Punto y seguido. Memorias, de Fafa Taveras, es un documento histórico que irrumpe en el espacio social para detallar, a nuestro modo de ver de modo no completo, a grandes trazos profundos y luminosos, una trayectoria de lucha por la libertad y la democracia, por la revolución socialista y por la refundación de la República Dominicana.
La de Fafa Taveras es una travesía humana e ideológica que no cabe en las más de 290 páginas del volumen, aun cuando estas están ordenadas con una inteligente curaduría textual a cargo de Rafael Chaljub Mejía.

Punto y seguido —Memorias de Fafa Taveras— es un libro de lectura esencial y urgente, un texto que debe ser buscado por padres e hijos, por estudiantes e historiadores, porque ofrece una visión de primerísima mano por parte de un protagonista, testigo y comentarista privilegiado de los hechos que narra.
Debe estar ya disponible en librerías como Cuesta, esperando ser descubierto como quien encuentra una pieza cardinal de la verdad histórica.
El acto de presentación, celebrado en la Biblioteca Nacional, fue mucho más que una ceremonia: operó como un Gran Encuentro Intergeneracional de la Izquierda, un espacio simbólico donde convergieron distintas épocas de lucha para dar luz pública al nacimiento del libro.
La historia de la batalla de los dominicanos por una sociedad enmarcada en la libertad y la democracia discurre por estas memorias con la fuerza de un río que arrastra décadas de pasión, sacrificio y esperanza.

Estas páginas deben ser percibidas como un documento histórico ejemplar, que retrata —a través del trayecto de un solo hombre— las jornadas y procesos de emancipación social contra tiranos, pseudotiranos, políticos vacilantes y figuras que, como Juan Bosch, alentaron los mejores esfuerzos de reconstitución democrática.
Tras recorrer sus páginas, nos embarga una mezcla de nostalgia y admiración, así como una relativa insatisfacción, pues percibimos que la labor integral de este hombre no queda totalmente expuesta.
Fafa relata con precisión su papel como luchador revolucionario antitrujillista y defensor de la democratización, siempre desde la izquierda; su imagen emerge como la de un valiente y vibrante comandante constitucionalista. Sin embargo, su rol principal —el de pensador social— sentimos que no alcanza la estatura que le corresponde.
El libro evidencia un poder descriptivo notable, en especial cuando evoca las torturas de La 40 o las negociaciones políticas de alto nivel que decidirían presidencias o alterarían procesos fundamentales del país.
La forma en que se presentan sus testimonios, organizados por Chaljub Mejía, configura un mosaico documental que nos guía de la mano por los vericuetos de la historia contemporánea dominicana. Ofrece detalles, perspectivas y matices que la historia oficial suele omitir, y lo hace con la contundencia de quien ha vivido cada escena desde su centro.
Pero el libro no proyecta con la fuerza que debería tener, la calidad de pensador social, expresada desde que fundó en sus años estudiantiles el periódico mimeografiado Afanes Juveniles, hasta su actual condición de formulador de tesis sociales (como la de la Refundación del país), se proyecta también en su papel como comentarista nacional de los procesos públicos, en la madurez analítica que despliega desde la radio (Estación Zol) y en su vocación de liderazgo desde un partido democrático del sistema. Sin olvidar que fue el primer columnista de un diario nacional en escribir desde la Penitenciaría Nacional de La Victoria, con su célebre columna Desde las rejas, vértice simbólico de resistencia intelectual.
Taveras, hoy con 87 años, superviviente de la represión trujillista, de los triunviros, de la dictadura ilustrada de Joaquín Balaguer y del cáncer, encarna la transición entre la lucha clandestina —pagada con persecución, cárcel y la muerte de muchos compañeros— y la construcción democrática de la República Dominicana. Es un continuo de afanes, siempre anclado en los valores por los que ha sacrificado su libertad y enfrentado tantas limitaciones.
Fafa Taveras sintetiza esa transición desde la clandestinidad hacia la edificación democrática. En su reflexión sobre la izquierda dominicana, se muestra autocrítico: reconoce el valor ético de quienes lucharon, pero también señala con claridad las deficiencias de esa izquierda para articular una alternativa social amplia y eficaz.
Recorrer estas páginas después del emotivo acto de presentación en la Biblioteca Nacional —que fue también un encuentro de generaciones de luchadores fieles a la chispa idealista que los ha movido a transformar el país— se convierte en una aventura intelectual y emocional que había que vivir.
Punto y seguido promete continuar su relato. Ojalá sea así. El autor aún tiene mucho más que contar. El libro está dedicado a Magaly Pineda, “ejemplo de dignidad, persistencia y precursora de la lucha por los derechos de la mujer”, su compañera de vida y de conciencia.
Ficha Técnica:
Título: Fafa Taveras. Punto y seguido – Memorias –
Curador y anotador de texto: Rafael Chaljub Mejía
Primera edición: Noviembre 2025
Cubierta: Fafa Taveras en un mitin durante la Guerra de Abril de 1965
Foto: Milvio Pérez
Diagramación: Eric Simó
Páginas: 361
Material interior: Papel Bond 20
Formato: Media Carta (5 ½ x 8 ½ pulgadas)
Cuidado de la edición: Andrés Blanco Díaz
ISBN: 978-9945-30-013-0
Impresión: Impretur S.R.L
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