La temporalidad y la melancolía, en la obra que hoy estudiamos, sirven de base poética y temática a esta obra.
"Poemas de amor, dolor y rebeldía", de Solangel Román, fue impreso en Amigo del Hogar. Santo Domingo, República Dominicana (2015), con diagramación y portada de Julissa Medina. Contiene 58 páginas. Tiene un prólogo, bajo la firma del poeta Mateo Morrison.
En su estructura organizativa, el libro consta de treintiséis (36) poemas breves, desde los cuales, la autora, procura comunicar su sentir y su mirada sobre la vida y sus desventuras.
Si nos ponemos a indagar en torno a la acción estética y poética de la mujer en la literatura dominicana contemporánea, podemos encontrarnos con una significativa relación de obras escritas por mujeres, y, a esa extensa lista, a partir de hoy, hay que tener en cuenta el trabajo de publicación y de promoción cultural literaria de esta creadora.
Hay un enfoque lírico y de cierto matiz de llanto, en estos poemas. Hay una angustia que se deja percibir y sentir en estos escritos.
El amor y el desamor, entran a formar parte de la relación temática que forma parte de la estructura y del comunicar poético, en esta obra.
Es sentible y perceptible, un determinado enfoque erótico que discurre en este decir estético. Veamos:
"Ansío tu presencia en mis sentidos,
convertir ese anhelo
en un mar de imprevisibles vibraciones.
Tocarte,
besarte,
absorberte en mi vientre.
Como animal en celo,
que se adentra hasta el cuerpo,
hasta el alma.
Enredado en mis sueños,
entre sentidos placeres".
(Poema "Anhelo", pág. 15, obra citada).
Más arriba, hacíamos notas como lo temporal, se convierte en eje temático, en esta obra. La autora asume la temporalidad como parte de su discursividad estética y es por eso que considera que "El tiempo, es un arroyo del torrente". (Ver poema titulado "Voz", pág. 16, obra citada).
El recuerdo o la memoria transita por los matices expresivos que perfilando la imagen estética de estos poemas, entre el desamor y la nostalgia.
Aquí lo espacial y el pasado, se unen para instaurar un discurso poético de melancolía. Veamos:
"Soy mi propio remero.
Ya no hay sueños que anhelar
y comienzo a mirar el pasado,
la nostalgia es mi forma de vida.
Un espacio,
un tiempo,
digo mi voz
y escapo del calor del día
y la ciudad se ha vuelto nocturna
y mi memoria,
es mejor a gotas".
(Ver poema titulado "Mi memoria navega contra corriente".
Hay aquí el confesionario de una mujer que se sabe entregada en un "inmenso y gris silencio". En esta confesión, la voz femenina se abre al viento para autodelatarse y exhibir sus sentimientos, lejos del silencio. Veamos:
"Mi sangre caliente,
me sumerge en bravías olas
de dolor
hierve por ti,
solo he sido tuya,
Inmenso y gris silencio
cubre mi cuerpo.
Cuántos sueños motilados.
Que fría e indiferente es la celda del dolor.
Cómo volar de nuevo,
sobre el iracundo mar,
si volar es imposible,
solo volé por ti".
(Ver poema "Noche gris", pág. 20, obra citada).
Es la nostalgia una expresión de la melancolía que recubre estos poemas, para darse ante nosotros, como un relicario de ilusión, ante el amor que se esfuma, entre ilusión y olvido.
Aquí la rebeldía asume bandera y elige sus linderos. Es posición manifiesta de quien, reconociendo su espacio, lo defiende con sentido de pertenencia.
El concepto de patria se expone, a partir de un ideal de conciencia razonada. No es un ideal, sino una realidad hecha horizonte identitario. Veamos:
"Patria, germen de conciencia. Dolorosa patria, destino asfixiado, lucha de libertad inconclusa, prolongada en el
corazón mismo,
como grito sofocado, de esperanza y libertad".
(Fragmento del poema titulado "Patria ", pág. 48, obra citada).
Aquí nos encontramos con una voz nostálgica. Leer estos poemas es asomarse a una voz lírica que procura, en vano, despojarse de la nostalgia.
Es este un canto íntimo, desde el fluye la exprés romántica y recelosa de una mujer que alza la mirada, para mirar sus propias huellas de amor, desde el interior de su alma, como una forma de ruptura con su espacio vital.
Estos son poemas de confesión de quien se niega al dolor, para proyectar su reclamo de mujer aguerrida…hilvanando tiempos de esperanzas.
El otro, es parte del mundo que circunda estos poemas. Hay aquí una voz nostálgica, repito, lírica y musical. La angustia que late en estos versos, no opaca el ritmo que fluye, desde la distribución de los versos que configuran la estructura estrófica de estos poemas.
Este libro de poemas de esta autora, desde ya, nos deja sobre el tiempo, su voz y su huella, como una manera de prefijar sobre la palabra, su canto, su aliento de vida, desde la palabra, desde la lengua, desde el poema.
Es esta obra, el testimonio abierto de quien procura dejar su eco, sobre la huella de su vivir. Es una confesión intimista, lírica y melancólica.
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