"Acabamos de incautar un petrolero en la costa de Venezuela, un gran petrolero, el más grande jamás incautado, de hecho", dijo Trump a los periodistas durante un evento en la Casa Blanca.
El buque cisterna fue utilizado durante años por Venezuela e Irán para transportar crudo a pesar de las sanciones internacionales en su contra, detalló la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, en un mensaje posterior en X.
La publicación está acompañada de un video en el que se ve a un grupo de militares descender de helicópteros y abordar el buque en alta mar.
Artífice de una dura campaña contra el gobierno de Nicolás Maduro desde que volvió a la Casa Blanca, Trump añadió: "asumo que nos quedaremos con el petróleo".
"Venezuela denuncia y repudia enérgicamente lo que constituye un robo descarado y un acto de piratería internacional", reclamó la cancillería venezolana.
"Días contados"
Trump consideró que los días de Maduro estaban "contados" en una reciente entrevista con el sitio Politico.
El principal recurso de Venezuela es el crudo, que está sometido a un embargo.
Esto obliga al país a colocar su producción en el mercado negro a precios sensiblemente más bajos, destinada en particular a países asiáticos.
Washington acusa igualmente al gobierno de Maduro de ser un régimen "narcoterrorista", y por ello ha emprendido una campaña militar para destruir lo que presenta como lanchas cargadas de drogas en el mar Caribe y en el océano Pacífico.
Esta campaña, llevada a cabo por un despliegue naval y aéreo sin precedentes, incluye al mayor portaviones del mundo, el USS Gerald Ford.
Hasta ahora la campaña se ha saldado con una veintena de ataques y al menos 87 muertos.
Mientras Trump anunciaba la incautación, Maduro celebraba un acto ante una multitud de partidarios en Caracas.
"Desde Venezuela pedimos y exigimos cese al intervencionismo ilegal y brutal del gobierno de Estados Unidos en Venezuela y en América Latina", clamó.
"Espabila"
El anuncio desafiante de Trump se produjo después de que la hija de la principal opositora venezolana María Corina Machado recogiera en Oslo el premio Nobel de la Paz otorgado a su madre.
La opositora, en la clandestinidad en su país desde las elecciones de 2024 que se adjudicó Maduro, no logró salir a tiempo de Venezuela para recoger en persona este miércoles el galardón, y llegó un día después, anunció el Comité Nobel.
Machado debería en principio regresar a su país tras los actos y homenajes en Oslo.
"No me gustaría que fuera detenida, no estaría contento", advirtió Trump.
Otra fuente de tensión en la región es la relación con Colombia, un país que durante décadas fue el principal socio en la lucha antinarcóticos de Washington en América Latina, y que ahora se enfrenta abiertamente a Estados Unidos.
El presidente colombiano Gustavo Petro "va a meterse en grandes problemas si no espabila", declaró el republicano de 79 años.
"Colombia está produciendo un montón de drogas", afirmó.
Trump ha dicho varias veces en los últimos meses que la campaña militar contra los cárteles "narcoterroristas" empezará "muy pronto" en tierra, en alusión a Venezuela o a otros países en la región.
"Mejor que se espabile, o será el siguiente. Espero que esté escuchando", dijo Trump.
"Esa desinformación terrible (…) lo lleva a frases y acciones que no se pueden ejercer sobre un presidente elegido democráticamente", respondió Petro durante un consejo de ministros televisado el miércoles.
Interrogado sobre si estaría dispuesto a llamarlo, como ya ha hecho con Maduro, Trump replicó: "No he pensado mucho en ello".
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