
Soy periodista con licenciatura, maestría y doctorado en unos 17 periódicos de México y Santo Domingo, buen sonero e hijo adoptivo de Toña la Negra. He sido delivery de panadería y farmacia, panadero, vendedor de friquitaquis en el Quisqueya, peón de Obras Públicas, torturador especializado en recitar a Buesa, fabricante clandestino de crema envejeciente y vendedor de libros que nadie compró. Amo a las mujeres de Goya y Cezanne. Cuento granitos de arena sin acelerarme con los espejismos y guardo las vías de un ferrocarril imaginario que siempre está por partir. Soy un soñador incurable.
Opinión
Por Ramón Colombo
Opinión
Sueños dominico-haitianos
Por Ramón Colombo
Opinión
El “ex” ignorado
Por Ramón Colombo
Opinión
Costo del cierre fronterizo
Por Ramón Colombo
Opinión
Los dueños del canal
Por Ramón Colombo
Opinión
Una pregunta pendeja
Por Ramón Colombo
Opinión
Error fronterizo
Por Ramón Colombo
Opinión
La mejor solución
Por Ramón Colombo
Opinión
Vecinos insólitos
Por Ramón Colombo
Opinión
La Izquierda muda
Por Ramón Colombo
Opinión
La gran Fefita la Grande
Por Ramón Colombo
Opinión
Luis y el senador Masacre
Por Ramón Colombo
Opinión
Independencia inexplicable
Por Ramón Colombo
Opinión
Pedernales no es lo mismo
Por Ramón Colombo
Opinión
Oposición sin discurso
Por Ramón Colombo
Opinión
Frontera dizque “cerrada”
Por Ramón Colombo
Opinión
Ojo con los Clinton
Por Ramón Colombo
Opinión
Solución en el Masacre
Por Ramón Colombo
Opinión
“Imperialismo” (entre comillas)
Por Ramón Colombo
Opinión
Lo que el pueblo opina
Por Ramón Colombo
{{#volanta}}
{{volanta}}
{{/volanta}}
{{#author}}
{{title}}
Por {{author}}
{{/author}}