La tensa convivencia de Juan Ayuso en el UAE-Team Emirates llegó a su fin en plena Vuelta a España, donde era considerado un candidato, aunque para él estaba claro que su entrada a última hora en sustitución de Tadej Pogačar era muy poco auspiciosa. Pero las señales de alerta habían sonado mucho antes, con un ascenso al Col du Galibier en 2024 que dejó en evidencia la nula alineación entre sus objetivos y los del equipo. Así reventó el lazo que los unía.

Tadej Pogačar se encaminaba a dominar la cuarta etapa del Tour de Francia 2024 y el UAE en pleno trabajaba para desgastar a los rivales mientras el esloveno iniciaba su ataque para coronar el Col du Galibier. Todos menos Juan Ayuso, que se había quedado atrás. Hizo falta un ademán enérgico de Joao Almeida para que el español tomara el relevo.

Todos trataron de pasar la página, aunque Ayuso no dejó de apuntar que el gesto “estaba de más”.

Pogačar terminó ganando la etapa y luego dijo que hasta una declaración de amor podía sonar como un reclamo en medio del fragor de la carrera. Pero la herida estaba abierta y el episodio fue una gota más en el vaso ya colmado de Ayuso.

La verdad es que después de eso, Pogačar, el líder indiscutible del UAE, solo contó dos veces más con Ayuso en su equipo, ejerciendo un “poder de veto” ganado a fuerza de elevar a la escuadra a los primeros planos.

El comunicado publicado por UAE en la jornada de descanso de la Vuelta a España para dar por terminada antes de tiempo la pasantía de Ayuso por sus filas hablaba de una “falta de alineación con la filosofía deportiva del equipo”…y no estaba lejos de la verdad.

El español ambicionaba un mayor protagonismo, y creía habérselo ganado en su primer gran giro con la camiseta emiratí: un tercer lugar en la Vuelta a España 2022 que lo convirtió en el segundo corredor más joven de la historia en ocupar un lugar en el podio de una de las tres grandes carreras del ciclismo.

Pero no solo la figura colosal de Pogačar eclipsó la lucha de Ayuso por un papel principal. Ya en la Vuelta a Cataluña de 2022 había protagonizado un primer choque con Almeida, cuando una falla de coordinación entre ambos terminó entregando la victoria a Sergio Higuita. En el último año, su distanciamiento de los planes del UAE no hizo sino crecer.

Una brecha cada vez más grande

Después del episodio del Col du Galibier con Almeida, el español terminó abandonando el Tour en la etapa 13. Este año comenzó con victorias auspiciosas en la primavera, entre ellas la clásica Tirreno-Adriático, pero a la hora de la verdad, en el Giro de Italia, el UAE no brilló gracias a él sino a Isaac del Toro.

Ayuso ganó la séptima etapa y estuvo cerca de enfundarse la ‘maglia rosa’, pero en la novena, la caída de Primož Roglič y Tom Pidcock lo hizo tambalearse y perder el contacto con los fugados, mientras el mexicano se lanzaba a la conquista del liderato de la general, que mantendría hasta la etapa 19.

Y por supuesto, el respaldo del equipo -prometido a Ayuso como jefe de filas original del UAE- se desplazó automáticamente hacia Del Toro, aunque el cambio de planes jamás fue oficializado. Al final, una picadura de insecto lo obligó a un segundo retiro en fila en una grande.

Lo que siguió para él fue una larga espera por definir su papel de cara a la Vuelta a España. Pogačar tenía el giro ibérico en sus planes, dependiendo de qué tan desgastado lo dejara el Tour. El español era la primera reserva, que se activó apenas el esloveno canceló los planes de tomar la salida en Turín.

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Pero mientras esperaba a que Pogačar deshojara su margarita, Ayuso debió haber comenzado a mirar más allá del UAE, porque contrató un nuevo representante, Giovanni Lombardi.

De entrada, intentaba aplacar las expectativas en torno a sus posibilidades en la Vuelta.

“Soy una incógnita, veré cómo me encuentro para ir fijando el objetivo”, declaró.

Desde el comienzo del giro ibérico se hablaba de una salida anticipada del cuadro emiratí y se mencionaba una posible llegada a Lidl-Trek, de acuerdo con la versión del diario italiano ‘Gazzetta dello Sport’.

Su victoria en la séptima etapa no afectó el liderato, que para el momento estaba en manos del noruego Torstein Traeen, y Ayuso volvía a encontrarse en la misma situación del Giro de Italia, con el UAE oficialmente a su servicio, pero en la práctica apostando a un buen resultado de Joao Almeida.

El portugués terminó de tensar la cuerda después de la etapa de Valdezcaray ganada por Vingegaard. “Eché un poco de menos a mis compañeros. Ninguno estuvo conmigo en el final”, le dijo al diario ‘Marca’ luego de terminar tercero.

Voces tan autorizadas como la del doble ganador de la Vuelta Alberto Contador cuestionaron la actitud de Ayuso, que se quedó rezagado mientras su compañero marchaba expuesto y se desgastaba.

“¿Por qué se ‘sentó’? Nadie esperaba eso. Sospecho que será la última vez que se le permitirá tomar ese tipo de decisiones”, anticipó Contador en su papel de analista para las transmisiones de ‘Eurosport’.

Un día después, durante la jornada de descanso, llegaba el comunicado del UAE anunciando la salida de Ayuso, que tenía contrato hasta 2028, y al día siguiente, antes de la reanudación, llegaba también la explosión del español.

“Es más bien una dictadura, algo unilateral, (una demostración) de poder sobre ti”, explotó Ayuso antes de la partida de la décima etapa, molesto porque aseguraba que el acuerdo era oficializar la salida después de la Vuelta.

“Tengo claro que lo han hecho para tratar de dañar mi imagen”, agregó.

Ayuso se refería a “una falta de respeto tras otra en la dirección del equipo” que dificultó su integración, y aun así, trabajó como el resto del UAE apenas se apartó de los micrófonos, para ayudar a preservar la presencia de Almeida en el podio.

¿Cómo se ve el futuro de Ayuso?

El primer gran desafío inmediato para Ayuso es volver a ser confiable como compañero de equipo después de la tormentosa ruptura con UAE, borrar la imagen de atleta conflictivo que le dejan los últimos años de tropiezos y desencuentros.

Su calidad como competidor no está en duda. A sus 22 años ha probado de forma convincente su talento y probablemente tenga mucho más por desarrollar o revelar.

Su referente más auspicioso puede ser Jasper Philipsen, que dejó el UAE más o menos a la misma edad que él y desde entonces ha conseguido varios de sus mejores resultados.

Hasta 2021, cuando se fue, el mejor año de Philipsen había incluido tres victorias como profesional. Desde entonces, ha sumado más de 50 con el Alpecin-Deceuninck, incluyendo varios días con la camiseta de líder en el Tour y la Vuelta.

Si el futuro de Ayuso está efectivamente ligado a Lidl-Trek, se encontrará en una divisa que tiene en pleno desarrollo su proyecto sub-23, pero también en la que el colectivo es tan importante como en UAE, donde se puede ver a estrellas como Giulio Ciccone o Mads Pedersen trabajando uno para el otro.

Cuenta con figuras consolidadas como Ciccone, su mejor escalador -actualmente en el top 10 de la general de la Vuelta-, hombres de clásicas como Pedersen, polivalentes como Mattias Skjelmose y grandes velocistas como Jonathan Milan, pero necesita a un corredor que los posicione bien en las grandes carreras y para eso puede servir la adición de Ayuso.

Puede que sea el mejor momento para abandonar un proyecto en el que sus objetivos personales no calzaban, solo que tal vez el español hubiera preferido una despedida menos turbulenta.

France24

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