Pedro Henríquez Ureña eleva la historiografía a arte literario y reflexión moral.

Su texto no solo documenta el pasado dominicano, sino que lo interpreta desde una ética humanista, donde la independencia aparece como un proyecto inacabado de dignidad colectiva. Por su profundidad analítica y belleza estilística, esta obra sigue siendo un faro para comprender la complejidad histórica y cultural de América Latina.

Pedro Henríquez Ureña (1884–1946), uno de los intelectuales más influyentes del pensamiento hispanoamericano, aborda en este fragmento de De mi patria (1974) la historia de la República Dominicana desde su fundación colonial hasta la consolidación de su independencia (siglos XV–XIX). Su enfoque trasciende la crónica para construir una narrativa cultural de la nación, en la que confluyen el rigor documental, la reflexión filosófica y una prosa elegante y sobria.

Pedro Henríquez Ureña.

Un ensayo histórico-literario

“La Emancipación y primer periodo de la vida independiente en la isla de Santo Domingo” (p. 141), incluido en De mi patria, es una de las piezas más lúcidas, estructuradas y culturalmente densas del pensamiento dominicano. No se trata solo de un relato de hechos, sino de una interpretación cultural del ser nacional. Leído desde hoy, el texto conserva una vigencia absoluta por su compromiso con una ética del conocimiento, su sentido formativo y su apuesta por una ciudadanía crítica.

Henríquez Ureña despliega una escritura que va más allá de la historiografía para alcanzar una verdadera “novela de la nación”, donde el relato del pasado adquiere resonancias literarias, filosóficas y pedagógicas. La historia, en sus manos, no es solo memoria, sino promesa.

Estilo y visión crítica

El estilo de Henríquez Ureña se caracteriza por su claridad expositiva, su sobriedad lingüística y su capacidad de síntesis. La estructura oracional es amplia y modulada, lo que le permite desarrollar ideas complejas con fluidez y precisión. Su tono, elevado pero accesible, proyecta una voz de autoridad serena que analiza con mirada crítica, sin renunciar a la esperanza.

Su léxico evita el exceso retórico, pero alcanza momentos de lirismo: llama a Santo Domingo “la Atenas del Nuevo Mundo” y describe la emigración intelectual hacia Cuba como una “diseminación de luces”. Recurre con maestría a enumeraciones rítmicas, referencias culturales y prosopografía histórica, engrandeciendo el relato sin caer en grandilocuencias vacías.

El narrador es omnisciente, pero adopta una postura ética. Interpreta y valora los procesos desde una perspectiva nacionalista ilustrada, sin caer en chauvinismos. Su patriotismo es crítico, racional y comprometido con la educación y la cultura.

Recursos discursivos destacados

Entre los recursos más notables del texto se encuentran:

La antítesis histórica: esplendor/decadencia, libertad/ocupación, civilización/barbarie.

La prosopografía intelectual: Duarte, Sánchez, Báez, junto a poetas, juristas y pensadores.

La metonimia cultural: instituciones como la Universidad, la imprenta o la prensa son símbolos de la conciencia nacional.

El ritmo narrativo progresivo: cada etapa del relato encarna un momento de tensión o redención.

Estos recursos permiten construir una visión de la historia como proceso cultural y moral, más que meramente político o militar. La independencia no es para Henríquez Ureña un suceso puntual, sino una tarea inacabada de formación ciudadana y dignidad colectiva.

Aportes historiográficos

Este ensayo aporta una comprensión profunda del proceso emancipador y sus tensiones, desde una perspectiva crítica:

Historia cultural: Prioriza los procesos educativos y simbólicos (Universidad de Santo Tomás, prensa, sociedades literarias) sobre lo militar.

Crítica al caudillismo: Denuncia las contradicciones de figuras como Santana o Báez, que, pese a defender la independencia, instauran regímenes autoritarios (ej. el artículo 210 de la Constitución de 1844).

Enfoque transnacional: Relaciona la historia dominicana con Haití, España, Francia, Cuba y la Revolución Francesa. Integra así la historia insular a una visión americana y universal.

Estructura del relato histórico

Henríquez Ureña divide el periodo en tres grandes movimientos:

Esplendor colonial temprano (1494–1600):
La centralidad de Santo Domingo como vanguardia cultural del continente.

Declive prolongado (siglos XVII–XVIII):
Decadencia económica, despoblación, ataques extranjeros, pérdida de hegemonía.

Proceso emancipador (1795–1873):

Cesión a Francia (Tratado de Basilea);

Ocupación haitiana (1822–1844);

Independencia (1844);

Guerras dominico-haitianas;

Intentos de anexión a España y Estados Unidos;

Restauración (1865);

Consolidación nacional.

El autor no idealiza el proceso ni a sus actores. Señala la fragilidad institucional, la fragmentación política, las contradicciones ideológicas y el riesgo de un patriotismo vacío. Muestra el choque entre ideales y prácticas: el discurso liberal frente al autoritarismo real.

Una historia para repensar el presente

Este texto es esencial para:

Comprender los fundamentos culturales e identitarios de la dominicanidad.

Enseñar la historia nacional desde un enfoque integral, humanista y crítico.

Revalorar el papel del intelectual como mediador entre pasado y porvenir.

Henríquez Ureña revela que la historia dominicana no puede explicarse solo desde la guerra o el poder político: es también una travesía por la palabra, la educación y la cultura. La independencia, según su visión, es una ética más que una hazaña: una construcción incesante de ciudadanía digna y pensamiento libre.

Pedro Henríquez Ureña logra un equilibrio extraordinario entre rigor histórico, sensibilidad literaria y conciencia crítica. Su texto se lee como crónica lúcida del nacimiento convulso de una nación, pero también como llamado ético a pensar la historia desde la dignidad, la educación y la memoria.

Es, en definitiva, una obra indispensable para repensar la identidad dominicana desde sus raíces intelectuales y culturales. Literatura de la historia e historia de la palabra patria.

Ike Méndez

Poeta, educador y ensayista

Ike Méndez es ensayista y metapoeta dominicano. Coautor de obras como *"San Juan de la Maguana, una Introducción a su Historia de Cara al Futuro"* (Primer premio en el Concurso Nacional de Historia 2000) y *"Símbolos de la Identidad Sanjuanera"* (Segundo premio en 2010). Ganó el Segundo premio en el Concurso de Literatura Deportiva “Juan Bosch” (2008) y colaboró en la serie *"Fragmentos de Patria"* de Banreservas. También coeditó las antologías *"Voces Desatas"* (poesía, 2012) y la primera antología de cuentistas sanjuaneros (2015). Ha publicado seis poemarios: *Al Despertar* (2017), *Flor de Utopía* (2018), *Ruptura del Semblante* (2020), *Baúl de Viaje* (2022), *Al Borde de la Luz* (2023) y *El Joyero de Ébano* (2024), que reflejan una evolución poética constante. E-mail: jemendez@claro.net.do

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