La fusión de los Ministerios de Educación y de Educación Superior puede ofrecer beneficios significativos en términos de coherencia política, optimización de recursos y mejora en la transición entre niveles educativos. Las experiencias de países como Finlandia, Singapur y Corea del Sur muestran que una gestión integrada puede contribuir a una mayor calidad educativa y mejores resultados académicos, resultados académicos que se miden en los aprendizajes de los estudiantes.  Algunas asociaciones educativas han expresado su apoyo a la medida, señalando que la fusión permitirá una mejor articulación de las políticas educativas y una mayor coherencia en la implementación de programas y proyectos.  Pero también actores de relevancia en el escenario de la educación y representantes de partidos políticos de la oposición han expresado su reserva con el propósito de la disposición que cambia por completo la manera en que se tejerá el sistema educativo a lo largo de todo el proceso desde el inicio hasta la culminación de los estudios de los dominicanos de las nuevas generaciones.

Es oportuno señalar que la mayor reserva se ha expresado en no entenderse por qué la comisión designada por decreto por el Señor Presidente de la República, está únicamente conformada por rectores y exrectores universitarios, ya que yo argumento que no habiendo objeción a ninguno como personas ni como rectores, ni como profesionales reconocidos de éxito ni como hombres y mujeres de integridad, formación y experiencia, se dice por voces autorizadas en la materia, que la posición de rector no implica necesariamente conocer, estar formado y tener experiencia a lo largo de todos los niveles que encierra el sistema educativo, aunque muchos tengan esa formación y experiencia.  Se ha expresado y así lo digo                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                            yo,  que la composición de la comisión debió de ser mixta en cuanto a integrar también representantes de los niveles del sistema que abarca para garantizar la equidad en lo que se ha de tratar.  No defiendo posiciones personales, porque yo como especialista en educación NO podía estar en ese grupo en el decreto por mi posición como Asesora de Educación en el Senado de la República, en ambas comisiones de educación y educación superior que serán las que deberán recibir el proyecto de ley que incluye las dos comisiones y donde yo debo ejercer mi función de asesora como lo he hecho hasta ahora.

Por otro lado, ha habido una gran manifestación de líderes de la educación y de investigadores de renombre de las mismas universidades, y de miembros de la Academia de Ciencias, a título personal, de líderes políticos de todos los partidos, de exministros de educación y de otros orígenes profesionales, para que el ámbito de la Ciencia y la Tecnología, que encierran la investigación y la innovación, no se incluyan en el nuevo ministerio que resultará de esta fusión.  Debe ser una institución o una agencia separada con presupuesto propio, independiente, y su máximo ejecutivo deberá seleccionarse por concurso y ser elegido de una terna que se le presente al presidente o al Consejo Nacional de Educación.

La verdad es que la comunidad educativa espera con interés los resultados de este proceso y de todos los sectores del país se confía en que deberá contribuir a mejorar la calidad de la educación en República Dominicana, que está siendo altamente demandada a todos los niveles.  Se demanda que la fusión tenga como resultados:  Coherencia en Políticas Educativas, mejora en la Transición entre Niveles, es decir, que facilite la transición de los estudiantes entre los diferentes niveles educativos, reduciendo brechas y asegurando que las habilidades y competencias adquiridas en un nivel sean adecuadas para el siguiente, la necesaria optimización de recursos que se logra evitando duplicaciones y permitiendo una asignación más eficiente del presupuesto educativo.  Y que parte de los beneficios o ventajas que podría traer consigo la conformación de un nuevo Ministerio de Educación incluya la Formación y Desarrollo Profesional facilitando la implementación de programas de desarrollo profesional continuo para docentes de todos los niveles, asegurando que las mejores prácticas pedagógicas se compartan y se implementen de manera consistente.

Igual debe esperarse en el área de Investigación y Desarrollo promoviendo innovaciones educativas que beneficien a todo el sistema. La Coherencia en Políticas Educativas que resultara de la fusión puede llevar a una mayor coherencia en la formulación e implementación de políticas educativas, asegurando que los objetivos y estándares educativos se mantengan alineados desde la educación primaria hasta la superior.

Desafíos y Consideraciones:  Burocracia y Resistencia al Cambio; Equidad en la Distribución de Recursos; Autonomía Universitaria; Complejidad Administrativa; Planificación Detallada; Consulta y Participación; Pilotaje y Evaluación.

Aunque la fusión de los Ministerios de Educación y de Educación Superior no es universal en Iberoamérica, la evidencia internacional sugiere que puede ofrecer beneficios significativos en términos de coherencia política, optimización de recursos y mejora en la calidad educativa. Sin embargo, la implementación de esta política debe ser cuidadosamente planificada y adaptada a las necesidades y contextos específicos de cada país para maximizar sus beneficios y mitigar los desafíos potenciales.  Y se ha cometido un gran error que no debió ocurrir y es que no se consultó un proyecto de esta envergadura con la clase dirigente del sistema educativo a todos los niveles, las familias y los actores, y se ha impuesto una nueva política que nace de un desconocimiento absoluto de lo que se ha propuesto.

La fusión de los Ministerios de Educación y de Educación Superior como ya dijimos, puede ofrecer beneficios significativos en términos de coherencia política, optimización de recursos y mejora en la transición entre niveles educativos. Lo repito de nuevo, una y otra vez. Las experiencias de países como Finlandia, Singapur y Corea del Sur muestran que una gestión integrada puede contribuir a una mayor calidad educativa y mejores resultados académicos. Sin embargo, es fundamental abordar los desafíos administrativos y asegurar una implementación equitativa y balanceada de las políticas educativas para maximizar los beneficios de dicha fusión.  Recuerden, finalmente, que cuando hablamos de educación no iniciamos el habla pensando en temas económicos o financieros ni presupuestarios.  ¡No!  La educación no parte de un monto.  Los montos con signos de pesos y centavos, resultan de la educación.  Por lo menos eso me enseñaron en la Escuela de Educación y en la Escuela de Negocios, de una si no la mejor universidad de los Estados Unidos.  Y me remacharon el concepto cuando en la otra, tan famosa como la primera, que queda en la misma ciudad, del mismo estado, y cerca del río, donde aprender de la Gerencia Senior abría la mente a la responsabilidad de dirigir y saber cómo se respeta la ciudadanía hacia la que esa dirección se convierte en la implementación de políticas públicas solo y únicamente para el bienestar de la ciudadanía.  En ambas universidades se aprende por ósmosis, respirando el olor y el oxígeno que se sienten y se huelen de sus paredes forradas de hiedras que nacen y sobreviven a través del tiempo.

Jacqueline Malagón

Educadora

Consultora en Educación, Evaluación y Desarrollo Institucional. ExMinistra de Educación Asesora del MINERD, MESCYT, MAP, del INFOTEP y del Senado de la RD Miembro de la Academia de Ciencias RD Miembro de Diálogo Interamericano Miembro de la Coalición Latinoamericana para la Excelencia Docente Consultora en Educación, Evaluación y Desarrollo Institucional

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