Juan Bosch fue electo en las elecciones libres del 20 de diciembre de 1962 y tomó posesión el 27 de febrero de 1963. Su Gobierno de siete meses fue un ejemplo de buena administración y democracia. Fue derrocado por un golpe de Estado y al intento del 24 de abril de 1965 de reponerlo en el poder siguió una invasión de miles de soldados de los Estados Unidos de América.
El primer presidente después de la dictadura (Trujillo 1930–1961) había sido Joaquín Balaguer, que dirigió la transición inicial en 1961 y ganó unas elecciones en 1966 para gobernar en su primera gestión de 1966 a 1978 con su Partido Reformista. Antonio Guzmán del PRD sucedió a Balaguer en 1978.
Balaguer dejó ejemplos de buena administración pública y grandes obras, pero sus seguidores políticos y su propio Partido Reformista Social Cristiano han ido desvaneciéndose.
1. El hilo de una herencia política
El tiempo ha demostrado que Juan Bosch no fue solo un intelectual, un narrador o un teórico de la democracia, sino también el más influyente formador político de la República Dominicana del siglo XX. De su pensamiento y de su accionar surgieron las tres corrientes políticas que han gobernado el país en los últimos cincuenta años: el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido Revolucionario Moderno (PRM), además de la actual Fuerza del Pueblo (FP).
Bosch fue el origen de todas ellas. Creó el PRD como instrumento de lucha por la democracia tras la caída de la dictadura de Trujillo y, al comprobar las limitaciones morales y organizativas de sus dirigentes, fundó el PLD en 1973 para formar políticamente al pueblo dominicano. En ese proceso dejó discípulos, ministros, colaboradores y admiradores que —con aciertos y errores— continuaron su acción política más allá de su tiempo.
2. Los herederos del accionar político de Bosch
Juan Bosch no dejó simplemente ideas, sino un modo de ejercer el poder y de comprender la función pública: la ética como brújula, la educación como camino y la disciplina como base del servicio. De su ejemplo surgieron hombres y mujeres que marcaron la historia nacional reciente.
• Antonio Guzmán Fernández, amigo de infancia de Bosch, fue ministro de Agricultura en el gobierno de Bosch en 1963, y luego el primer presidente dominicano electo (1978–1982) después de los 12 años de Balaguer.
• José Rafael Abinader, también ministro de Bosch y del Gobierno de Francisco Caamaño en 1965, llevó esa herencia política a su hijo Luis Abinader, actual presidente de la República (2020–2025).
• Jacobo Majluta, vicepresidente durante el gobierno de Guzmán y luego presidente provisional en 1982, fue uno de los más brillantes discípulos políticos de Bosch. Había sido ministro de Finanzas de Juan Bosch.
• Salvador Jorge Blanco, abogado, intelectual y también integrado bajo la influencia de Bosch en el PRD, asumió la presidencia (1982–1986).
• José Francisco Peña Gómez, discípulo apasionado de Bosch, fue la figura popular más emblemática del boschismo dentro del PRD mientras Bosch dirigió ese partido.
• Hipólito Mejía, ministro de Agricultura de Guzmán, fue presidente de la República (2000–2004) y fundador del PRM.
• Leonel Fernández, discípulo de Bosch desde los años fundacionales del PLD, gobernó tres períodos (1996–2012) y fundó la Fuerza del Pueblo (FP) en 2019.
• Danilo Medina, organizador y estratega del PLD durante la dirección de Bosch, fue presidente (2012–2020).
3. De la unidad a la dispersión del legado
El legado político boschista se fragmentó a lo largo del tiempo. El PRD, debilitado por sus propias divisiones, dio origen al PLD en 1973; y décadas después, el PLD, ya en el poder, se dividió para dar paso a la Fuerza del Pueblo. El PRM nació como intento de renovación del perredeísmo y encarna hoy el poder institucional del Estado. Cuatro organizaciones distintas, un mismo origen.
4. La República Dominicana y el mundo 2012–2025
Durante estos años, el país y el mundo han cambiado profundamente. La globalización tecnológica, la pandemia del 2020, las guerras comerciales y el conflicto entre Rusia y Ucrania alteraron la economía y la diplomacia global. El avance de la inteligencia artificial ha transformado los modos de producción, el trabajo y la comunicación. En este contexto, la República Dominicana logró sostener su crecimiento, pero enfrenta nuevos desafíos: desigualdad, migración, cambio climático, deterioro institucional y pérdida de confianza ciudadana.
5. Reencuentro con Bosch
Reencontrar a Bosch no significa repetir consignas, sino revivir su método: leer, estudiar, formar, organizar y servir. El PLD, la Fuerza del Pueblo, el PRM y el PRD remanente tienen un deber común: reconciliar la política con la educación y la ética, y devolverle a la ciudadanía la confianza en sus instituciones.
6. Conclusión
A más de medio siglo de su obra y a veinticinco años del siglo XXI, el pensamiento de Juan Bosch sigue siendo la raíz común del sistema político dominicano. Pero esa raíz necesita agua nueva: educación, transparencia, civismo y amor por la verdad. Solo así los herederos de Bosch —de cualquier partido o generación— podrán reencontrar su identidad y devolverle a la política dominicana el sentido moral que la inspiró en su origen.
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