda película dominicana creada con la Ley de Cine debe ser exhibida en el país, y esto debe ser obligatoriedad”.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en su meta 11.4 exhorta a los países que redoblen los esfuerzos para proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo.

“Para ello es preciso impulsar el debate y la movilización social sobre la importancia de la cultura en el desarrollo económico y social de nuestros países y la rentabilidad de la inversión pública en el campo cultural”, señala.

A pesar de los beneficios evidentes que el cine ha traído a países como República Dominicana, la cultura a menudo es relegada en los presupuestos estatales.

“Es fundamental que tanto el Estado reconozca la cultura como una prioridad. Este llamado se extiende a la necesidad de fortalecer la inversión en la cultura y el cine, herramientas que no solo aportan valor, sino que también enriquecen el tejido social y la identidad nacional”, señaló la directora Violeta Lockhart.

De hecho, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) recomienda que el gasto en cultura sea el 1 % del presupuesto nacional de cada país, debido a que la economía creativa aporta el 3 % del producto interno bruto (PIB) mundial, generan US$ 2.25 billones y emplea 30 millones de personas. 

“Cabe destacar también que para el desarrollo del cine en cualquier país se necesitan leyes de incentivos”, recordó Claudia Saviñón, abogada especializada en entretenimiento, haciendo referencia a los marcos legislativos que ofrece la región de América Latina y el Caribe.

Colombia ofrece un descuento tributario de 35 % de los gastos, pero establecen un mínimo de US$ 475,000.  No obstante reportó ingresos de US$ 148 millones por concepto de venta de boletos, de acuerdo con Egeda Dominicana.

En México se fijó una tasa de exoneración del 16 % el impuesto al valor agregado (IVA), de las producciones extranjeras. Este cine, de acuerdo con Egeda Dominicana, movilizó US$ 800 millones en taquillas durante el 2023.

En la región se generaron ingresos de US$ 2,857 millones durante el año pasado, un incremento del 36 % comparado con los US$ 2,088 millones del 2022, debido a la asistencia de  664,804,482 cinéfilos.