Aferrarse a las cosas detenidas, es ausentarse un poco de la vida, la vida que es tan corta al parecer. Pablo Milanés.

Es una poética de un lenguaje lúdico y un universo onírico del pensar, profusamente adictivo a la esperanza del Ser, profundamente emotivo y rítmico como el merenguear del viento. Es que habitar la poética de César Sánchez Beras, es una forma de morirse y nacer en las palabras. Es soportarse en las briznas de cenizas de un diálogo envenenador del círculo concéntrico del tiempo difunto en los dos relojes de sol de la isla. En él, la palabra es un infierno donde arden con crueldad los personajes del escritor. Un cielo de fuego donde el poeta se vomita el dolor habitado en su alma como resoplar de humareda de insiencio.  En su poética está el don que la palabra impone, las palabras en él marcan el ritmo de cruzar el más largo y lodoso puente del amor escritural.

César en su nacer y hacer cultural y literario es oriundo de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, recordarlo en el quehacer de teatro callejero en el Movimiento Cultural Universitario (MCU). Buscarlo allí en medio del bullicio de las poesías coreadas en la explanada de la Facultad de Humanidades o para llevarla o devolverla a los barrios como diría Narcizaso, era encontrarlo arrodillado ante el altar del folclor nacional al cual ha aportado tanto su San Pedro de Macorís.

Cuando hace unos años abordamos el pensamiento teórico sobre poesía fenomenología dado el pensar de filosofía y poética de Chantal Maillard, en el hurgamiento de su texto La razón estética*1 propuesta pensada desde la fría Europa, yo en cambio pensaba en matizaciones un tanto más caribeñas para ponderar el alto talante de importantes y grandes escritores de este corredor de islotes salpicados de sal, espumas, olas y peces de colores.

Y bien me decía al respecto, puede ser esta una mirada más amplia y abarcadora y para que suceda así, deberíamos abordar el concepto de una Literatura de la fenomenología o literatura fenomenológica, (yo me quedo con el primer término), claro que no entendida desde la crudeza de E. Husserl, sino más bien vista desde esta propuesta estética de la académica y pensadora belga-española ya arriba mencionada.

CésarSB en su literatura ha surcado casi todos los géneros, si no todos y un poco más, su límpida poética lo hace poseedor de ganados galardones y lauros, tanto en el terruño como en el extranjero y por demás, dueño de varios libros publicados, tanto en el género de la novela, poesías, ensayos y el cuento.

Pero otros mundos desdibujan en él su riqueza escritural como es el caso de la décima en donde tiene un vasto territorio recorrido de manera triunfal y ni hablar de su hacer de la literatura infantil tanto en la poesía como en la narrativa para menores de edad, allí César Sánchez, es casi inalcanzable en su gran y abundante producción de textos, muchos de ellos premiados por lo que sin temor a dudas lo ha ido acercando hacer un postulante para ser Premio Nacional de Literatura, por lo que estamos seguro que cuando llegue hacerlo (si es que tiene la suerte), no será sorpresa dada la factura literaria que lo cobija, tanto en la isla como en el ultramar.

En este difícil campo literario de lo infanto-juvenil, ha demostrado una alta carga de sensibilidad humana, pero es un género en el que él logra a la perfección el manejo del sentido educativo en todas sus dimensiones. Por ejemplo, en uno de sus libros ¨La tía va a Contar la Historia¨ el cual es una pieza de teatro infantil, el autor surca en uno de los más amplio y doloroso episodio ideológico-político de nuestra historia republicana reciente, sin caer en el elemento panfletario. Veamos un trozo de uno de los actos…

¨Pero ahora, duerman niños

para que pueda su tía, escribirles a sus sobrinos

como si fuera leyenda, cómo tres niñas pudieron derrotar

a las tinieblas y volverse mariposas con alas inmensas,

para volar sobre el miedo hasta vencer a una Bestia¨.

 Como podemos leer esta es una acción escritural en el cual nuevos colores del decir se hacen verbo de resistencia y lucha permanente por la conservación de la memoria histórica de la nación. Sobre manera que todos saben que el escribir para la infancia es un acto delicado para cualquier autor. En cambio, en esta obra se mantiene ese sentido y olfato de delicado escribir para el universo infantil con genialidad y gracia que lo pondera cada uno de sus textos publicados en este ámbito.

En la misma la motivación al estudio, la educación de hogar, el conocimiento de la historia para que el olvido no sea sorpresa del futuro y están allí presentes de manera magistral y con un universo de diálogos cargados de una límpida intención de llovernos dentro y hacernos crecer el patriotismo que se nos torna árido en muchos instantes de nuestro transcurrir societal.

Estas, sin dudas son obras que convocan a los infantes hacer dioses del género, porque cada instante contado los arrastra por la concienciación del sentido de crear y educarse literariamente tal y como lo hace el autor con la destreza y la gracia de una pluma que engrandece el parnaso de la literatura dominicana.

No sé si decir, que en nuestro escritor César Sánchez hay una literatura comprometida, un escribir fundado en el sentir de conservar la memoria nacional, un contar historias por la preservación de la convivencia democrática. Al menos, si no es una literatura comprometida, él en su accionar de escribidor es un comprometido que nos narra, nos cuenta, que nos zarandea sobre trozos de episodios nacionales que son puntos álgidos del vivir democrático del cual disfrutamos en este presente siglo.

En la poesía

En su poética – la intertextualidad– aquel término del que se dice inventado por Julia Kristeva 2, en él se da a la perfección cuando en su cantar discurre en una búsqueda del pasado referente y el presente de un discurso que surca el andar antropológico que vive y muere en el barrio, en lo simple, en lo nimio y trivial de la gente que deambula por las calles.

Es significativo en su literatura ese discurrir enmascarado de dramaturgia que imprime una actuación actoral en su discurso poético, en su lenguaje narrativo por igual, CésarSB es una expresión que desanda en un ayuntamiento de propuestas estéticas en su literatura de gran carga educativa y es que Sánchez Beras, viene de ahí, de ese proponer de una poética callejera con las poesías coreadas en el centro de los sectores populares en los años difíciles y de compromiso ideológico.

Hoy, él se reinventa en un decir poético, amarrado a la caribeñidad desde una existencialidad transida. En su accionar literario él va cavando más y más en la hundidad de su discurso narrativo poético. En ese discurso del yo y del otro en el que navega el autoexilio, el morir haciendo la vida bajo el frío, tras el hielo en que se convierte su epidermis es norte, pero en su volcada alma es sur atrapado entre olas, sol, cocoteros y arena.

Veamos el trozo de este poema Delineando un vocablo

Escribirte como velero ardiendo

como si solamente quedara una palabra,

para decirlo todo, para contar el miedo,

cuando ya para el sueño no exista otra

mañana.

Cuando ya para el sueño no exista otra mañana

Escribirte este último presagio de la angustia…

Pero lo cierto es que en cualquiera de sus facetas C. Sánchez Beras, anda tras una poética atravesada de locura musical, hay en sus versos un don por el canto topado del juego de las imágenes y del derretir de las metáforas.

En la poesía de este poeta dominicano (miembro de la generación de los 80) hay una dulzura del corear de pájaros en el construir del verso, llegando con ello a una poesía que va descubriendo su autenticidad, es una poética fundante, tamizada de ese juego de palabras que ataja el despertar de la memoria en un ensamblaje de armonía rítmica, de esos colores musicales que son alcanzados por las composiciones literarias de CésarSB. De quien se puede decir es uno de los poetas con mayor musicalidad en su versal escritural.

Así como memoria tiene para su don de narrar, de declamar, de cantar los versos suyos y ajenos. Ahí pocos como él, gozador de su voz, su dominio escénico y su dominio del decir acorralan al más desconcertado de sus escuchas. Pero igual a los leyentes, porque esa musicalidad rítmica del poetizar la traslada con facilidad al texto con que confronta el lector cual tambor Congo hiriendo la madrugada desde Mata los Indios al África madre.

En este autor, es como si la idea del eterno retorno de F. Nietzsche 3, fuera el eterno alimento poético, él anda allí, en ese buscar donde ¨el tiempo no es lineal, sino circular¨ y portavoz de un universo onírico.

Es que él, ha bebido en la literatura de los griegos, en él, está la preocupación por lo moral, por la educación en valores, en su canto poético César Sánchez husmea en la preocupación de lo humano, la otredad es un domingo anunciando la buena venturanza de la semana. Por eso, el regresarse en su poética es una patente de preocupación societaria. Veamos lo que nos dice y como trata en su poema 3 (Pág. 3) del libro Travesía a la Quinta Estación.

¨ si no existen fantasmas

entonces ¿qué soy yo?

¿de quién son estas manos pudriéndose en la espera?

¿quién diagrama el crepúsculo que suda en mis adentro?

¿de quién son estas uñas?        

este rencor acuoso

¿a quién le pertenece la infamia de mi sangre?

Libérame en tu cáliz

yo soy el que regresa en el canto del agua.

…desmiénteme la voz

di que no soy el ojo de Ariosto que regresa

ni el falo de Abraham poblando las cavernas…

 Es que la poética de Sánchez Beras es un inhollado terreno literario lo que es en él una fortaleza que de seguro estremecerá a sus leyentes, este escritor va sumergido bajo una turbia atmósfera literaria que terminará en un toque de gris angustia. Veamos un trozo del poema 28 del mismo libro en la pág. 29.

Esta ciudad se muere

Bajo un balcón azul que cuelga de tus manos                           

Una música extraña desentierra los duendes

el otoño golpea

el rastro de las horas se pierde en la agonía

de un milagro que tiene las llaves de las sombras…

¿Qué ciudad se muere?

Al leer este autor significativo de la generación ochentista, igual da, en español o en inglés, puede ser en Boston, Santo Domingo o París como El Salvador. Porque a fin de cuentas lo que importa es que en el narrar poético de César Sánchez hay una literatura que se abisma y se dilata en el recodo del verbo.

Al trastear la poética de este autor hay una inmortalidad del verso, logrado con un alto grado de belleza, de derroche lírico, digamos que con una lucidez de elevación mística tocada de una armonía, musicalidad y clarividencia Poundiana. Porque, que era Ezra Pound si no, esa musicalidad y verbo, poesía profunda y fecunda… avistemos un ejemplo que nos trae el poema 27 del mismo libro en su pág. 28.

¨Dame el mar verde oscuro que se cuece en tus párpados cuando tu boca hechiza el ángel del regreso…

Dame el rastro del sueño

que corre en tu cintura

el rincón donde mueren los últimos presagios.

En su poética trasciende una alma melancolía, su corazón agujereado por el dolor. Su poesía es un cúmulo de extraña armonía y sonoridad evocadora de un espíritu lacerado por la soledad del viento frío de un norte sin sol, una armonía con la que logra una gran hondura estética que con el labrar de las palabras la convierte en una poemar perdurable dado que es un poeta desorbitado de ingenio que nos acosa desde una ritualidad rítmica tocada de caribe, merengue, atabales y sol.

Es que Sánchez Beras, busca hacer justicia poética desde el llover de sus versos de colores bajo la lluvia…

Definitivamente fundante. Cada poema en César Sánchez Beras es un dique que estalla en ruptura desbordante del profundo sentimiento  que lo recuerda y del hacer  memoria que lo destierra, CésarSB, es un poeta cuya agua filosófica va drenando, filtrando poco a poco desde el verso, y el parafrasear le va elevando a una búsqueda de lo esencialmente humano, sin importar que la carne zozobre bajo la lluvia porque la piel es linaje al salir el dios sol a secarse las manos en los versos de César Sánchez Beras en las amarillentas sabanas del Caribe que le vio nacer.

Bibliografía consultada

  • Maillard, Chantal. (1998) La razón estética. Barcelona: Laertes. España.
  • Kristeva, Julia (1969). Semiotiké. Recherches pour une sémanalyse. París: Seuil.
  • Heidegger, M. (1961). "Nietzsche".
  • Travesía a la Quinta Estación.

Luesmil Castor Paniagua

Poeta y ensayista

Luesmil Castor Paniagua. Profesor de la Escuela de Comunicación UASD. Ensayista, poeta y narrador.

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