La nueva vuelta no es emigrar. Es ser parte de las diásporas bumerán: aquellas que no regresan hacia atrás, sino en ruta hacia adelante, retornando con ventaja para sí y para su nación.
Hoy emerge una nueva realidad en el mapa humano de las migraciones: hombres y mujeres que, tras construir una vida en el extranjero, eligen volver porque perciben que su país de origen les ofrece mayor dignidad, promesa y oportunidad que el lugar al que una vez emigraron. Muchos antropólogos llaman a este fenómeno “migración contradiaspórica” o “migración de logro”.
En Diaspora & Development Foundation lo definimos como Retorno con Ventaja: una nueva etapa del proceso migratorio que rompe con la vieja ecuación de éxito y fracaso, y redefine la movilidad social y la prosperidad.
El Retorno con Ventaja no es un acto emocional ni impulsivo. Es una decisión estratégica. Quien retorna lo hace con capital humano, experiencia profesional y visión global, y decide invertir ese patrimonio simbólico y económico donde ahora percibe mayor potencial de crecimiento.
Una definición necesaria
El Retorno con Ventaja es una forma de migración de retorno voluntaria en la que los inmigrantes optan por reasentarse en su país al percibir que allí existen mejores condiciones de prosperidad, calidad de vida u oportunidad que en la nación receptora.
A diferencia del retorno forzoso —asociado a la deportación, el desempleo o el fracaso—, este nuevo retorno se basa en la comparación positiva: el país de origen deja de ser “menos” y se convierte en un espacio de posibilidad. No se vuelve derrotado, sino empoderado. Y en ese giro conceptual se esconde una transformación profunda del mapa social contemporáneo.
Este fenómeno también refleja una madurez migratoria. Las segundas y terceras generaciones observan el país de sus padres con una mirada más analítica que emocional, y algunos deciden invertir o residir parcialmente en él, motivados por oportunidades que sus entornos actuales les niegan.
Cifras que confirman la tendencia
Según la OIM y la CEPAL, el retorno voluntario en América Latina ha crecido sostenidamente en la última década.
- México pasó de 267,000 retornados en 2005 a más de 430,000 en 2020, según el INEGI y el Pew Research Center.
- En Colombia, las autoridades reportan una ola de retornos vinculada no solo a la crisis venezolana, sino también al regreso de colombianos desde Estados Unidos y España.
- En la República Dominicana, más de 100,000 dominicanos han regresado en los últimos diez años, muchos con estudios, ahorros y experiencia profesional adquirida en el extranjero.
Ese nuevo perfil domina idiomas, maneja tecnología, posee redes de contacto y conocimientos empresariales, y busca crear su propio espacio económico en casa.
La región latinoamericana, pese a sus desigualdades, muestra un crecimiento superior al de varias economías europeas. Mientras Alemania apenas creció 0.2% en 2023, República Dominicana alcanzó cerca del 5%. A ello se suma un costo de vida más bajo, una vida comunitaria más sólida y —quizás lo más importante— una sensación de pertenencia que muchos migrantes perdieron en el extranjero.
El factor antiinmigrante
El Retorno con Ventaja también surge como respuesta al clima político en los países receptores. En Estados Unidos, la retórica antiinmigrante se intensifica, las reformas migratorias permanecen estancadas y los procesos de residencia son cada vez más restrictivos. En Europa, el ascenso de partidos de ultraderecha ha traducido la ansiedad social en políticas migratorias más duras.
El resultado es una sensación de desgaste y desilusión. Profesionales que soñaron con progresar en Nueva York, Madrid o Milán descubren que sus avances se detienen por el techo de cristal o la discriminación. Para muchos, el país que los acogió dejó de ser tierra de promesas y se convirtió en territorio de límites.
En contraste, su país natal —antes percibido como obstáculo— ahora ofrece terreno fértil para emprender, invertir o simplemente vivir con dignidad. La hostilidad en el país receptor termina siendo el catalizador del retorno.
Un fenómeno con impacto social y económico
El Retorno con Ventaja representa una oportunidad histórica para los países de origen: reciben ciudadanos con ahorros, conocimientos, redes y valores de productividad aprendidos en el extranjero.
Es una transferencia de capital humano, económico y cultural.
Estos retornados suelen convertirse en emprendedores, innovadores y líderes comunitarios. Impulsan nuevos sectores económicos, revitalizan zonas urbanas y crean empleos. Además, traen una ética de trabajo más exigente y una visión global del desarrollo local.
En cambio, los países receptores sufren una pérdida silenciosa: al desalentar a sus inmigrantes, pierden diversidad, creatividad y vitalidad económica, erosionando los puentes culturales y comerciales que las diásporas construyeron durante décadas.
El desafío de las políticas públicas
Las naciones latinoamericanas carecen de una política real hacia sus diásporas. Desconocen el potencial económico, cultural y político que estas representan. Sus propuestas se limitan a programas culturales o de activismo simbólico, sin incluir mecanismos de participación efectiva ni estrategias para canalizar el capital de sus comunidades migrantes.
Ahora enfrentan un dilema aún mayor: tampoco tienen políticas de inclusión para los que están regresando.
Conclusión: regresar hacia adelante
El Retorno con Ventaja redefine las migraciones del siglo XXI. Ya no se trata de huir del pasado, sino de proyectar el futuro desde otro lugar. Volver no es rendirse: es reposicionarse.
En un mundo que se fragmenta por el miedo y la política, miles de inmigrantes demuestran que la prosperidad no siempre está del otro lado del mar. A veces, está en el mismo lugar donde todo comenzó.
Los gobiernos de la región harían bien en reconocer esta tendencia, medirla y canalizarla. Cada retorno de ventaja no es solo una historia personal de éxito, sino una repatriación de talento y esperanza.
La nueva vuelta no es emigrar. Es ser parte de las diásporas bumerán: aquellas que no regresan hacia atrás, sino en ruta hacia adelante, retornando con ventaja para sí y para su nación.
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