El pan era un ángel, extremadamente bello, volaba con suavidad intensa, del plato a los labios; y en susurros pedía la gracia, la imagen nuestra de cada día y que, por la gracia de todas las gracias, todas las gracias del poema le fueran concedidas.
En la durísima y opaca realidad del hoy, esta imagen del poeta visitado por las gracias nos parece decadente, anacrónica y sin sentido.
Animal mitológico, metafísico, que devora y engendra el mundo: la palabra, el lenguaje, la poesía y la gracia.
Estar en el uso de la palabra verdadera, la palabra honda y profunda, es estar en la gracia.
La gracia poética, la gracia de Dios y de los dioses, la gracia de un cuerpo en la danza, la gracia del gesto en el teatro, el deleite, la dicha, la bienaventuranza.
Hay que definir a Dios a partir de la poesía; escribía Lezama Lima en su novela Oppiano Licario.
La poesía como acto puro, como gracia actuante, es la cantidad hechizada.
Esta era la gracia andaluza de Juan Ramón Jiménez, gracia a partir de la gracia, como nos la describe Lezama en su coloquio con Juan Ramón Jiménez.
…Era muy agudo, no era un conversador fluente, sino más bien sentencioso… Una pausa y de repente la gracia.
…Subrayando siempre el gris profundo que se esconde en el azul gracioso detrás del verde risueño… Y reía a carcajadas. (Coloquio con Juan Ramón Jiménez. Lezama Lima…).
Así surge la gracia poética, don y regalo, sin causalidad, generosidad de los azares.
Antigua, joven, nueva, la gracia.
Espacio de gracia, imaginación y belleza es la página, profunda sensibilidad, profunda inteligencia.
Forma del regreso, cada palabra y entre el silencio y las sílabas, bailarina del aliento la gracia, antigua y joven, remolino, relámpago y rocío, llamarada, la gracia en la página.
Captar lo invisible: la primera aparición de la gracia no es percibida por los sentidos, sino por la respiración.
El aliento del cuerpo, tocado por lo invisible, de golpe, el instante abre sus puertas y aparece la gracia, el poema.
El vacío del poema, el abismo fértil de la hoja.
Saber su no saber es el nuevo saber.
Dicho órfico que rescata Lezama Lima, semejante al pensar sin pensar, no pensar pensando del budismo zen.
Inspiración por la imagen es la gracia; aspiración hacia la imagen es el poema; su expiración es la poesía.
Imago Mundi, Theatrum mundi. Estructura de agua.
Reverso de lo invisible, el verso.
Antes y después, vuelan ángeles como panes.
Después del después. Reina de un castillo hecho de nubes.
Es la página en blanco.
Es el reino de la gracia.
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