La celebridad estadounidense Kim Kardashian declaró este martes 13 de mayo ante un tribunal de París, donde aseguró que perdonaba al principal acusado por el robo a mano armada que sufrió en 2016, cuando le fueron hurtados 10 millones de dólares en joyas de su habitación de hotel. En un juicio que se prolongará hasta el 23 de mayo, Kardashian también reveló que temió por su vida durante el atraco, en el que fue retenida a punta de pistola.
La estrella de televisión y empresaria estadounidense, Kim Kardashian, declaró este 13 de mayo ante un tribunal de París, donde indicó que perdona al principal acusado de retenerla a punta de pistola para robarle 10 millones de dólares en joyas en su habitación de hotel en 2016.
"Tenía tantas ganas de ser abogada y luchar por la gente (…) Siempre he creído en la segunda oportunidad", sostuvo entre lágrimas en el juicio tras escuchar la carta de disculpa de Aomar Ait Khedache.
Dirigiéndose a él, agregó: "Te perdono por lo ocurrido, pero eso no cambia la emoción, los sentimientos, el trauma y la forma en que cambió mi vida. Gracias por la carta".
Durante su testimonio, Kardashian también afirmó que temió por su vida en el atraco ocurrido durante la semana de la moda en París.
Diez sospechosos están siendo juzgados desde finales de abril por el robo a mano armada de 2016, en el que Kardashian sufrió el hurto de joyas por valor de unos 10 millones de dólares.
El juicio ha atraído una enorme atención mediática, con cerca de 500 periodistas acreditados, y multitudes congregadas en torno al tribunal, en la isla de la Cité (en el río Sena) de la capital francesa, a primera hora del martes, con fans que esperaban acercarse a la celebridad.
"Vine a París para la Semana de la Moda y París es siempre un lugar que amo mucho", señaló Kardashian al dar al tribunal su relato de la noche del 2 al 3 de octubre de 2016, cuando fue robada, mientras se alojaba en un exclusivo y discreto hotel del centro de París.
Estaba en su habitación de hotel, "con mi mejor amiga abajo, mi hermana y mi amiga y mi madre, todas habían salido a pasar la noche", detalló, cuando oyó "pisotones" en las escaleras y personas que supuso "que eran policías porque iban de uniforme" que entraron en su habitación.
"Entonces oí a uno de los señores decir 'ring' varias veces, 'ring', 'ring' y señaló con el dedo con acento", relató, añadiendo que al principio no entendió que era por sus joyas.
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Recé por mi familia
El hombre encontró entonces lo que buscaba, un anillo de diamantes regalado a Kardashian por su entonces marido, el rapero Kanye West, y valorado en 3,5 millones de euros (3,9 millones de dólares).
Los asaltantes empezaron entonces a buscar más objetos de valor, amenazaron a Kardashian con una pistola y la ataron con una cremallera, contó ella, visiblemente emocionada.
"Estaba segura de que iba a dispararme, así que recé por mi familia", dijo, añadiendo que rezaba “para que tuvieran una buena vida después de ver lo que vieron”.
"Pensé que iba a morir", añadió.
También temió que la violaran, pero el hombre de la pistola le "cerró las piernas" y le "puso una cinta en la pierna", describió.
En el robo, calificado por la prensa francesa como el "atraco del siglo", los enmascarados se llevaron joyas de varios millones de dólares.
Los acusados son en su mayoría hombres de entre 60 y 70 años con antecedentes penales.
Tienen apodos del hampa, como 'Viejo Omar' y 'Ojos Azules', que recuerdan a los de los bandidos franceses de la vieja escuela de las películas de cine negro de los años sesenta y setenta.
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Llorando histéricamente
Aomar Ait Khedache, de 68 años, conocido como 'Viejo Omar', admitió haber atado a Kardashian, pero niega ser el cerebro del robo.
Otro sospechoso en el banquillo, Yunice Abbas, de 71 años, escribió posteriormente un libro sobre el robo.
En él describe cómo su bolsa quedó atrapada en la rueda de su vehículo de huida, una bicicleta, lo que le hizo caerse y tener que forcejear para volver a meter el botín en la bolsa.
Los investigadores afirman que un hombre llamado Gary Madar, hermano del chófer de Kardashian en París, avisó a los sospechosos de que la celebridad estaba "en territorio francés".
Esta acusación fue ridiculizada por el abogado de Madar, que ha señalado que 350 millones de seguidores en Internet ya conocían el paradero de la estrella.
La noche del robo podría haber sido muy diferente si Kardashian se hubiera unido a su hermana Kourtney y se hubiera ido de discoteca, una idea que barajó antes de decidir quedarse en el hotel, según escuchó el tribunal la semana pasada.
Su chófer designado, Michael Madar -cuya empresa facturaba a la pareja Kardashian/West hasta 400.000 euros al año por proporcionarle seguridad- había estado trabajando sin parar durante 21 horas y pidió a un compañero que le sustituyera para ir a la discoteca.
El sustituto, Mohammed Q., y un guardaespaldas de Kardashian, Pascal D., volvieron corriendo al hotel después de que Kardashian intentara llamarles y luego no contestara el teléfono cuando volvieron a llamar.
Cuando Pascal D. la encontró, Kardashian "estaba en un estado terrible. Estaba llorando histéricamente", declaró al tribunal.
La celebridad estadounidense, descrita a veces como "famosa por ser famosa", se dio a conocer a principios de la década de 2000 gracias a los reality shows de televisión, antes de lanzar marcas de ropa y aparecer en varias películas.
Es una de las personas más seguidas del mundo en Instagram y X.
Ha sido nombrada entre las 100 personas más influyentes por la revista 'Time' y entre las mujeres más poderosas por la revista 'Fortune'.
Está previsto que el juicio finalice el próximo 23 de mayo.
Con AFP
Este artículo fue adaptado de su versión original en inglés
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