La capital qatarí acogió este lunes 15 de septiembre una cumbre de naciones árabes e islámicas para presentar una respuesta unida al reciente ataque israelí contra miembros de Hamás en Doha, que ha incrementado las tensiones en la región. Entretanto, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU celebra el martes un debate urgente sobre la embestida aérea, mientras Israel amenaza con que atacará a Hamás en cualquier lugar.
Una "respuesta clara, decisiva y disuasiva" al ataque israelí del pasado 9 de septiembre contra Hamás en Doha. Ese era el objetivo de la reunión de los países árabes e islámicos de este lunes 15 de septiembre, a la que acudieron 50 jefes de Estado y altos funcionarios de países árabes.
Según un borrador conocido por los medios de comunicación, los países hicieron un llamado a la comunidad internacional para que tome medidas para imponer sanciones a Israel y revisar sus relaciones diplomáticas.
El texto señala que se acordaron 25 puntos. Entre ellos, está el pedido de los participantes de "imponer sanciones; suspender el suministro, transferencia o tránsito de armas, municiones y material militar (…); revisar las relaciones diplomáticas y económicas con Israel e iniciar acciones legales".
Por otro lado, según el borrador de la declaración, los países también instaron a los miembros de la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica a que "examinen en qué medida la membresía de Israel en Naciones Unidas es consistente con la Carta" de la organización, con el objetivo de "coordinar esfuerzos encaminados a suspender la membresía de Israel en la ONU".
Por otra parte, urgieron a los Estados miembros de la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica firmantes del Estatuto de Roma a "adoptar todas las medidas posibles dentro de sus marcos jurídicos internos para apoyar la aplicación de las órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional (CPI) el 21 de noviembre de 2024 contra los perpetradores de crímenes contra el pueblo palestino".
Los países hacían referencia a la orden de arresto emitida por la CPI contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y el exministro de Defensa, Yoav Gallant, por cargos que incluirían crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos durante y tras el 7 de octubre de 2023.
A pesar de los ataques contra la delegación negociadora de Hamás en Doha, los países asistentes a la cumbre apoyaron continuar con los esfuerzos por mediar un alto el fuego en la Franja de Gaza.
La álgida reunión
Más temprano, el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani, inauguró la cumbre con un discurso vehemente, acusando a Israel de priorizar la destrucción de Gaza sobre la liberación de rehenes.
“Si Israel desea asesinar a los líderes de Hamás, ¿por qué entonces entablar negociaciones?”, preguntó.
Además, calificó las acciones israelíes en Gaza de “genocidio”, una acusación que Israel rechaza, asegurando que sus ataques buscan recuperar a los rehenes y debilitar a Hamás.
Por su parte, el presidente egipcio, Abdelfatah al-Sisi, afirmó que las acciones actuales de Israel obstaculizan cualquier posibilidad de nuevos tratados de paz en Medio Oriente.
"Lo que está sucediendo ahora mismo obstaculiza el futuro de la paz, amenaza su seguridad y la de los pueblos de la región, y añade obstáculos a las posibilidades de nuevos acuerdos de paz e incluso frustra los existentes", subrayó Al-Sisi.
Entre los asistentes a la cumbre estuvieron el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán; el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan; el presidente egipcio, Abdelfatah al-Sisi, y el presidente interino de Siria, Ahmed al-Sharaa. Irán también participó, representado por el presidente del país, Masoud Pezeshkian, y el ministro de Asuntos Exteriores, Abbas Araghchi, pese a los recientes incidentes militares entre Teherán y Doha.
Pezeshkian denunció los ataques de Israel contra países islámicos y criticó el apoyo de Estados Unidos y Europa a dichas acciones.
¿Qué tan efectiva podrá ser la cumbre?
La efectividad de la cumbre aún es incierta, dado que las tensiones entre los países participantes podrían limitar la cooperación. Además, las condenas de naciones que Israel considera enemigas, como Irán, podrían tener un impacto simbólico más que práctico, mientras que los países con relaciones diplomáticas con Israel podrían mostrarse reticentes a romper sus lazos.
“Considerando las profundas tensiones regionales, la celebración de la cumbre en menos de una semana es un logro notable que subraya un sentido compartido de urgencia”, señaló el Centro Soufan, con sede en Nueva York.
“La pregunta clave es si la cumbre conducirá a medidas concretas contra Israel, como degradaciones diplomáticas, sanciones económicas o restricciones al espacio aéreo”, agrega.
La cumbre en Qatar refleja la creciente preocupación de los países árabes e islámicos por la escalada en Gaza y el impacto regional de los incesantes ataques de las Fuerzas Armadas israelíes contra los palestinos en el sitiado enclave, pero persisten dudas sobre la capacidad de la comunidad regional para traducir la unidad política en acciones concretas frente a Israel.
El Gobierno de Benjamin Netanyahu lanzó su ofensiva en Gaza como represalia al sorpresivo ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023 y ha extendido sus ataques contra otros miembros del denominado como 'Eje de la Resistencia', incluyendo Irán, Líbano, Siria, Yemen y recientemente Qatar.
La crisis humanitaria en Gaza, en donde decenas de miles de personas han muerto por la ofensiva israelí, y el ataque en suelo qatarí han intensificado la indignación en Medio Oriente y han generado dudas sobre la firmeza del compromiso de Estados Unidos con la protección de los Estados Árabes del Golfo.
Qatar, una nación rica en energía ubicada en la Península Arábiga y sede del Mundial de 2022, ha servido durante mucho tiempo como intermediario en conflictos. Durante años, ha acogido a los líderes políticos de Hamás a petición de Estados Unidos, proporcionando a Israel un canal para negociar con el grupo militante que ha controlado Gaza durante años.
Pero a medida que Israel recrudece sus ataques contra los palestinos en Gaza —que justifica argumentando que están dirigidos a Hamás pese a que la gran mayoría de víctimas son civiles, según datos del Ministerio de Salud local— Qatar ha sido objeto de crecientes críticas por parte de los sectores más radicales del Gobierno de Netanyahu.
El propio primer ministro israelí ha prometido atacar a todos los que organizaron el asalto liderado por Hamás contra Israel hace casi dos años. Y, desde el ataque de la semana pasada, Netanyahu ha insistido en que Qatar sigue siendo un posible objetivo si los líderes de Hamás permanecen allí.
No obstante, el domingo 14 de septiembre, el presidente estadounidense, Donald Trump, ofreció un renovado apoyo a Qatar.
"Estamos con ellos. Han sido un gran aliado (…) Mucha gente no entiende lo de Qatar. Qatar ha sido un gran aliado, y también lleva una vida muy difícil porque está en medio de todo", declaró Trump.
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La ONU convoca debate urgente tras ataque israelí a Qatar
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU celebrará este martes 16 de septiembre un debate urgente sobre el reciente ataque aéreo israelí en Qatar, anunció el Consejo este lunes. La medida refleja la creciente preocupación internacional por la escalada de tensiones en Oriente Medio.
El ataque, que según Hamás causó la muerte de cinco de sus miembros, pero no de sus líderes, ha generado la condena de varios países del Golfo Pérsico, aliados de Estados Unidos, y ha tensado las relaciones entre los Emiratos Árabes Unidos e Israel, que normalizaron sus lazos en 2020.
La solicitud del debate fue presentada por Pakistán en nombre de los Estados miembros de la Organización para la Cooperación Islámica (OCI) y por Kuwait, en representación del Consejo de Cooperación del Golfo.
La misión israelí en Ginebra calificó de “absurda” la convocatoria y subrayó que cualquier resultado del debate sería “una mancha para los mecanismos de derechos humanos”. Este será el décimo debate urgente celebrado por el Consejo de Derechos Humanos desde su creación en 2006.
Israel ha sido ampliamente acusado de cometer “genocidio” contra los palestinos en Gaza durante la actual escalada de ataques, que ha dejado más de 64.000 muertos, según autoridades locales.
El país rechaza las acusaciones y defiende sus acciones como parte de su derecho a la “legítima defensa”, tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023, que dejó 1.200 muertos y 251 rehenes, según cifras israelíes.
El debate en la ONU se perfila como un nuevo escenario de tensión diplomática en medio de un conflicto que ha ampliado su impacto más allá de Gaza, involucrando a múltiples actores regionales y poniendo a prueba la cooperación entre aliados de Occidente en Medio Oriente.
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Con Reuters, AP y medios locales
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