Con la tensión entre Estados Unidos y Venezuela latente, Donald Trump mueve fichas en la cúpula militar para llevar a cabo un nombramiento en el Comando Sur.
Este comando es el responsable de América Central y del Sur, así como de algunos territorios caribeños, lo que se vuelve más estratégico que nunca desde que el pasado agosto Washington decidió realizar el mayor despliegue naval en el Caribe en décadas.
El máximo mandatario estadounidense nominó al teniente general Francis L. Donovan para suceder al almirante Alvin Holsey, quien anunció a mediados de octubre que dejaría su cargo el 12 de diciembre para jubilarse, luego de tener diferencias con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, por la legalidad de los ataques que se están realizando en el Caribe y en el Pacífico.
Hasta el momento el comando ha llevado a cabo operaciones en 28 ataques, que han causado la muerte de 100 personas, contra embarcaciones que, el Gobierno de Estados Unidos asegura se relacionan con el narcotráfico, aunque no ha mostrado públicamente pruebas de esta afirmación. Expertos en legislación internacional los califican de ejecuciones extrajudiciales.
Se incluye el ataque del pasado 2 de septiembre en el que el Ejército de EE. UU. remató a dos hombres que habían sobrevivido a una embestida inicial, lo cual ha sido objeto de debate en el Congreso estadounidense.
El presidente Donald Trump propuso el ascenso de Donovan al grado de general y su designación como nuevo jefe del Comando Sur, según la lista de nombramientos difundida el viernes por el Departamento de Defensa.
Actualmente como vicejefe del Comando de Operaciones Especiales de Estados Unidos, Donovan es especialista en infantería, reconocimiento y operaciones especiales, con experiencia en misiones de combate, contingencia y despliegues expedicionarios en mar y tierra, de acuerdo con su perfil oficial.
Según medios locales, la experiencia de Donovan en operaciones especiales sugiere un mayor enfoque del Pentágono en posibles misiones encubiertas en América Latina.
Su nombramiento deberá ser ratificado por el Senado de Estados Unidos, donde la Comisión de Servicios Armados examina este tipo de designaciones.
Trump ha señalado a Nicolás Maduro como líder del narcotráfico del llamado Cartel de los Soles, que el pasado noviembre Estados Unidos clasificó como "organización terrorista". En respuesta, Caracas acusa a Washington de buscar una excusa con el objetivo final de lograr "un cambio de régimen" y sacar provecho del petróleo venezolano.
El pasado 12 de diciembre Trump aseguró que los ataques por tierra contra narcotraficantes "van a empezar a suceder", pero no especificó cuándo o dónde.
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Estados Unidos confirma que interceptó otro petrolero cerca de Venezuela
En medio de la presión estadounidense sobre el Gobierno chavista, la Administración republicana confirmó este 20 de noviembre que interceptó un petrolero en aguas internacionales del mar Caribe, frente a las costas de Venezuela.
Los detalles de la operación fueron compartidos por la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem. "En una operación al amanecer de hoy, 20 de diciembre, la Guardia Costera de Estados Unidos, con el apoyo del Departamento de Guerra, interceptó un petrolero que había atracado recientemente en Venezuela", dijo Noem en su cuenta de X.
Según la prensa internacional, la embarcación ondeaba una bandera panameña.
La funcionaria estadounidense hizo énfasis en que Washington seguirá “persiguiendo el movimiento ilícito de petróleo sancionado que se utiliza para financiar el narcoterrorismo en la región”.
Sin embargo, el barco –que se llama Centuries– no forma parte de la lista de petroleros sancionados por la Casa Blanca, de acuerdo a información de un funcionario estadounidense y dos fuentes de la industria de petróleo venezolana citadas por ‘The New York Times’. El diario indica que la embarcación interceptada pertenece a una empresa petrolera con sede en China que traslada crudo venezolano a refinerías de la superpotencia asiática.
Para Jeremy Paner, exinvestigador de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro, “la incautación de un buque no sancionado por EE.UU. supone un nuevo aumento de la presión de Trump sobre Venezuela”.
Dicho esto, horas después de que el ‘Times’ informara sobre la interceptación, el Departamento de Seguridad Nacional confirmó la hipótesis del medio estadounidense. La cartera señaló que, al confirmar la operación, se trataba de un buque que “se sospecha que transporta petróleo sujeto a sanciones estadounidenses”. Por ende, en primera instancia no hubo una confirmación de que el barco hiciera parte del grupo de embarcaciones sancionadas por Washington.
Esta es la segunda embarcación interceptada en el Caribe por el Gobierno de Donald Trump, que la semana pasada incautó el buque Skipper y confiscó el crudo que transportaba.
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Lula avisa sobre un escenario "catastrófico"
Durante una cumbre del bloque Mercosur celebrada en el sur de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva hizo una enérgica declaración contra lo que dijo sería un "precedente peligroso para el mundo".
El brasileño dijo que una "intervención armada en Venezuela sería una catástrofe humanitaria" ante la escalada de acciones de Estados Unidos hacia su vecino, Venezuela.
Lula recordó que más de cuatro décadas después de la Guerra de las Malvinas, entre Argentina y Gran Bretaña, "el continente sudamericano está nuevamente acosado por la presencia militar de una potencia extrarregional".
En la misma reunión, el presidente argentino, Javier Milei, respaldó "la presión" del mandatario estadounidense y calificó al gobierno de Venezuela como un "peligro continental".
Con Reuters, AFP, EFE y medios locales
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