El debate sobre una posible ampliación de la avenida República de Colombia encendió las alarmas de diversos sectores preocupados por la afectación al Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael M. Moscoso, una de las principales reservas naturales del Distrito Nacional.

Pese al nivel de inquietud pública, ninguna institución ha presentado una propuesta formal ni se han iniciado trámites legales o técnicos para modificar el perímetro del Jardín Botánico.

El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales confirmó a Acento que no ha recibido estudios de impacto ambiental ni solicitudes de permisos para ejecutar intervenciones en el área protegida, lo que imposibilita evaluar la viabilidad o alcance de la obra.

No existe ningún permiso aprobado ni documentación sometida para su análisis”, afirmó la institución en una respuesta formal ofrecida a este medio.

El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, identificado como promotor del proyecto, también negó la existencia de una propuesta concreta en papel.

Su directora de comunicaciones, Addis Burgos, dijo a Acento que la ampliación ha sido apenas considerada como una de varias alternativas para mejorar el tránsito en la zona, pero no se ha definido un diseño ni se ha iniciado ningún proceso oficial.

Desde el Jardín Botánico Nacional, su dirección de comunicaciones explicó a Acento que no han recibido notificaciones, visitas técnicas ni mediciones por parte de Obras Públicas que indiquen una intención de intervenir sus terrenos.

Este lunes 14 de julio, el presidente Luis Abinader confirmó que tanto el Ministerio de Obras Públicas como el de Medio Ambiente trabajan en la evaluación previa a una propuesta conjunta relacionada con la avenida República de Colombia, y que será presentada a la ciudadanía cuando esté definida.

La declaración, ofrecida durante el espacio La Semanal, implica que existe una intención en análisis, aunque al momento no se ha formalizado ante las autoridades ambientales ni se ha sometido un estudio técnico para su evaluación.

Rechazo total

A pesar de la ausencia de documentación oficial, ciudadanos en redes sociales, miembros de grupos ambientalistas, partidos políticos, y grupos universitarios expresaron su rechazo tajante a cualquier intento de reducir el espacio del Jardín Botánico.

Entre ellos, el profesor Luis Carvajal, coordinador de la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), quien también integra la Academia de Ciencias, señaló que este espacio goza de protección legal como Área Científica, y que cualquier alteración de sus límites representaría una violación a la Constitución dominicana y a la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente.

“Aceptar un recorte sería abrir la puerta a futuras agresiones ambientales que pondrían en riesgo todo el sistema de áreas protegidas del país”, sostuvo el académico.

Recalcó que los artículos 66 y 67 de la Constitución establecen el derecho colectivo a un medio ambiente sano, y recordó que el principio de progresividad ambiental impide cualquier retroceso en la protección de bienes naturales ya reconocidos.

Por otro lado, el cineasta José María Cabral convocó para este domingo 20 de julio una cadena humana frente al parqueo principal del Jardín Botánico, independientemente de si está en riesgo o no.

El evidente rechazo de sectores académicos, científicos y ciudadanos refleja una resistencia activa ante cualquier posibilidad de afectación al Jardín Botánico, aun sin que exista un proyecto concreto.

La reacción inmediata deja claro que este espacio goza de un alto valor ambiental, educativo y simbólico para la población.

El problema del tránsito

El arquitecto y urbanista Omar Rancier advirtió que esta idea de "solución" refleja un “paradigma de lo absurdo”, al perpetuar una lógica matemática de “le quito aquí y le pongo allá” que, a su juicio, contradice los principios de urbanismo sostenible y gestión ambiental.

Según explicó para Acento, se plantea una aparente compensación por la pérdida de territorio del Botánico con la anexión de otra área, también pública, sin tomar en cuenta la importancia ambiental ni la posible existencia de especies protegidas en el espacio afectado.

Subrayó que el problema del tránsito en la zona no se resuelve con ampliaciones viales, sino con una visión integral de conectividad urbana, respaldada por estudios de flujos, embudos y dinámicas de origen-destino.

En ese sentido, propuso la creación de una mesa técnica multisectorial que reúna a urbanistas, ingenieros, ecologistas y académicos para pensar soluciones duraderas y humanas para la ciudad.

Julio Solano

Periodista y poeta

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