* ¿Descubrir al otro?
* ¿Encontrarme conmigo mismo y descubrir mi valor originario?
* ¿Recuperar el sentido comunitario, el nosotros?
La “Oración” nos indica el camino; pues genera una espiritualidad personalizada y nos da un estilo de vida, desarrolla en mí una personalidad: el servidor, la servidora de todos.
Es decir, obtengo una forma concreta, diaria, sistemática de relación con Dios, con el Otro y la Naturaleza, que nos dignifica, nos dinamiza, nos engrandece como humanos y forma comunidad.
Esa espiritualidad define una personalidad = EL SIERVO > OPCIÓN DE COMPARTIR Y COMUNICAR VIDA, LA COMUNIDAD FAMILIAR. HACE PRESENTE EL REINO DE DIOS
SE VIVE EL NOSOTROS, OPCIÓN DE SERVICIO SOLIDARIO A TODOS, COMENZANDO POR LOS QUE MÁS NECESITAN, Y SE VIVE EN CLAVE DE SINODALIDAD. HACE PRESENTE LA COMUNIDAD APOSTÓLICA. HACE PRESENTE EL REINO DE DIOS.
AYUDA A PARTICIPAR EN EL NUEVO PUEBLO DE DIOS, TODOS LOS BAUTIZADOS, VIVE LA ECLESIALIDAD EN COMUNIDAD. HACE PRESENTE EL REINO DE DIOS.
EL SERVICIO FINANCIADO FORMA COMUNIDAD; LOS RELIGIOSOS/RELIGIOSAS HACEN PRESENTE EL REINO DE DIOS.
La Comunidad, el Nosotros, es el terreno adecuado para que repolle el Reino de Dios. Jesús de Nazaret nos da el ejemplo: se hace débil y solidario para salvar a la humanidad. Haciéndonos débiles y solidarios, humanizamos lo divino; seguimos los pasos de Jesús, el Maestro: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Jn. 14,6).
Para profundizar y personalizar esta reflexión, tenemos que hacernos algunas preguntas:
· ¿Estoy consciente del control que mantienen los países desarrollados sobre los países empobrecidos?
En nombre de la libertad, la democracia, la defensa de los derechos humanos, la solidaridad, la justicia, la paz…, quieren adueñarse de los recursos nacionales por medio de las armas, ocupando las naciones, amenazándolas, echándolas a pelear, provocando la migración forzada…, para que sus empresas multinacionales se adueñen de sus riquezas naturales…
En la actualidad, se van sofisticando los medios de expropiación de los bienes nacionales con el estilo de “golpes de Estado dulce”, guerra comercial, guerra con impuestos arbitrarios y abusivos (aranceles); o provocando movilizaciones masivas usando las redes sociales de la internet, movilización de fuerzas navales como amenaza para tumbar gobiernos, …
· ¿Se vive en nuestra sociedad la debilidad solidaria? ¿Por qué?
· ¿Qué es lo que más me llama la atención de la situación que vive la gente, la mayoría de la población de una nación, hoy? ¿Por qué?
· ¿Tiene mi “opción vital” algo que ver con las instituciones públicas? ¿Por qué?
· ¿Cuáles características identifican a las Iglesias, según Jesús? ¿Por qué?
· ¿Puedo lograr que lo que le da sentido a mi vida trascienda mi YO? ¿Cómo?
· A veces justificamos lo bueno que dejamos de hacer acusando al otro a nivel personal, a nivel nacional acusando al gobierno y a nivel internacional acusando al imperialismo. Eso es querer tapar el sol con un dedo…
Tratemos de leer suavemente: Is. 42,1-9 > ¿Qué hacemos para romper las cadenas, sean propias o impuestas, que me anulan y descartan al otro?
Si nos fijamos bien, los desafíos son permanentes y la superación de los mismos es continua, de cada día, sin descanso, porque el único que compite con el Creador Todopoderoso es el YO, que siempre jala para mí y busca anular al Otro y el Nosotros, impulsando el individualismo, que en definitiva me pone en contra del otro y de mí mismo, dejándome vacío y sin sentido de humanidad.
El Reino de Dios solo reposa en el Nosotros. Dios está en mí y el Reino de Dios está en nosotros… La vida, la fe, la eternidad son donadas. El Nosotros, el Reino de Dios, hay que sudarlo; se hace a partir de nuestras relaciones solidarias en cualquiera de los tipos de comunidad…
El Nosotros, la Comunidad, es tan vieja como la humanidad y, por seguir los intereses del YO, nos hemos distanciado en una carrera detrás del tiempo buscando mejoría, que se convierte en la carrera de Sísifo…
Tenemos prejuicios que nos limitan, nos desvían y tenemos que liberarnos. No es que seamos ingenuos, pero tampoco podemos ser borregos. Tenemos que discernir, saber elegir. Tenemos que trascender el yo porque lo inmediato, por mucho que me guste, me amarra, me limita, me corrompe religiosa, ideológica, cultural y económicamente.
El Nosotros mantiene vivo el sentido de humanidad, nos supera, nos libera y transforma la realidad del sistema de injusticia estructural…
Compartir esta nota