Cuando la administración Trump impuso aranceles del 25% sobre productos de México y Canadá, el golpe no solo fue diplomático, fue económico, estructural y geopolítico. Ampliando las tensiones en las relaciones diplomáticas en América del Norte y dejó expuesta una cruda realidad económica: la dependencia estructural que tienen muchos estados de EE. UU. de las importaciones de sus vecinos. Esta decisión desató una tormenta comercial que sacó a relucir la intensa dependencia que tiene Estados Unidos de sus dos vecinos norteamericanos.
Gracias al Tratado T-MEC (firmado en 2020), las economías de los tres países están profundamente entrelazadas. En 2024, Estados Unidos importó más de 900,000 millones de dólares en mercancías de Canadá y México, superando a China como principal origen de importaciones.
Según datos de 2024 publicados en marzo de 2025 por la U.S. International Trade Administration, el 28% de las importaciones totales de EE. UU. provienen de Canadá y México. Pero cuando se desglosa por estado, la historia se vuelve mucho más dramática.
¿Qué estados dependen más?
1. Montana – 93%
El campeón absoluto de dependencia. Casi todo lo que importa Montana proviene de Canadá, desde energía hasta madera y maquinaria. Cualquier alteración arancelaria impacta directamente el costo de vida y la producción local.
2. North Dakota – 71%
Con una economía orientada al petróleo, maquinaria agrícola y productos industriales, Dakota del Norte tiene vínculos comerciales profundos con Canadá. Las tarifas golpean directamente a su industria energética.
3. Vermont – 71%
Este pequeño estado del noreste importa bienes clave de Canadá, especialmente del sector alimentario, forestal y energético. Las represalias comerciales afectan directamente a sus productores locales.
4. Michigan – 69%
La industria automotriz de Detroit depende totalmente de piezas y ensamblaje transfronterizo. Muchos componentes cruzan la frontera hasta 6 veces antes de convertirse en un vehículo terminado.
5. Oklahoma – 56%
El sector energético y agrícola de Oklahoma tiene lazos fuertes con México y Canadá. La cadena de suministros se ve fuertemente afectada por los aranceles.
6. Wyoming – 57%
Aunque menos poblado, Wyoming importa principalmente insumos mineros e industriales desde Canadá.
7. Texas – 49%
Como frontera directa con México, Texas importa bienes manufacturados, electrónicos, alimentos y productos energéticos. Su infraestructura comercial es una de las más integradas del continente.
8. Minnesota / South Dakota – 44%
Ambos estados tienen nexos agrícolas e industriales con Canadá, particularmente en granos, maquinaria pesada y minerales.
9. Utah – 43%
Utah importa desde maquinaria hasta materiales de construcción de México y Canadá, con vínculos crecientes en manufactura ligera.
10. Connecticut – 41%
La economía industrial y farmacéutica del estado importa metales y componentes médicos esenciales de sus vecinos.
11. Illinois / Nebraska – 38%
Estos estados del Midwest importan productos agrícolas procesados, maquinaria e insumos energéticos. Las tarifas aumentan costos en toda su cadena de valor.
12. Missouri – 37%
Parte de la “fábrica agrícola” de EE. UU., Missouri depende de proveedores de maquinaria y fertilizantes de Canadá.
13. Massachusetts – 37%
Importa equipos médicos y alta tecnología, lo que lo hace vulnerable a aumentos arancelarios.
14. Arizona – 34%
Uno de los estados más dinámicos en comercio con México. Su economía depende de manufactura, productos electrónicos y vehículos.
15. New Mexico – 34%
México es su mayor socio, con fuerte intercambio de materiales de construcción, maquinaria y productos agroindustriales.
16. Delaware – 31%
Este estado costero importa productos químicos y farmacéuticos de Canadá, clave para su industria biomédica.
17. California – 31%
Aunque diversificado, California depende de las importaciones mexicanas para su enorme industria agrícola, tecnológica y manufacturera.
18. Wisconsin / Tennessee – 31%
Importan maquinaria, autopartes y productos alimenticios. Cualquier subida en tarifas encarece sus productos terminados.
19. North Carolina / DC – 31%
Aunque más enfocados en servicios, estos estados importan equipos electrónicos y productos industriales desde México y Canadá.
Comercio cruzado: Qué se compra y se vende
- México vende a EE. UU.: ordenadores (8.7%), automóviles (8%), recambios (7.5%), camiones (5.9%) y petróleo crudo (5%).
- UU. vende a México: petróleo refinado (13.4%), vehículos, gas licuado y componentes electrónicos.
- Canadá vende a EE. UU.: petróleo crudo (26.8%), automóviles (6.1%) y gas licuado.
- UU. vende a Canadá: automóviles, petróleo refinado y maquinaria industrial.
Esta relación comercial no es una opción; es una necesidad mutua. México y Canadá han reemplazado a China como socios preferentes, impulsando un nuevo modelo de integración regional.
Estados Unidos: Dependencia por estado
Según los datos de la U.S. International Trade Administration (marzo de 2025), el 28% del total de importaciones estadounidenses provienen de Canadá y México. Sin embargo, esta cifra varía drásticamente por estado:
- Montana: 93%
- North Dakota: 71%
- Vermont: 71%
- Michigan: 69%
- Wyoming: 57%
- Oklahoma: 56%
- Texas: 49%
- Minnesota y South Dakota: 44%
- Utah: 43%
- Illinois e Iowa: 48% y 38%
- Arizona y New Mexico: 34%
La dependencia no se limita a los estados fronterizos. Incluso estados del noreste como Maine (72%) o del medio oeste como Nebraska (38%) están altamente expuestos.
Aranceles: Un muro invisible que también golpea a EE. UU.
El propósito original de los aranceles era proteger la industria nacional, pero el resultado ha sido ambiguo. Las empresas se vieron obligadas a asumir mayores costos de importación, lo que encarece productos para consumidores y redujo la competitividad de exportadores estadounidenses.
Los sectores más afectados incluyen automotriz, manufactura avanzada, agricultura y energía. Muchos productos cruzan las fronteras varias veces antes de completarse. Arancelarlos en cada paso es dispararse en el pie.
¿Una guerra comercial?
Lo irónico es que estos aranceles, pensados para proteger la producción nacional, terminan dañando la eficiencia de industrias clave en los propios estados. Productos más caros, retrasos en las entregas y una pérdida de competitividad son algunas de las consecuencias inmediatas.
Las represalias por parte de Canadá y México también han golpeado a exportadores estadounidenses, cerrando mercados que durante décadas fueron aliados naturales.
Lecciones para la República Dominicana
Este complejo entramado comercial en América del Norte deja una lección clara para la República Dominicana: la integración económica estratégica no es una opción, es una ventaja competitiva.
La República Dominicana, por su ubicación, estabilidad y apertura comercial, podría aprovechar el momentum del "nearshoring", posicionándose como un socio confiable de EE. UU. en sectores como manufactura ligera, dispositivos médicos, tecnología, agroindustria y energía limpia.
Pero para lograrlo, el país debe apostar por:
- Seguridad jurídica y logística
- Educación técnica e innovación
- Reducción de burocracia
- Diplomacia económica activa
El caso de Canadá y México demuestra que el crecimiento sostenido no viene de cerrar fronteras, sino de construir puentes comerciales robustos, justos y resilientes.
Estados Unidos no puede funcionar sin México ni Canadá. Las cifras, los flujos logísticos y la estructura de costos lo demuestran. Los aranceles de Trump, en lugar de proteger, expusieron vulnerabilidades profundas. Cada estado afectado es evidencia de que el proteccionismo desconectado de la realidad global sale caro.
Para la República Dominicana, este escenario debe ser un catalizador. No basta con exportar café, frutas y textiles. Es momento de pensar en grande, integrarse a cadenas regionales y convertirse en un jugador clave del nuevo mapa comercial de las Américas.
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