Con cada minuto que pasa, desde la madrugada del 4 de julio, cada vez son menos las esperanzas de encontrar sobrevivientes de las devastadoras inundaciones de Texas. A menos de 24 horas de la emergencia, eran 27 las niñas desaparecidas. Cinco días después, esa cifra supera las 180 personas.
Algunos ya perdieron la esperanza de encontrar vivos a sus familiares desaparecidos. Sin embargo, su luto está suspendido.
“Le he hablado mucho a mi mamá, que por favor no se esconda más, que la amamos. Quiero encontrarla, aunque ya no será igual, pero quiero tenerla ahí para lo que viene”.
Angélica Torres, con un azadón en mano y botas altas que se entierran entre el lodo, busca a su madre, Alicia Olvera, quien celebró sus 68 años hace dos semanas. Ella es una de las más de 180 personas que desaparecieron en las devastadoras inundaciones en varias zonas de Texas.
“Llevamos desde el sábado buscando a mi madre y no hemos tenido resultados. Estamos pidiendo a la comunidad si nos pueden mandar más ayuda”, contó Torres desde Hunt, una de las áreas más afectadas por las fuertes lluvias que provocaron el desbordamiento del río Guadalupe.
“Lo que más queremos es encontrarla, me gustaría con vida, pero a estas alturas hemos perdido las esperanzas de encontrarla con vida, pero ojalá nos ayuden para encontrarla y darle seguimiento a lo que sigue (enterrarla)", agregó.
El esposo de Alicia, José Olvera, murió en las inundaciones. A él, cuenta su nieto Javier Torres, lo encontraron muerto entre los escombros, junto con otros dos niños. Más de 100 cadáveres han sido hallados en estos días.
Queda poco del barrio que Torres visitaba cuando era pequeño. Hoy está lleno de escombros, ramas y árboles por todo lado. Pero recuerda con cariño las épocas con sus abuelos. “Solíamos venir y tenían una piscina, solíamos venir todo el tiempo con mis primos y mi familia, solíamos venir a hacer barbacoas y simplemente pasar el rato con la abuela y el abuelo", rememoró.
¿Quiénes son los desaparecidos de Texas?
Reese, Joyce, Mike y Charlene, Ana, Cody y Michelle, Aidan, Jayda, Tianna, Bobby, Cile, Carol y Richard, Tasha y Joel, Katherine, Penny y Bruce…
La lista supera los 180. Todos ellos fueron reportados por sus familiares y siguen desaparecidos. El listado no es oficial, las autoridades evitan dar una cifra final porque cada día varía hacia arriba el número de personas que no han sido localizadas tras el muro de agua que arrasó varias zonas de Texas.
En redes sociales, se publican los nombres, las fotografías y el número de contacto por si tienen alguna información. En esta lista consta Alicia, la madre Angélica. Hay otros nombres, que aparecen con la palabra ‘Found’ en rojo, cuando su cuerpo sin vida fue hallado, como en el caso de José.
Mientras que otros nombres tienen la frase ‘Found Safe’ para señalar que una persona fue encontrada y está a salvo. Cada día, la lista se actualiza. La comunidad intenta organizarse en medio del caos que ha dejado esta emergencia.
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Muchas son niñas o adolescentes que llegaron hasta los campamentos de verano, como el ‘Camp Mysthic’, donde el agua cubrió en la madrugada del viernes las cabañas, sobre todo, de las niñas de entre los 8 y 13 años, que estaban ubicadas más cerca del río.
Al menos 27 niñas y consejeras del campamento cristiano murieron, mientras que otras monitoras y campistas siguen desaparecidas.
Un amargo 4 de julio
Al ser 4 de julio, festivo por la Independencia de Estados Unidos, muchos habían acudido a otros puntos turísticos de esta zona de Texas.
Las autoridades han estado buscando más información sobre aquellos que estaban en Hill Country, un popular destino turístico, pero que no se registraron en un campamento o un hotel y pueden haber estado en el área sin que mucha gente lo supiera, posiblemente en casas rodantes o en carpas para pasar el festivo ese día.
La mayoría de cuerpos rescatados han sido ubicados en las riberas y colinas del condado de Kerr, a lo largo del río Guadalupe, que están repletas de cabañas vacacionales, campamentos juveniles y zonas de acampada.
Otros simplemente fueron a visitar a sus familias, aprovechando el verano y el festivo, pero se encontraron con el agua entrando por las ventanas de las casas y destruyendo todo a su paso.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, dijo el martes que no detendrán hasta encontrar a todas las personas desaparecidas.
“Sepan también que es muy probable que se añadan más a esa lista”, mencionó.
"Era como un muro gigante", el relato de los supervivientes
Christian Fell fue uno de los que decidió visitar ese fin de semana a sus abuelos, en una casa a las riberas del río Guadalupe. Dormía en un colchón inflable cuando sintió, a las 03:00 de la mañana, que el agua le llegaba a los talones. En pocos minutos, contó, el agua arrasó con el techo en la parte posterior de su casa.
El joven de 25 años es uno de los sobrevivientes. Al abrir la puerta para intentar salir y huir en su camioneta, el agua salió a borbotones por la entrada. "Era como un muro gigante; intenté cerrar la puerta pero no pude, la corriente era muy fuerte", relató a EFE.
Sillas, sofás, mesas y su colchón inflable estaban ya flotando. Miró a su alrededor y vio su escape: una ventana.
Nadó hacia la que era su única salida en ese momento y se agarró a los tubos de metal que salen del contador de energía y están pegados a una de las paredes exteriores de la casa.
Pasó tres horas ahí, aferrado a los tubos, con el agua hasta las rodillas, hasta que la corriente bajó y llegó la Policía.
El rescate de animales
Un grupo de residentes de Kerr está tratando de ayudar a los animales que quedaron atrás. “Sigo diciendo que es muy difícil encontrar un poco de luz en esta situación porque es realmente devastadora”, dijo Brooklyn, de 18 años.
Cuenta que, de entre el barro, un gato muy pequeño corrió hacia ella para encontrar refugio. “Es muy, muy devastador”, declaró.
En ‘Kerrville Pets Alive’ recogieron una perrita. “Descubrimos que se llama Chloe, pero la encontraron en la inundación y sus tenedores habían fallecido”, contó Lauren Singleton, residente de Kerr.
Buscaron la forma de encontrar a algún familiar de los dueños, hasta que encontraron al hijo. “Pudimos reunirla con él. Fue un final feliz para algo que sigue siendo tan devastador. Pero ver a la familia, tan feliz con un perro en brazos, fue surrealista”, comentó.
Mike Wong, empleado de Servicios para Animales de Kerr, dijo que han rescatado algunos caballos, muchos perros y algunos gatos. “Ahora mismo me dirijo a ver cómo están unos gatos que llevan al menos tres días sin vigilancia. Están en perreras, así que intentaremos ir allí a ver si podemos entrar en la casa”, afirmó.
Las autoridades han pedido a los residentes que se queden en casa y evitar las carreteras, pero en medio de la devastación, cuentan sus residentes, todos se vuelven familia y apoyan con lo que pueden.
“Es muy difícil quedarse en casa sin hacer nada, cuando podrían estar tu familia, tus estudiantes o tus compañeros de trabajo (desaparecidos)”, afirma Laura Singleton, residente en Kerr.
Mientras tanto, los rescatistas están concentrados en brindarles a las familias de los desaparecidos algún cierre al caso. Ellos, por su parte, esperan iniciar su luto suspendido por el barro.
Con AP, AFP, EFE y medios locales.
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