El futuro del Gobierno español se tambalea. El jefe del Ejecutivo de España, Pedro Sánchez, compareció este miércoles 18 de junio a una sesión de control del Congreso, por primera vez desde que el número tres de su partido se viera salpicado la semana pasada por un caso de corrupción. En medio de fuertes cruces de acusaciones, los miembros del Partido Popular pidieron la dimisión de Sánchez, mientras que otras bancadas, incluidos los socios de la coalición, urgieron a acciones más contundentes contra la corrupción. La vía de una moción de censura no está descartada.
Pedro Sánchez cumple su palabra y da la cara en el Congreso a la oposición por primera vez desde que su movimiento político, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fuera sacudido la semana pasada por un nuevo capítulo en el llamado caso Koldo, un presunto entramado de corrupción que salpica a miembros de la bancada gobernante.
Un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil develó la presunta participación en una trama de comisiones ilegales del hasta entonces número de tres de los socialistas y hombre de confianza del presidente del Gobierno español, Santos Cedrán.
Con ese antecedente, este miércoles Sánchez le plantó cara al bloque opositor y, en medio de gritos, cruzó acusaciones con el opositor y derechista Partido Popular (PP) y la ultraderecha de Vox-también empañados en diversos casos de corrupción durante años-, pero también con socios de la coalición de Gobierno, como Esquerra Republicana.
El jefe del Ejecutivo cargó contra el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, a quien en tono desafiante aseguró que “el único adelanto” que va a haber no son unos comicios generales anticipados -como una posibilidad que se abre ante la crisis política- ,sino “la más lógica sentencia de muchos de casos de corrupción a la vuelta del verano que afectan” al Partido Popular.
La declaración provocó la ira de los militantes de ese partido, con gritos que hicieron que la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, llamara la atención a los diputados populares.
Del estado compungido con que ofreció perdón la semana pasada por los "indicios graves" de corrupción de miembros de su partido, Sánchez parece haber pasado al contraataque.
"Por mucho fango que metan, esto no va a opacar el extraordinario momento económico y laboral del país"
Los señalamientos del líder socialista no terminaron allí, sino que por el contrario el presidente del Gobierno definió a la bancada derechista como “una enciclopedia de la corrupción”, dada su larga lista de implicaciones en ese delito, y los retó a presentar una moción de censura.
En cuanto al caso de corrupción que ha puesto al PSOE contra las cuerdas, el dirigente político aseguró que “la corrupción cero no existe", aunque en su movimiento "la tolerancia contra la corrupción es absoluta", acusando al tiempo al PP de expulsar del partido a quienes denuncian prácticas corruptas, en referencia al exdiputado del PP, Pablo Casado.
A su vez, Sánchez reconoció que el entramado de comisiones ilegales “ha sido doloroso” para el partido socialista, a pesar de que los militantes del movimiento han “actuado” frente al caso. “Por mucho fango que metan, esto no va a opacar el extraordinario momento económico y laboral del país”, subrayó Sánchez.
Y, mientras avanzaba la tensa sesión, los miembros del Partido Popular gritaban “dimisión”.
En otro frente, Sánchez también cruzó declaraciones con uno de sus socios de coalición, el partido independentista de izquierdas Esquerra Republicana (ERC). Gabriel Rufián, portavoz de ERC, le pidió al presidente del Gobierno demostrar que no conocían los actos que salpican a Cedrán y que establezca “inhabilitaciones de por vida para quien corrompa”.
Rufián también le exigió al partido socialista “grabarse a fuego” que la izquierda “no roba”, puesto que eso solo se lo puede permitir la derecha, sostuvo.
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¿Una moción de censura a la vista?
En cuanto a la moción de censura con la que Sánchez retó a Feijóo, el PP no cuenta con apoyos suficientes para avanzar en la iniciativa de destitución.
Con todo y eso, el líder de los populares respondió al desafío del jefe del Ejecutivo: “No me faltan ganas, me faltan cuatro votos. Si aparecen, no lo dudaré un instante", sentenció.
El hundimiento del presidente del Gobierno español por una moción de censura provocaría unas elecciones anticipadas, un escenario que podría conducir al fortalecimiento de la ultraderecha en el país europeo, tal y como ocurrió en los anteriores comicios, subrayan los expertos.
Entretanto, el resto de partidos del Congreso que hasta ahora han sostenido el Gobierno de Sánchez, nacionalistas y de izquierda, se muestran duros con el líder socialsita, mientras le piden explicaciones y medidas más concretas contra la corrupción, aunque por el momento han descartado una censura al jefe del Ejecutivo.
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Los detalles de la presunta trama de corrupción
De acuerdo con el informe de la Guardia civil difundido el pasado 12 de junio, Santos Cedrán habría fungido como el gestor de un tejido de corrupción para adjudicar obras públicas como Acciona, Ferrovial o Sacyr, a cambio de coimas.
El reporte de 490 páginas del órgano central de la Policía Judicial muestra cómo la supuesta trama se habría delineado desde Sevilla (sur) y Murcia (sureste) hasta Barcelona (noreste) y Logroño (norte).
Los diversos audios que hacen parte del informe registran las voces de Cerdán, José Luis Ábalos, para el momento de muchas de las grabaciones ministro de Transportes, y Koldo García, entonces asesor de Ábalos.
Según las investigaciones, estas prácticas ilícitas habrían tenido lugar a lo largo por lo menos desde hace una década. Todo esto salpica a un partido que llegó al poder con la promesa de combatir la corrupción tras los múltiples casos del entonces gobernante PP.
Los implicados siguen alegando su inocencia.
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Con EFE y medios locales
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