“Don Pascual”, un refugiado español visionario y con las mejores manos para la madera. El ebanista de presidentes y los más grandes comercios y hoteles del escenario urbano dominicano y del Caribe en el Siglo XX. Trabajó para el dictador dominicano Rafael Trujillo desde su primer mandato, y continuó décadas después con encargos del estado y trascendentes pedidos internacionales. Un personaje con la agradable casualidad de contar con sucesores generacionales quienes continuaron su legado rumbo a 100 años. Los hechos y su valorización ocupacional sustentan el histórico de excelentes relaciones diplomáticas, por quien elaboró muebles históricos que son patrimonio cultural de la nación Dominicana.

José Pascual Palacios García (1891-1971) – Colección Sergio Cross.

Julio Pascual Palacios García (1891-1971) “El Fundador”

Don Pascual Palacios nació en España en 1891. Hijo de Armando Palacios Bailon y Marcia García de Palacios, una familia de Zaragoza, en Aragón, España. Era un hombre creativo y carismático. Emigró de España por 1906 para evitar el servicio militar obligatorio. Llegó a Francia como primera parada, luego embarcó para la Argentina. Pero, años más tarde fue a Cuba para crear su primer taller donde practicó la escultura y talla por unos años.

Etapa inicial en “La Perla del Caribe”

En Cuba se habían fundado academias gratuitas de artes por Ana María González en 1924. En Cienfuegos, Camagüey, Santiago y La Habana, el resplandor artístico era exponencial. Las manifestaciones arquitectónicas valorando la época colonial avanzaban a un ritmo firme hacia la industrialización de todas las ramas artísticas aplicables a edificación, interiorismo e incluso en la conservación y restauración de monumentos. En dichas manifestaciones, los techos y artesonados, así como balcones a ebanistas. Igual que ventanas coloniales, puertas, mamparas, escaleras, barandas, persianas, celosías, también se encargaban a estos.

La “regencia”, el “art Nouveau”, y otros estilos que también eran hechos en Cuba, incluyeron versiones y reproducciones de muebles coloniales, americanos y europeos. La época republicana tuvo influencia española. italiana y francesa tanto para la arquitectura, sus herrajes, su mobiliario y sus elementos compositivos. Las artes industriales cualidad por la que Palacios se inclinó, había repercutido con la ornamentación renacentista igual que la rejería y muebles españoles. La Habana era ciudad cosmopolita y Pascual se adaptó. En La Habana, entidades como Morales y Compañía (en Infanta) y San Lázaro trabajaban el estilo florentino y el taller de herrería de Narciso Mariño trabajaba diversas verjas y arte del metal como balcones, piezas para mobiliario y otros elementos característicos en su entonces emergente discurso. De esa época destaca el portón de entrada al estilo renacentista francés en El Vedado, de la Familia Calzada, muy similar a los portones de la cancillería dominicana en la herrería.

Palacio Provincial de la Biblioteca José Martí (Villa Santa Clara) Cuba, Calle Colón frente al Parque Leoncio Vidal, centro artístico-literario Construida entre 1905 y 1912, de arquitectura ecléctica – Fuente Externa

Etapa inicial en Cuba de los años 20

La enseñanza profesional artística en Cuba abarcó desde: cajistas, la imprenta, la encuadernación, sastrería, zapatería, carpintería, ebanistería y talla, escultura, dorado, cerrajería y estereotipia. Razón de tantos españoles emigrar a otros países latinoamericanos desde allí, profesionales y artistas de excelencia. Con el paso del tiempo, fue evolucionando una cultura de consumo que alimentó las artes y oficios. Las familias acaudaladas propiciaron clases a domicilio y los estilos ingleses Chippendale, Addam, Hepplewhite y el Sheraton. Aumentaron el temario de los estilos de muebles. El “living room” de Luis San Tello en El Vedado, es un magnífico ejemplo del Chippendale. Era enseñanza complementaria. Academias como la Carmen de Pazos, donde el repujado de cuero y el metal, se asumían también con clases particulares. Fue en Santa Clara que las artes industriales en madera formalizaron con muebles como los de la Familia de Del Valle. De la Biblioteca José Martí, entre otras obras había hay homonimia con la ebanistería del Palacio Nacional Dominicano. El rediscutido y cambiante diseño arquitectónico del Palacio Nacional Dominicano (diseñado en 1939), tuvo influencias cubanas, españolas e italianas en su arquitectura y artes decorativas. Esto, considerando la morfología del Capitolio Nacional de Cuba, inaugurado en 1929 siendo crucial para un neoclásico ecléctico donde la Rotonda o Villa Capra (1566) de Palladio, se contempla en esencia para el mismo en Santo Domingo.

Perspectiva aérea de Santo Domingo de Guzmán en 1920, primada de las Indias con proyección del Parque Internacional Colón – Colección Sergio Cross

Aproximación a República Dominicana

“La Andaluza”, establecido en 1913, era en República Dominicana uno de los talleres de ebanistería de mayor prestigio. Situado en Sánchez y transportaban muebles a las provincias dominicanas. Los socios eran el Sr. Antonio Martínez Pérez y Don Ramón Berrocal, el gerente. Importaban maderas de los Estados Unidos y Europa. También tenían la representación de casas extranjeras. Martínez Pérez era vicecónsul de España, en Sánchez, San Pedro de Macorís y La Vega en 1920.

La fábrica de muebles La Andaluza (1913) establecida por inmigrantes españoles en República Dominicana es un antecedente de le ebanistería y situada en “Sánchez” importaba a las diferentes provincias dominicanas – Colección Sergio Cross

Llegada de Palacios

Pascual Palacios llegó a República Dominicana en el Vapor presidente Machado y se establece de 1927 a 1929. Instaló un taller primero en la Avenida Independencia 15. Ya asentado en Santo Domingo residía en la calle Arzobispo Portes 137, luego en la Calle Beller 5, y se mudó posteriormente a la calle Estrelleta 35 junto con Manuela Guerrero, dominicana oriunda de Azua, su esposa. Procrearon a: Olga, Eduardo y Amalia. Residió posteriormente en la Paraguay 174.

El “Vapor presidente Machado” fue el primer barco de pasajeros adquirido por Cuba y con la salida del poder de Gerardo Machado (1925-1933), lo rebautizaron con el nombre "Cuba" – Colección Sergio Cross.

Iniciando un taller de carpintería evolucionó a ebanistería. Desde inicios y siendo de los primeros españoles en llegar a República Dominicana. Logró repeler el duro período de la Guerra Civil Española (1936 – 1939). Mantuvo por décadas una relación comercial con el ingeniero puertorriqueño, Félix Benítez Rexach. Su cercanía con Trujillo se fortaleció por medio de José Almoina Mateos (asesinado en México en 1960 por el régimen Trujillista) quien era el preceptor de Ramfis Trujillo. Por sus trabajos en el Consejo Administrativo. Palacios ya conocido, entonces catapultó su reputación perfeccionista. La intervención de 1940, a la mansión presidencial por parte de Pascual Palacios, incluyó un balcón en madera cerrado con persianas, al estilo de la casa de Malibran, de la calle del Desengaño en Trinidad, Cuba. Lo mismo en el caso de los mediopuntos de persianas, ocupando los arcos superiores de la galería, como ocurre con el Palacio Iznaga, también en Trinidad, Cuba. Estos ejemplos, fieles representantes de muchas de las técnicas cubanas influyendo a la manifestación arquitectónica con interiorismos, repercutieron las estructuras decorativas levantadas en el taller de Palacios por medio de Guido D’Alessandro y colaboradores como el constructor militar Ramón Antonio Caro Brito con aportes en la arquitectura presidencial.

Mobiliario de Pascual Palacios en salón del Consejo Administrativo, busto de Manolo Pascual con Mural de J. Vela Zanetti y tercera foto escaleras y silla de la última renovación por D’Alessandro a la Mansión Presidencial antes de ser demolida en 1944 – AGN

El Centenario, encargos y condiciones (1930-1948)

Descrito como noble por sus colaboradores y arquitectos de la época era bien cotizado. No faltaban sus piezas en oficinas estatales. A tal punto, que la casa de Trujillo antes la Estancia Michelena fue totalmente amueblada por él, previo a una segunda renovación pretendiente de hacerla palaciega que también participó. Archivos, escritorios, mesas, sillas y otros encargos, eran el mayor volumen de ventas. Para el Primer Centenario de la Independencia Dominicana (1944) era un reto dar abasto, incluyendo a los arquitectos. Los escritorios oficiales y mobiliario de estado tenían un sello: el escudo dominicano. Por un tiempo, as amenazas de la guerra submarina en el atlántico fue un factor contribuyente a favor de Pascual y los industriales en República Dominicana. Algunos muebles llegaban por dicha ruta, de las que no hacía Pascual Palacios. Sin embargo, Trujillo prefería la madera de San Cristóbal y esta era enviada a Cuba. De importar algo, tenía que ser por la ruta del Caribe trazada por seguridad. Una época de una aturdida belicosidad oceánica que alcanzó al caribe antillano derivado de la Batalla del Atlántico.

Mueblerías de la Calle Santa Cruz en Cienfuegos, Cuba – Fuente Externa

Su competencia internacional no los integraba. Las otras casas fabricantes como las cubanas de la calle Santa Cruz en Cienfuegos y la firma Casa Leandro Martins (1885-1960), en Río de Janeiro (Brasil), eran de elegancia y durabilidad, pero esta detuvo producción en la década de 1960. Era la preferida por Flor de Oro Trujillo (1915-1978) en su aventurado matrimonio efímero en 1944 con Antenor Mayrink Veiga (1902-1969), socialité quien tenía lazos con el presidente Eurico Gaspar Dutra (1946-1951). Otros competidores que lograron algunos pedidos fueron: la fábrica del maestro Malaquías Gil “La Industrial” que para el Dr. Balaguer: “trabaja bien, delineaba y terminaba bien los muebles”. También la fábrica española de “Loscertales” (fundada en 1890 por Luciano Loscertales Sanz en la calle Fuenclara, junto a la calle Alfonso I, Zaragoza) y que operó hasta 1995 con varias sucursales. Era propiedad de Simón Loscertales Bona (reubicada para 1960) cerca del Palacio de La Aljafería de Zaragoza, (ya demolida). Dos amigos y equilibrados rivales en negocios. Incluso la idea de encargar muebles a Loscertales habría sido por recomendación del profesor Malaguías Gil Arantegui (1912-1988), exiliado republicano español de dotes intelectuales quien habría sugerido al Dr. Joaquín Balaguer cuando este era Secretario de Educación a partir de 1949, para hacer pupitres y aparte: mobiliario escolar para el Palacio de Bellas Artes.

Simón Loscertales maestro internacional de las artes decorativas con ayudantes en su fábrica de muebles. En segunda foto el maestro Malaquías Gil Pelacho entre sus obreros, Zaragoza (España) – Loscertales y Cortesía de la Familia Gil

Pero María Martínez, la tercera esposa de Trujillo era matrona de los encargos y daba preferencia a sus “compatriotas” españoles. Sin embargo, a pesar de que Trujillo adquirió varias piezas, prefirió siembre a Palacios y también al suizo Herman Jakob Steinemann. Regularmente contratado por medio de Guido D’Alessandro Lombardi entonces comandante del Cuerpo de Ingenieros del Ejército Nacional o Gazon Bona, eran su confianza. La labor combinada de estos artesanos conjugaba de la siguiente manera: revestimientos, muebles, puertas y ventanas al taller de Don Pascual.

Mobiliario de la Casa de Caoba de Trujillo – Colección Sergio Cross y Registro de octubre 1982 del CIBC-MINC-RD

Mientras que los pisos, muebles de cocina eran obra del destacadísimo suizo Steinemann. Con tal facilidad de ponerse de acuerdo, la misma combinación aplicó para las casas de la Familia Trujillo y la burguesía dominicana de la época. El taller de Palacios ofrecía símbolos y la oficialidad del estado a nivel personalizado, por customizar emblemas patrios a diferencia de sus pretendientes competidores.

Obras de Palacios donde en el interior se muestran bustos de los trinitarios obra de Abelardo Rodríguez Urdaneta. Esta mesa similar a la del estudio fotográfico de Barón Castillo. – AGN
Escritorio presidencial antes de ser llevado al nuevo Palacio Nacional (1947) obra de Pascual Palacios en la Secretaría de Estado de la Presidencia en 1935 la cual se extendía desde la avenida George Washington hasta la avenida Independencia – AGN y Colección Sergio Cross

En su afán de promoción “nacionalista y progresista”, Trujillo prefería la utilización de materiales dominicanos, con excepción de instrumentos tecnológicos que hacía instalar para las telecomunicaciones, radiodifusión y para sus estándares del alfabeto fonético en los asuntos militares de vanguardia. Entonces, en la ebanistería, prefería la madera de Cambita Garabitos. A partir de 1943 Pascual, apolítico confeso, se toma un descanso y realiza viajes familiares a España y Brasil.

El Palacio Consistorial, donde Palacios realizó varias intervenciones y en el interior de esta obra se destacó el renombrado ebanista y escultor Pascual Palacios. Para subir al segundo piso había una gran escalera en caoba con pilastras obra de este. Tenía leones tallados en caoba centenaria que para la época le decían los ebanistas “caoba azul” con el escudo de Santo Domingo – AGN

Introdujo una estética en el estilo del mueble oficial del estado dominicano producto de la mezcla entre el estilo renacentista español y la “perillita” o reina regente, como también la butaca Luis XIV Cubana con influencia renacentista española y del neogótico en algunas piezas religiosas.

Muestra de Silla presidencial de los años 30 y sillas de los colaboradores en oficinas del estado entre la gran variedad de producidas con diferentes estilos que se utilizaron hasta los años 70s en oficinas estatales – Colección Sergio Cross

Muebles jerárquicos variables, alusivos al poder y representación con flamantes motivos ornamentales orgánicos y simétricos. Algunas piezas combinaban el cuero repujado. El hierro como componente decorativo como los muebles al estilo renacentista también fueron comunes en su producción como poltronas. Donde para las sillas presidenciales no faltaba el escudo nacional dominicano, según la tradición.

Obras del Taller de Palacios quien abarcó desde la ebanistería doméstica hasta los ejemplares de muebles oficiales de los poderes del estado dominicano – AGN

Otras versiones de sillas oficiales las proyectó al estilo Luis XIV francés con perillas en el espaldar colocadas bilateralmente. En parte la obra de Palacios es también ecléctico en algunas piezas, atribuido a la personalización de detalles, dimensiones, proporciones precisadas como para la obra diseñada por Gazon Bona, del Castillo del Cerro en San Cristóbal (Julio de 1949), donde se le encargaron las terminaciones y acabados en maderas, así como el mobiliario para el interior, que iba a ser combinado con mármoles dominicanos, así como importados de Italia y Francia como la porcelana y cristalería.

Muebles realizados para el Castillo de El Cerro en San Cristóbal – AGN

Los armarios le distinguen por casetones y paneles en alto relieve persistiendo formas como espigas. Para el caso de las consolas con espejos (combinaciones de dos piezas) son similares al estilo Luis XIV como los elaborados en Caoba para la señora viuda De Soto en La Habana. Madera para puertas y ventanas de gran espesor y altitud monumental en lo doméstico. Su estética se basa en reafirmaciones históricas. En ocasiones en rumbo casi a lo vernácula como los balcones interiores del Salón de Las Cariátides del Palacio Nacional Dominicano, pero de asomo, sin llegarle, se evita y mantiene más cercanía a la dosis estilística imperial como sucede en los guardarropas idénticos a los de la Casa D’Alessandro en la calle Dr. Delgado y a los que tuvo la Casa de Caoba que son de su autoría.

Palacio Nacional Viejo; Oficinas del Coronel Mclaughlin; Royal Bank of Canada – Colección Sergio Cross

La robustez, peso, equilibrio, siempre con ornamentos complejos a excepción de encargos para usos no ejecutivos. El uso de la caoba centenaria y otras maderas preciosas casi milenarias llevaban sujeciones en bronce y metales artísticos. En el mobiliario doméstico, destacan los espirales y círculos seriados verticales en patas, velas y bajantes de sillas o camas con paneles de tallados complejos de elementos naturales florales a veces bordeados de: ovas, laurel, serialidad de pinos y otros tallados. Algunas patas son óvalos simétricos como base de las piezas. Estos parámetros estéticos de sus expresiones discursivas variaban según los encargos clásicos, eclécticos o modernos. Hizo interiores en obras del movimiento moderno. Realizó piezas Art Deco para el arquitecto Humberto Ruiz Castillo a veces mezclado como gesto discursivo entre una edificación clásica como sucede en las barandas de madera en la Capilla del Palacio Nacional.

Escritorio presidencial y parte de los acabados como zócalos y el modelo de puerta-ventanas y ventanas del Palacio Nacional – AGN y Colección Sergio Cross

Por más de tres generaciones la Familia Palacios ha sido pionera y buque insignia de la fina ebanistería continuando fabricación de muebles a la medida, en la República Dominicana, así como Puerto Rico y otras Islas del Caribe.  En la manifestación arquitectónica, variable según especificaciones.

Despacho del Secretario de Relaciones Exteriores en el viejo Palacio Nacional en 1935 y otras piezas del mobiliario oficial de la época – Colección Sergio Cross

Primera Generación: Talleres Don Pascual (1927-1971)

Situado en la calle José de Jesús Ravelo esq. Alfonso de Espinosa, trabajaron varios españoles y José Rotellini Rossi (padre del escultor J. Rotellini Concepción). En el Barrio La Caobera”, por el centro de la caobera, (lugar por donde ha funcionado por décadas el banco de reservas de la avenida San Martín). Era punto de acopio maderero.

Pascual Palacios, un gran tallador, el prolífero ebanista mueblista de maderas preciosa y al estilo de época – AGN

El taller ubicado en un alto, tenía enormes pinos endémicos de la isla con una calle lateral y posterior con “La Caobera”. Era industrial en desarrollo como pasaba también al norte de la avenida Máximo Gómez. Precisamente, por el noreste del aeropuerto General Andrews, en la Manuel de Jesús Ravelo casi esq. San Martín, en madera; un chalet a cuatro aguas. Pasaban todos los vehículos de carga. El taller tenía una planta física techado de láminas de zinc con cielo raso y ventiladores de celosía. Fungía por años como encargado del taller un artesano “Noño”, apodado por costumbre del oficio. Su época más movida fue entre de 1930 a 1961, con esplendor en 1940.

Comedor Principal de la Secretaría de Relaciones Exteriores obra de Palacios quien trabajó techumbres de viguería horizontal, así como techumbres de casetones, regularmente planas, como se observa en muchas clases de los siglos XVIII y XV. – AGN

Entre grandes artistas colaboradores, el maestro ebanista Radhamés Zapata en los talleres propiedad de Palacios. Manolo Pascual, Juan de la Rosa, el maestro L. Seco. En ocasiones Bernardo Cabal Martínez (marmolista desde La Habana) uno de los pioneros en la industria a nivel internacional, hasta tanto se creó la Industria Marmolera Dominicana. En las decoraciones de artes decorativas en escayola participaba: I. Acebal y Luis Luna reconocidos decoradores, entre otros artistas en la nómina de Guido D’Alessandro.

Antonio Fernández, Santiago, José Rotellini Rossi (segundo desde la derecha) junto a “Nieto”, artistas españoles en el taller de Palacios – Archivos de Sergio Cross

También Fernando Aznar Sesera (que residía en la Francia 10), Don Gonzalo Güémez, vasco nacido en Bilbao, quien se ocupaba en igual ramo industrial y realizaba jornada similar. Socio comanditario de Fernando Aznar en el taller como lo fuera don Pascual Palacios. También José Rotellini Rossi (1907, padre). La Fundición Artística propiedad de Francisco Dorado Martín, en sus cercanías en la calle María Montez 209, hacía los clavos ornamentales con cabeza de bronce. Estos sujetaban espaldares y otras partes como:  fondo de sillas y poltronas. Pues eran de un cuero grueso y trabajados a modo de repujado requiriendo capitoneados (algunos) simbologías heráldicas y ornamentos con el escudo de armas para las sillas sede.

Acercamiento a piezas diseñadas y fundidas por Francisco Dorado y bufeteras del Comedor Principal del Palacio de Gobierno Dominicano – Comisión de Restauración y Conservación del Palacio Nacional & su entorno.

Palacios fue seleccionado como el ebanista oficial, durante la dictadura Trujillo, compromiso que tuvo que asumir. Mantuvo relaciones comerciales con: Guido D’Alessandro, Henri Gazon Bona, Humberto Ruiz Castillo, los hermanos Marcial y Leo Pou Ricart, así como con el arquitecto Guillermo González y otros. Realizó múltiples obras para entidades oficiales y privadas. Las mesas y poltronas de Palacios con cuero repujado eran de las piezas muy solicitadas por la presidencia y gobernaciones.

Parte de obras de Pascual Palacios para el Palacio Nacional. En adición hizo el mobiliario del Salón de Consejo. (Colección de Bienes Históricos del Recorrido Histórico – Cultural del Palacio Nacional) las cuales se combinaron con piezas bañadas de oro por otros fabricantes – Comisión de Restauración y Conservación del Palacio Nacional & de su entorno urbano.
Interior del hotel San Cristóbal (1947) donde una firma extranjera participó en el diseño interior y fotos interiores del Palacio de Gobernación del Distrito Nacional (1942) – AGN
Hermann Jakob Steinemann (1915-1989). Industrial & Ebanista Suizo también participó en el Palacio Nacional Dominicano y fue uno de los principales ebanistas del Siglo XX – Comisión de Restauración y Conservación del Palacio Nacional & su entorno

En características reluce ornamentación de acanto, espigas y otros motivos. El tallado en relieve (donde el diseño sobresale de una superficie plana), el tallado en redondo (una escultura tridimensional) y el tallado en virutas (un tipo de tallado tridimensional más detallado). Pascual Palacios, el ebanista oficial y exponente del estilo “palacios” definió la oficialidad estatal en arte de la ebanistería institucional, residencial y doméstica combinando decoración con lucernarios, escayolistas y otros acabados. Palacios hizo conjunción con lo anterior y con muralistas españoles como José Vela Zanetti y Aurelio Oller Crosiet.

Interior del Palacio del Senado (anteriormente en el Palacio de Borgellá) y en imágenes superiores un escritorio al estilo palacios y viguerías utilizadas en interiorismos como en el interior de la Secretaría de Relaciones Exteriores – AGN

En ebanistería de arte religioso, el arquitecto Humberto Ruiz le encargó altares en varios templos en Santo Domingo, San Cristóbal, Baní, Bonao y otros. Los retablos y altares se producían por diferentes artistas. En el mobiliario eclesiástico, un gran ejemplo está en la Capilla del Palacio Nacional Dominicano y en otros templos diseñados por Ruiz Castillo.  Para la época republicana el Luis XIV cubano había desarrollado siendo un estilo también a gusto.

Algunas piezas de Pascual Palacios en la Capilla del Palacio Nacional, Nunciatura Apostólica y en la Catedral Nuestra Señora de la Consolación en San Cristóbal – AGN

El tallista y los escultores

A Pascual Palacios se le reconoce su colaboración con la formación de jóvenes exiliados que formaron parte de la Escuela Nacional de Bellas Artes (1942). A esa formación se le adicionaron tutorías de los profesores europeos que laboraban en la escuela, donde fomentó el estudio de varios escultores que llegaron a trabajar en su taller como Prats Ventós.

Obras en las que trabajó interiorismo y mobiliario, de izquierda a derecha, la hacienda Ramfis antigua estancia Michelena, el chalet delantero en la hacienda fundación, la residencia Trujillo- Martínez en lo que hoy es la Biblioteca Nacional y última foto la entonces Secretaría de la Presidencia – AGN

En dichos trabajos se destacan las ventanas y las puertas; algunas al estilo victoriano y otras con influencia renacentista, cita la obra.  Entre obras trascendentales del taller, son: la madera en "Espinillo", para las oficinas principales de Francisco Franco; mecedora para presidente John F. Kennedy, regalo Personal.; ebanistería de las residencias de la familia Trujillo, incluyendo "La Casa de Caoba" en San Cristóbal; La ebanistería del Ministerio de Relaciones Exteriores; la ebanistería de la Alcaldía de la Ciudad el Santo Domingo, en la Calle "El Conde";  La ebanistería del 1er. Banco de Reservas de la RD; las terminaciones en madera del 1er. Gran Hotel de San Juan, Puerto Rico, "El Normandie”, etc. En su vida, el 99% de los trabajos de muebles y ebanistería eran de estilos clásicos.

En hotelería destacó su participación en el mobiliario del Hotel Normandie. En la tercera foto mobiliario del Hotel Jaragua (demolido en 1985) – AGN y Colección Sergio Cross

José Antonio Bonilla Atiles (1962)

El jurisconsulto y diplomático sugirió al gobierno de Trujillo que empleara a los exiliados republicanos como maestros y preceptores de la educación, pero había quedado exiliado en la dictadura y relanzado como diplomático posterior al Trujillismo.

José Antonio Bonilla Atiles, diplomático dominicano durante una sesión. Una figura que trascendió como uno de los mejores diplomáticos dominicanos, pero dejado en inmerecidas nieblas del olvido, sin más epítetos – Fuente Externa

The “Rocking Chair” – Washington D.C. 1962

El entonces Secretario de Estado de Relaciones Exteriores del Consejo de Estado, José Antonio Bonilla Atiles, fue recibido en la Casa Blanca por el presidente Kennedy. La obra más comentada de Palacios que el Gobierno Dominicano donó al presidente Kennedy el 4 de abril de 1962. Meses antes Bonilla Atiles le prometió a Kennedy obsequiarle una mecedora. En ese entonces, no era muy conocida públicamente la dolencia en la espalda de Kennedy quien comenzó a usar mecedoras por recomendación médica. Bonilla cumplió la promesa y le regaló “la mecedora Palacios”. Se le describió de caoba cuatro veces centenaria del “Palacio de San Diego”, y al tope del respaldo, se tallaron los escudos de Estados Unidos y la República Dominicana.

En la oficina oval durante el obsequio al presidente Kennedy el 4 de abril de 1962 por el entonces Secretario de Estado de Relaciones Exteriores Dominicano José Antonio Bonilla Atiles (1898-1988) en representación del Consejo de Estado dirigido por el Presidente Rafael Bonnelly Fondeur (1904-1979) – Fuente Externa

Aunque la obra es autoría del taller de Pascual Palacios, la ornamentación del tallado es obra de diversos artistas colaboradores del alto nivel de José Rotellini Rossi, entre otros. Se fabricaron dos, la segunda para otra persona especial en el extranjero. Su hijo Eduardo Palacios también participó junto con su padre y los demás artistas, además de ser quien recogió los materiales. Kennedy dijo: “Es muy buena, le enviaré una carta al hombre que la hizo”.

La mecedora Dominicana de Pascual Palacios el 4 de abril de 1962 utilizada por el John F. Kennedy Presidente 35.º de los Estados Unidos. Se muestra un folleto de Palacios Comercial con la célebre pieza con centro distribuidor en la avenida Lincoln de Santo Domingo. En lo adelante, se conoció a Bonilla como “Toño mecedora” – Colección Sergio Cross

17 de abril de 1962 (De Kennedy a Pascual Palacios):

“I Congratulate you and your artisans…” – J.F.K.

La señora Frances de Martin, esposa del señor John Bartlow Martin (1915-1987), entonces embajador de los Estados Unidos en República Dominicana, visitó al señor Pascual Palacios para entregarle personalmente una carta del presidente John F. Kennedy en la cual el mandatario norteamericano agradeció por la mecedora que había realizado junto a sus artistas colaboradores por sus conocidas dolencias de espalda. Palacios sostuvo: "fue una obra digna de la personalidad a quien fue obsequiada". La fama de la mecedora de Kennedy no solo simboliza la excelencia artesanal, sino, que también marcó un momento histórico con un diseño dominicano traspasando fronteras.

Carta enviada por John F. Kennedy en 1962 a Pascual Palacios en agradecimiento por la mecedora presidencial con los escudos nacionales de Estados Unidos y la República Dominicana – Colección Sergio Cross

La dominicana Providencia Paredes asistente personal de la primera dama de los Estados Unidos Jacqueline Kennedy quien luego trabajó con la familia del senador Edward (Ted) Kennedy, apreció la pieza como joya simbólica. Posterior a la muerte de Kennedy, Mary Barelli Gallagher secretaria de Jackie Kennedy la conservó por décadas, hasta subastarla antes de fallecer por 10,450 dólares.

Segunda Generación (Eduardo Palacios 1971 – activo aproximadamente 2008)

Después de la muerte y siguiendo los pasos de Don Pascual, su hijo Eduardo Palacios, que estaba estudiando Ingeniería Civil en la Universidad de CC y trabajó en Nueva York. Regresa a República Dominicana para asumir el taller y a renombrar las habilidades de Don Pascual con Palacios Comercial y más tarde RP Soluciones. El taller activo continúa elaborando piezas perdurables, con alto control de calidad. Don Eduardo Palacios priorizó la calidad, sobre todo. Mantuvo el taller en la de José de Jesús Ravelo casi esquina San Martín; inmenso y con capacidad de maquinaria le permitió continuar el crecimiento empresarial. En 1990 volvió el taller continuó haciendo la mejor carpintería (y en muchos casos relacionados con ingeniería) tales como los más reconocidos hoteles en el Caribe, sucursales bancarias, grandes residencias y oficinas públicas y privadas.

Mobiliario del Salón Bar Las Caobas del Palacio Nacional Dominicano donde destacan también esculturas en escayola obra de Rodolfo Gutiérrez Rapp de 1946 – Colección Histórica inventariada por la Comisión de Restauración y Conservación del Palacio Nacional & de su entorno urbano (CIBC-MINC-RD)

Obras en el Palacio Nacional Dominicano (1945-1947; 1996-1997)

Pascual Palacios trabajó en la sede del Poder Ejecutivo anterior, el hoy Museo de las Casas Reales, también en la Mansión Presidencial, la Cancillería, Casa de Caoba, el Castillo de El Cerro y otras más, algunas un secreto… En el Palacio Nacional de Santo Domingo, para 1997, el taller participó en restauraciones para su 50 aniversario, en donde el interiorismo y mobiliario, así como rehabilitación de puertas y ventanas, e intervenciones en las oficinas presidencial y vicepresidencial. Hay que destacar que en 1967, el maestro Palacios era Inspector Especial de la Administración de Bienes Nacionales autorizado según con un carnet para entrar regularmente al Palacio de Gobierno Dominicano avalado por el Coronel Elio Osiris Perdomo Rosario, Jefe del Cuerpo de Ayudantes Militares y el Secretario de la Presidencia José Quezada. Algunas de sus piezas pueden deleitarse por el público interesado en el recorrido histórico cultural de los visitantes perteneciente a la colección histórica del Palacio Nacional restauradas desde el 2021 por la Comisión de Restauración y Conservación del Palacio Nacional & de su entorno urbano motivada en su 75 aniversario y rumbo a su 80 aniversario en agosto 2027. Son piezas protegidas y forman parte registrada oficialmente en el inventario de bienes culturales, archivado en el Centro de Inventario de Bienes Culturales del Ministerio de Cultura Dominicano bajo iniciativa del arquitecto Sergio Cross con el apoyo del Poder Ejecutivo y donde participaron estudiantes y profesores de diversas universidades en un período de 2 años en procesos formativos de conservación y restauración de monumentos. Valga mencionarse que la comisión rectora depositó en marzo 2021, un anteproyecto de ley para declarar el Palacio de Gobierno dominicano como “monumento nacional” ante la Consultoría Jurídica del Poder Ejecutivo.

Balaustradas de madera y tragaluces en escaleras secundarias del Palacio de Gobierno Dominicano y acercamiento a escudos en sillas de la colección histórica – Comisión de Restauración y Conservación del Palacio Nacional & su entorno

Tercera Generación (Don Roberto Palacios, 1993 – activo)

El Sr. Roberto Palacios (nacido en 1968) ahora continuando el legado, es licenciado en administración de empresas de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) con licenciatura en fabricación de muebles (Bachelor of Science in Furniture Production Engineering) en 1993 de la Universidad de Brunel, Londres.  Reubicó las instalaciones en la Zona Industrial Herrera, Santo Domingo Oeste, en República Dominicana. Como en el caso de Don Pascual Palacios, hay muchos proyectos. En los últimos años de gestión empresarial, además de sus conocimientos académicos, se acumularon experiencias de trabajo y el traspaso de la sabiduría de su padre Don Eduardo Palacios (nacido en 1932). Encargos ejecutados en este período son grandes proyectos de alojamientos turísticos, y muchas residencias, donde esta retrospectiva evidencia éxito exponencial, recordando enunciar:  "No me fui, me llevé mi esencia… emigrar es valentía…Migrar no es huir, sino resistir y volver a empezar”

Pascual Palacios, en una de sus últimas fotografías murió en 1971 – Colección Sergio Cross

Pascual Palacios falleció en la mañana del 2 de febrero de 1971 en Villa Güera (Baní) República Dominicana… Una vez, ya en ancianidad le preguntaron a Don Pascual: ¿cuántos encargos él había realizado? "si le digo, me llevaría tal vez un año… mejor le digo los que no he hecho" – respondió. Se calcula que sus trabajos privados fueron a más de 50 familias, incluyendo la de este apasionado emisor.

Sergio Cross

Sergio Samuel Cross Rivera (autor) es arquitecto, urbanista historiador y asesor de proyectos y cultura, con experiencia en la inversión privada, gestión académica y la administración pública. Es el arquitecto conservador del Palacio de Gobierno Dominicano; Y Coordinador General honorífico de la Comisión de Restauración y Conservación del Palacio Nacional & de su entorno urbano. Miembro del Codia. Entre otras organizaciones nacionales e internacionales es miembro del Comité Directivo de la Alianza Estratégica para la Defensa del Patrimonio Cultural reunida por la: Sociedad de Arquitectos de la República Dominicana, El Docomomo Internacional y la Asociación Dominicana de Historiadores del Arte. Presidió el Comité de Seguridad y el Programa de Gestión Ambiental del Palacio Nacional Dominicano donde ha sido Director de Ingeniería y Arquitectura. Maestrías en Diseño Arquitectónico, Gestión y Dirección de Proyectos, entre otras especialidades.

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