Le brillan los ojos cuando habla del libro y siempre sonríe como una adolescente. Ella es de la estirpe de los que aman los libros y puede matarse con cualquiera por uno de ellos. Y hoy, con los trigales de su pelo en estado de floración y las manos amarradas a las lumbres de septiembre, está en Santo Domingo participando en la XXVII del Libro dedicada al historiador Frank Moya Pons.
“Nuestra aventura como sello independiente -dice Charo, coeditora del sello editorial- es entrar y apostar por voces emergentes, lo que no quiere decir que sean jóvenes escritoras o escritores, sino voces que todavía les queda muchísimo camino por recorrer, y aquí es donde este año hemos hecho la gran apuesta”.
“Además de publicar un nuevo libro a Jochy Herrera, a José Mármol, a Basilio Belliard, hemos publicado a autoras que pueden ser consolidadas, pero no dejan de ser todavía voces emergentes: Denisse Español, Natacha Feliz, Bileysi Reyes, Luis Reinaldo Pérez”.
Y añade: “Hay una poeta maravillosa que es la primera vez que publica en España un libro de poesía. Es doña Lisette Vega de Purcell”.
Huerga y Fierro es una editora española que ha declarado su amor a la literatura dominicana. Sus editores, Charro Fierro y Antonio Huerga, llegaron a Santo Domingo con una alforja llena de novedades.
Huerga y Fierro hace tiempo entró en la adultez y hoy, medio siglo después de sus luces primeras, sigue lucha para que el libro, a pesar de los pesares, siga siendo una realidad.
Y aquí su declaración de principios: “Estamos cumpliendo nuestros cincuenta años de recorrido y seguimos teniendo el espíritu joven. Somos independientes y publicamos lo que nos emociona y lo que nos gusta. Somos unos románticos y nunca lo dejaremos de ser”.
¿Como empezó su relación con la literatura dominicana y sus creadores?
Huerga y Fierro Editores en el año 2019 Huega y Fierro arrancó la aventura de publicar a autoras y autores dominicanos, y empezamos con la escritora, Rosa Silverio Premio Nacional de Poesía.
A partir de ahí, Rosa Silverio, gran estudiosa de la cultura y de la literatura dominicanas nos fue asesorando y nos fue introduciendo y dando a conocer la poesía y la literatura dominicana. Nos presentó un proyecto maravilloso, que es una antología de mujeres, dominicanas, arrancando con Aída Cartagena Portolatín y todas las demás en una generación, en unos amplios años.
Eso se ha ido consolidando porque en el año 2019, República Dominicana fue el país invitado a la Feria del Libro de Madrid. Estaba el embajador Olivo (Rodríguez Huertas) y ahí se nos presentaron muchísimos proyectos Un proyecto del cuento dominicano que lo apadrinaba don José Rafael Lantigua, que en paz descanse.
También Plinio Chahín y Rosa Silverio hicieron un compendio más actual que la anterior antología, ya que entraban hombres y mujeres de la poesía dominicana. Y ahí es donde arrancó absolutamente todo lo que he dicho antes. Hemos publicado -y estamos publicando- a pesos pesados de la literatura y de la cultura dominicanas.
Nuestra aventura como sello independiente es entrar y apostar por voces emergentes, que no quiere decir que sean jóvenes escritoras o escritores, sino voces que todavía les queda muchísimo camino por recorrer y aquí es donde este año hemos hecho la gran apuesta.
Además de publicar nuevos libros a Jochy Herrera, a José Mármol, a Basilio Belliard, hemos publicado a autoras que pueden ser consolidadas, pero no dejan de ser todavía voces emergentes: Denisse Español, Natacha Feliz bueno, Bileysi Reyes, Luis Reinaldo Pérez. Y hay una hay una poeta maravillosa que está ya muy consolidada, pero es la primera vez que publica en España un libro de poesía. Es doña Lisette Vega de Purcell. La apuesta en esas voces emergentes forma parte de nuestra filosofía editorial.
¿Qué ha encontrado Huerga y Fierro entre las voces emergentes en estas últimas vueltas?

Hemos encontrado muchos tesoros. Yo voy a decir dos nombres sin desmerecer a ninguno de los que anteriormente hemos dicho. Dos voces que son, por su contenido y la forma de expresarlo, son una.
Ellos son Bileysi Reyes y Cristian de Encarnación. Es poesía. Ellos ahondan en las dificultades de convivir, pero desde un punto de vista muy actual, acorde con su edad, acorde con los tiempos que estamos viviendo, la dificultad en la que se mueve la juventud, las imposibilidades, las represiones, la falta de libertades. Eso es lo que hemos encontrado en estos dos.
También está Denisse Español, que ahonda también mucho en el dolor. No es tanto en lo social, sino más en lo personal, pero que no deja de ser también una buena poesía. Eso hemos encontrado de bueno en estos libros.
¿Puede hacer una ponderación general de la literatura dominicana de hoy?
Yo descubrí la riqueza del lenguaje y la forma de escribir, la síntesis en la literatura dominicana. De hecho, está Lisette Vega de Purcell que también escribe muy bien y tiene la capacidad de expresar y narrar de una forma precisa moderada y sintetizada, junto con Rosa Silverio y toda la cantidad de voces emergentes.
Pero es una de las literaturas más representativas que hay ahora mismo en el panorama de lengua española, pero en sí desde aquí desde República Dominicana.
El año pasado lanzó al viento la idea impulsar un intercambio entre la literatura dominicana y la de España. ¿En qué punto está ese proceso?
El intercambio ahora mismo no está equilibrado, porque la apuesta la estamos haciendo más desde esta parte. Y cuando digo que la balanza no está equilibrada es porque desde aquí nosotros queremos ofrecer también esas voces emergentes por las que nosotros apostamos de allí, de España, esos ensayos que también son buenos y desde aquí, como lectores, yo veo que la gente está ávida de leer esos libros, Mercedes Monmany, César Antonio César, Antonio Gamoneda, Clara Janés.
Desde aquí se está se está ávido de leer esos libros. Ahora bien, hay una gran dificultad que el mercado, la industria editorial en sí, distribución, librerías, posicionamiento, incluso la crítica, vemos todavía que hay mucho freno.
¿Qué retos hay que enfrentar para que se sigan abriendo puertas a la literatura dominicana?
Yo creo que la apuesta, el compromiso de las instituciones, llámase Ministerio de Cultura y entidades que apoyen este tema, es apoyar más, más en el sentido de, si hay una correlación, ese ese intercambio que antes hablábamos, que haya esa implicación.
La gran apuesta de la Feria del libro, los avances que ha tenido, hay que elogiarlos.
Cuando las voces agoreras y los cantos de serena en el mundo de hoy empezaron a predecir la muerte del libro impreso el libro se fortaleció y las ferias del libro se fortalecieron y en algunos casos -no en otros- también las puertas de algunas librerías se abrieron más yo quiero que me cuente me hable un poco de esto que usted opina sobre esas cosas

Ante una invasión del libro digital lo que ha habido en España es una infinita más apertura. O sea, que no ha hecho ni un solo daño la invasión del libro digital.
Voy a dar un dato más. En las ferias del libro concretamos días de firma, y esos días se convierten en un auténtico apogeo. Colas y colas de gente para que el autor o la autora les firme ese halo romántico, ese gesto del objeto libro. Que sea firmado, dedicado y testado en ese momento no lo quita no le quita ni un ápice a la progresión del libro. ¡Benditas sean las ferias!
¿Usted es de las que cree rabiosamente en el libro?
Si. Es que es tan, tan evidente, que nos toca todos los sentidos, sensorial, emocional como objeto. No hay lugar lugar ni hay tecnología que pueda suplantar al objeto libro, el objeto como arte, como regalo. Hasta lo podemos oler como ritual como ceremonial. Yo navego en los libros.
¿Usted cree en el libro dominicano?

Por supuesto que creo. Hay un ejemplo, y es el de doña Carmen Imbert Brugal, que publicó el año pasado El imposible perdón. Ha funcionado perfectamente. Con ese libro ha viajado y se ha sentado allí en España. Su libro es memoria histórica.
Esa literatura todavía en España se está publicando mucho porque es la memoria histórica que tiene que ver con el tema de la dictadura del general Franco. Y aquí Carmen Imbert trata sobre esa memoria histórica.
En España hay una librería que se llama Juan Rulfo que tiene mucho espacio para la literatura, la poesía y el ensayo. Lo latinoamericano ahí es una presencia y el libro de doña Carmen Imbert ha sido uno de los que mayores satisfacciones nos ha dado.
Este año hemos publicado otra novela dominicana, que es de Luis R. Santos, que ahonda también en acontecimientos históricos. Ahí se habla de guerras no tan lejanas, de las consecuencias de esas guerras, incluso, las consecuencias a nivel psicológico, emocional y existencial de los protagonistas.
Nosotros, además de editores, somos lectores y nos emociona este tema. Por eso, cuando se nos presentan estos temas vamos por ellos y los publicamos.
¿Contra qué dificultades está peleando el libro hoy en día?
El sistema educativo yo creo que debe dar más apoyo desde la educación, desde los colegios y al fomento a la lectura, porque sí que estamos luchando contra unos artilugios, unos aparatos que se llaman tecnología que reducen la capacidad de lectura, de comprensión y, sobre todo, hay un peligro que esa tecnología manipula y no deja pensar.
Con eso es con lo que está luchando el libro, el conocimiento. Hay que hacer que las nuevas generaciones se interesen más por el libro.
¿Y contra qué está luchando la poesía, que siempre ha sido la cenicienta?
Decían antiguamente que la poesía es el género menor y yo no estoy de acuerdo. La poesía también está luchando o se está defendiendo en quitar ese tabú porque hay mucha gente que dice no es que yo no leo poesía. Sin embargo, hay un espectáculo poético, hay un recital, hay una performance poética, y ahí va la gente y se venden los libros de poesía.
Quiero insistir en hay que llevar más la poesía contemporánea a las aulas, sin olvidar a los clásicos, llevar la poesía contemporánea a las aulas.
¿Cuál es el llamado que debe quedar en el día de hoy?
Primero a no tenerle miedo a la poesía. Y para leer poesía contemporánea hay que empaparse un poco de la clásica sin ningún miedo.
¿Cuál es el balance de los cincuenta años de existencia de Huerga y Fierro?
Estamos cumpliendo nuestros cincuenta años de recorrido y seguimos teniendo el espíritu joven. Somos independientes y publicamos lo que nos emociona y lo que nos gusta. Somos unos románticos y nunca lo dejaremos de ser. Nos hemos mantenido contra el viento y marea. Ha habido sus momentos muy duros, pero el hecho de ser independientes, de ser dueños de nuestro propio éxito, de nuestro propio fracaso, hace que estemos todo el tiempo resurgiendo de nuestras cenizas.
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