La educación en la República Dominicana sigue siendo una asignatura pendiente, un dolor de cabeza para las autoridades gubernamentales, o ambas cosas a la vez. Y es que mucho se habla, se exponen bonitos discursos, se publican elogiosos artículos de prensa, pero la educación sigue siendo tan deficiente, y la formación de los maestros deficiente y anquilosada por igual, que es posible pasearse por toda la información publicada, cerrar los ojos e imaginar que todo está de maravilla. Pero cuando vemos a niños y jóvenes que no saben leer, ni hablar correctamente, despertamos de nuestro sueño para preguntarnos qué es lo que está pasado realmente, y si se están tomando en cuenta las verdaderas y objetivas razones de las deficiencias que presenta el modelo educativo dominicano, principalmente el público, aunque también sea posible incluir el privado.

Hace apenas una semana, el 6 de febrero de este todavía nuevo año, se publicó en el Diario Libre, que el Consejo Nacional de Educación había aprobado el Plan Decenal Horizonte 2034, https://www.diariolibre.com/actualidad/educacion/2025/02/06/educacion-aprueba-plan-decenal-horizonte-2034/2991578, donde se señala que el problema principal y central de la educación preuniversitaria “radica en su baja calidad y pertinencia”. De igual modo se publican informaciones sobre las actividades y consultas realizadas al Plan Preliminar, enfocado en el fortalecimiento de la educación, y para cuya realización se consultaron, según declaraciones del ministro de entonces Ángel Hernández, expertos, docentes, directivos, maestros y más de 14 mil alumnos, “cuyas opiniones fueron tomadas en cuenta en la elaboración del documento”. Y yo me hago una pregunta muy sencilla: si estos actores no saben ni conocen cuáles son las deficiencias ni el porqué de ellas, ¿cómo pueden sugerir mejoras?

Y muy a pesar de que la Ley 66-97 es un dechado de magníficas intenciones y hermosos postulados de una organización administrativa y unos objetivos y fines de la educación de “todos los habitantes” del país, la realidad se estrella en la cara cuando se ven estudiantes egresados de la educación privada que no entienden la utilidad ni el objetivo del proceso de enseñanza-aprendizaje de que fueron objeto durante 12 largos años de su vida, o se ven egresados de la educación pública, miembros de cuerpos castrenses dominicanos inclusive, que pueden confundir a Zoe Saldaña con una persona Soez, porque no saben leer ni conocen el significado de las palabras.

La preocupación por el problema de la calidad de la educación y sus secuelas para el desarrollo personal, social y económico de nuestros ciudadanos me ha puesto al tanto de las problemáticas que se enfrentan: alta densidad poblacional en las aulas y la baja participación de la familia en el proceso educativo son las más recurrentes, pero las más importantes. Y dentro de ello, que se dice menos, la preparación y actualización de los maestros, que al parecer no salen de la metodología pedagógica de la educación bancaria que formuló Paulo Freire, de manera que solo se dedican a enseñar a memorizar, o a copiar en el cuaderno y repetir como papagayos a los estudiantes, sin que comprendan ni entiendan que lo que estudian es la explicación, justamente, de lo que ven en su día a día. Ni qué decir del tema de la educación para la protección y el cuidado del medio ambiente, señalada en la Ley de Educación, cuando los estudiantes, de ninguna vertiente de la educación tiene ni la más remota idea de “con qué se come eso”, ni como depende su vida y su alimentación, así como los procesos productivos y de consumo en los que se encuentran inmersos del equilibrio o el desequilibrio del medio ambiente, no se vaya muy lejos, ríos y cañadas contaminadas de basura. No existe la formación integral ni holística ni se sabe en qué consiste eso.

De manera que mucho del problema de la educación y sus bajos niveles de calidad se encuentra relacionado con la cultura y organización social de los dominicanos. El magisterio se ha convertido en una fruta apetecible como puesto de trabajo sin que se asuma ni se exija una responsabilidad en el cumplimiento de la ley en cuanto al derecho a la educación de los educandos, sino que más bien se enfocan en la organización administrativa que como estructura institucional tiene el Ministerio de Educación, para asirse y desflecar el presupuesto que para la mejora de la calidad de la educación se exigió el 4% del presupuesto del Estado para esos fines, sin que a la fecha se vean los resultados. Porque si son muchos los estudiantes que ingresan, se podría usar el ano de educación inicial y el primero de básica para que se aproveche el tiempo en enseñar a leer a todos los niños, sin excepción, ya sea mediante técnicas pedagógicas especiales, y con la participación de las familias de manera activa.

Otro problema que he escuchado mencionar, y todavía no entiendo las motivaciones de esta ordenanza, que se ordena a los maestros a aprobar a los estudiantes y hacerlos pasar de curso, aunque no hayan alcanzado los objetivos planteados.  Le están haciendo el favor a su estructura administrativa, exponiendo que aprobaron tanta cantidad de estudiantes, pero.. cuántos de ellos aprendieron realmente. La lectura es una asignatura pendiente en las escuelas públicas, y las redes sociales hacen su estrago en la lectura de los estudiantes del sector privado, que no les permite la posibilidad de ver en la investigación una fuente amplia de conocimientos. Y mientras esto ocurre con los estudiantes, ¿qué pasa con los maestros?

El 16 de enero pasado se llevó a cabo una amplia reunión, Encuentro de Ciudadanía por la Educación Publica: Posición sobre la Fusión MINERD-MESCyT, convocada por la Oficina de Políticas Publicas de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, UASD y la Asociación Dominicana de Profesores ADP, donde acudieron diversas organizaciones sociales que tendrían algo que aportar para el entendimiento y la exposición de las preocupaciones sobre la temática de la educación en el momento actual. A pesar de que mi interés era genuino en la promoción de la mejora en la calidad de la educación y como el desarrollo científico y la investigación podría coadyuvar a esos objetivos, los maestros estuvieron en sus intervenciones centrados en el tema presupuestario, insinuando que el proceso de fusión de estos ministerios serviría para disminuir su participación en la jugosa suma del 4% para la educación del cual ellos son beneficiarios, pero no la educación como tal. En esa reunión convocada por la ADP participaba y arengaba el señor Juan Valdez, Director del Observatorio Educativo de la ADP, estimulando a los maestros, en lugar de hacer para mejorar la calidad de la educación, en rechazar la fusión de los ministerios bajo el supuesto de que se quedarían sin el presupuesto asignado del 4% que sería aprovechado por Educación Superior.

La politización y la sindicalización de las personas que se dedican al magisterio ha echado por tierra los esfuerzos de la sociedad en preocuparse y reclamar por una mejor calidad de la educación. Donde los estudiantes de bachillerato, a pesar de que pueda parecer normal que tengan relaciones sexuales, no cuentan con los medios para evitar un embarazo, y la única respuesta de las madres es que se asuma la “responsabilidad” sobre el hecho, cuando ellas no asumieron la suya de vigilar que sus hijos estudiaran y no se metieran en el tremendo lio que se encuentran ahora. De manera que, según lo que expongo, el problema de la calidad de la educación es muy amplio, profundo y ha sido descuidado por mucho tiempo, mientras los actores del sistema están preocupados en lucir pestañas postizas, uñas acrílicas y muchos collares para que se vea que tengo dinero para gastar en lo que sea, el caso es gastar.

Otra dificultad es propalar que la educación debe preparar a los estudiantes para insertarse en el sistema laboral del país. ¿Y por qué deben los jóvenes insertarse al sistema laboral si pueden ellos mismos, mediante la excelencia en la educación promover y desarrollar sus propios procesos productivos y necesidades laborales que beneficien a sus comunidades, con trabajos técnicos, como la plomería, la albañilería, la ebanistería, la metalmecánica, la agrícola y la industrialización de sus productos agropecuarios? Me parece que para las poblaciones salir de la pobreza, la exclusión y la discriminación esta última es una mejor opción. Es por ello urgente y necesario que los politiqueros de la ADP cumplan con su parte del trato, enseñen correctamente a leer y a escribir a todos y cada uno de los niños de este país y además les expliquen clara y sucintamente para que, y cuál es la utilidad y el beneficio de estudiar, aprender y leer correctamente, con lo cual podrán labrar un futuro promisorio para ellos mismos, sus familias y sus comunidades. Que así sea.

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Fuentes consultadas:

https://acento.com.do/actualidad/presentan-plan-decenal-de-educacion-que-procura-metas-especificas-para-desarrollo-del-pais-9430218.html

https://www.ministeriodeeducacion.gob.do/comunicaciones/noticias/minerd-presenta-version-preliminar-del-plan-decenal-de-educacion-horizonte-2024-2034

https://www.ministeriodeeducacion.gob.do/comunicaciones/noticias/minerd-presenta-version-preliminar-del-plan-decenal-de-educacion-horizonte-2024-2034

Ley 66 97 de Educacion.pdf

https://n.com.do/2025/02/06/consejo-nacional-de-educacion-aprueba-plan-decenal-horizonte-2034/