Que la integridad y el entramado de un abrazo, boscaje, en el poema  “Viaje a las espesuras”, haya sido reclamado como la fuente primigenia, decisiva, del orden de todos los objetos, entiba, en la voz del poeta Ramón Antonio Jiménez,  el flujo inmanente, “el oleaje es una bandada de pájaros”, tenaz, “aletear de espumas”, entre la naturaleza y lo viviente en cuanto al ritmo, “migraciones de paisajes”, de absoluta interdependencia y complementariedad  en todo lo creado.

Ramón Antonio Jiménez, del “Viaje a las espesuras” y otros objetos

Así, pues, el hombre, el bardo  mismo, se percibe reintegrado, “Me palpo”, a esa  eufonía de transformación y cambio inherente al origen y guía de todas las señales emergentes, “voy con ellas de regreso”, más allá de las fuerzas tanto visibles como invisibles del cosmos y, en consecuencia, compromisorias de la euritmia latente en la complejidad del EQUILIBRIO Y OTRAS OBSESIONES, obra contentiva del poema ventilado.

Ramón Antonio Jiménez, del “Viaje a las espesuras” y otros objetos

De hecho, luego de los primeros cinco versos, el poeta acude, material en mano, al principio explanatorio que, similar a las tradiciones religiosas y filosóficas del Lejano Oriente o al paralelismo, metafórico, entre la física moderna y el misticismo oriental, rige la unidad del universo, “Todas las cosas se entretejen / Entre raíces comunes”. A pesar de la cuña del dualismo que asierra, infructuoso, “nada es separado”, al desposorio del espíritu y del cuerpo, el entendimiento, res cogitan, y la materia, res extensa. Per se, a la dinámica e interrelación cíclica de todos los opuestos como nexo manifiesto, “todo se abraza a su opuesto /  se sostienen unas a otras / se aman y gotean sobre sí mismas”, por el auge  trascendente del Logos.

Ahora bien, en virtud de los enunciados contradictorios o paradójicos de la lengua, ¿cómo podríamos embragar nuestras experiencias íntimas, fragmentarias, “contorno de luz”, con los símbolos y conceptos que, a saber, quizás, “obsesiones”, empeños del poeta, “nunca logran fijar las palabras” que se agotan?

Ramón Antonio Jiménez, del “Viaje a las espesuras” y otros objetos

Viaje hacia las espesuras

El oleaje es una bandada de pájaros

aletear de espumas

sobre migraciones de paisajes

Me palpo

voy con ellas de regreso

Todas las cosas se entretejen

Entre raíces comunes

nada es separado

todo se abraza a su opuesto

se sostienen unas a otras

se aman y gotean sobre sí mismas

Debo decir estos contornos de luz

que nunca lograr fijar las palabras