La madrugada del martes 8 de abril ha quedado marcada en la memoria colectiva de la República Dominicana como una de las noches más trágicas de su historia. El derrumbe del techo de la discoteca Jet Set, en plena celebración, dejó un saldo de muertos y heridos, convirtiendo lo que debería haber sido una noche de alegría y diversión en una catástrofe de proporciones inimaginables. En el instante en que la estructura cedió, la vida de cientos de familias cambió para siempre, y el país entero se vio conmocionado. Esta tragedia del no es solo un evento nacional; ha captado la atención del mundo y requiere un análisis riguroso y mesurado.
Este artículo busca abordar la tragedia desde una perspectiva multifactorial, considerando tanto los aspectos humanos como las implicaciones legales y técnicas. Es crucial no perder de vista la complejidad de la situación y el dolor que esta ha causado. La familia de los dueños del Jet Set, quienes también usaban el local casi como su hogar, estuvo expuesta al mismo peligro que los demás; merece un trato equilibrado y justo en la discusión pública. Al mismo tiempo, las víctimas y sus familias tienen derecho a la verdad y a la justicia.
En los días siguientes a la tragedia, las opiniones y especulaciones han surgido de manera descontrolada, a menudo basadas en emociones y falta de información completa. Es en este contexto que estas reflexiones buscan proporcionar un enfoque equilibrado para contribuir a una comprensión más profunda y constructiva de lo sucedido.
La tragedia del jet set es un llamado a la reflexión y a la acción. Es un momento para juntar nuestras fuerzas, tanto como sociedad como individuos, para encontrar soluciones que honren la memoria de las víctimas y prevengan futuras tragedias. El camino hacia la justicia y la recuperación debe ser trazado con cuidado, respeto y empatía, reconociendo que, en el fondo, todos somos parte de una comunidad que ha sido profundamente afectada.
Para emitir opiniones sobre este caso, como decía en la introducción, es necesario “un llamado a la reflexión y a la acción”, y como en este evento nos enfrentamos a la multifactorialidad, hay que ser cauto en las reflexiones, porque el análisis es triangular: técnico, legal y humano; por eso es necesario tratar el aspecto humano con mucho tacto.
Reflexión técnica.
Posibles causas del desplome del techo de la discoteca Jet Set
Ingenieros expertos estructuralistas han señalado que la debilidad en las varillas de acero del hormigón armado podría ser una de las principales causas del desplome. Estas varillas podrían haberse corroído en el tiempo debido a la oxidación por efecto de alguna filtración de agua o salitre, lo que debilitó la estructura del techo. El uso de materiales de baja calidad o la falta de mantenimiento adecuado también podrían ser factores contribuyentes. Además, es otro factor importante, la falta de supervisión por parte de las instituciones estatales en las construcciones. Las normas de construcción y seguridad posiblemente no fueron cumplidas o no fueron suficientemente rigurosas, lo que incluye la falta de inspecciones periódicas y la no aplicación de códigos de construcción vigentes.
Otros de los posibles factores del desplome, según han comentado expertos, fue adicionarle más peso a la loza original con capas nuevas de mezcla de lo que le llaman “Fino” (mezcla de arena fina y cemento); podría ser otro factor importante. Inclúyase la antigüedad y metodología que se usaba hace muchos años, donde el hormigón armado de las lozas de techo no se le aplicaba “aligeramiento de peso”, como se hace ahora en las construcciones, que se insertan cubos de foam (espuma en forma de cubo geométrico) distribuidos simétricamente, calculados en los “falsospisos” antes de vaciar el concreto. Estos cubos de foam se colocan dejando espacios apropiados entre ellos para que quepan los canastos de varilla, según los cálculos del estructuralista, lo que facilita reducir de forma drástica el peso de la loza del concreto. Otra de las teorías muy socorridas como parte de las causas de la caída del techo es la influencia de la actividad sónica en una estructura antigua.
Para determinar las causas del desplome de esa edificación, es mandatorio realizar una investigación seria y exhaustiva. La presidencia de la República ha informado que se formará una comisión imparcial para investigar el hecho. Es crucial que esta comisión incluya expertos en ingeniería estructural, arquitectura y construcción, así como representantes de las víctimas y sus familias, que, aunque podrían no ser expertos, garantizarían transparencia en el proceso de investigación.
Una inspección forense detallada de los escombros y las partes estructurales sobrevivientes es esencial. Esto incluye análisis de materiales, pruebas de resistencia y evaluación de la integridad de las varillas de acero. Además, se debe revisar la documentación de la construcción, incluyendo planos, permisos y certificados de seguridad, para determinar si se cumplieron las normas y si hubo negligencia en el proceso de construcción o supervisión. Entrevistar a testigos, personal del club y expertos en seguridad para recopilar información sobre las condiciones previas al desplome y las posibles señales de advertencia es otro paso vital. Se debe evaluar cómo la combinación de factores estructurales, operacionales y ambientales contribuyó al desastre. Esto incluye la evaluación de la capacidad de carga del techo, las condiciones de uso y la evolución de la estructura con el tiempo.
Reflexión legal.
Consecuencias legales y responsabilidad
Las implicaciones legales son complejas. Los propietarios, constructores y entidades estatales de supervisión podrían enfrentar demandas civiles y penales si se demuestra negligencia. El Estado también puede ser considerado responsable si se comprobó que las instituciones encargadas de la supervisión de la construcción no cumplieron con sus deberes. Esto podría llevar a cambios en la legislación y a la implementación de nuevas normas de seguridad.
Las acciones legales deben ser exhaustivas y justas. La fiscalía tiene que llevar a cabo una investigación judicial exhaustiva para determinar las responsabilidades y presentar los cargos correspondientes. Se deben establecer mecanismos de indemnización para las familias de las víctimas y los sobrevivientes, incluyendo asistencia financiera y psicológica. Además, la tragedia debe servir como un catalizador para reformar las leyes de construcción y seguridad en edificios públicos, asegurando que se cumplan estrictamente las normas y se realicen inspecciones periódicas.
Como explicaba en las causas técnicas del desplome, las construcciones con códigos antiguos y falta de supervisiones no soportarían movimientos bruscos de altas escalas. Se debe realizar una revisión completa de las normas de seguridad en edificios públicos, y establecer un plan de inspecciones que pueda prevenir futuras tragedias. Otro paso importante es implementar programas de educación en seguridad para el público, especialmente en lugares de entretenimiento y eventos masivos.
Reflexión de humanidad.
Un camino hacia la sanación
La magnitud de esta tragedia ha afectado directamente a los familiares, amigos de las víctimas, los heridos sobrevivientes y a la sociedad en general. Es preciso seguir un proceso integral para abordar el impacto psicológico de la tragedia. Realizar evaluaciones y seguimiento psicológicos a todos los sobrevivientes y a las familias de las víctimas para identificar los niveles de trauma y estrés postraumático es un paso crucial. Ofrecer terapia individual y grupal a los afectados, con especial enfoque en el manejo del trauma y la reconstrucción emocional, es esencial. Establecer programas de apoyo continuo para asegurarse de que los afectados reciban el cuidado necesario a largo plazo, y proporcionar consejería especializada para tratar problemas de ansiedad, depresión y otros trastornos mentales, son medidas vitales.
La transparencia y el diálogo abierto entre los dueños, los afectados y las autoridades pueden ayudar a aliviar la tensión y promover una solución justa y equilibrada. Es vital un tratamiento especial al personal sobreviviente que trabajaba en el Club y al personal que estuvo involucrado en salvamento y ayuda, pues ellos recibieron de forma directa e indirecta el impacto de la tragedia en ese trágico evento.
Es normal que algunos de los afectados, sus familias y parte de la sociedad dirijan sus miradas acusatorias a los dueños del Jet Set y que, independientemente de la investigación de ley que necesariamente se les hará, no se deba ignorarlos en este momento de crisis. Losdueños y sus familias también sufrieron una pérdida significativa, tanto personal como económica, y merecen atención y apoyo; ellos también pudieron haber perecido. A nivel personal, los dueños y su familia pueden sentir una profunda culpa y angustia. Es importante reconocer que también son seres humanos que han perdido a seres queridos y están lidiando con un trauma significativo por la pérdida de amigos entrañables, la afección en su Club de tantas personas y la pérdida de un patrimonio y familiar de valor. Por lo tanto, deben recibir el mismo apoyo psicológico que los demás afectados, incluyendo terapia individual y grupal para procesar el trauma terrible que deben estar viviendo y reconstruir su vida emocional, que será lento en el tiempo, como lo será también para los familiares y amigos de los difuntos.
Reflexión final.
Hacia la reconstrucción, reconciliación y la sanación colectiva
El Estado tiene un papel crucial en la gestión de esta crisis y puede participar activamente en la ayuda a la familia de los dueños, tanto en aspectos legales como económicos, sin perder de vista la justicia para las víctimas y sus familias.
Una catástrofe tan grande, como esta, debe llevar al Estado dominicano a un proyecto público-privado en un acuerdo con los dueños del Jet Set y usar el espacio donde funcionó el club para construir un monumento memorial que recuerde por siempre a las víctimas de esa tragedia.
Este evento trágico del Jet Set en Santo Domingo es un evento desgarrador que ha dejado profundas secuelas en toda la comunidad. La emisión de opiniones y análisis en este momento debe ser equilibrada y rigurosa, reconociendo la complejidad de la situación y el dolor que ha causado. La investigación de las causas del desplome debe ser exhaustiva y justa, abarcando tanto aspectos estructurales como legales. Las consecuencias legales deben ser manejadas con la seriedad que merece un desastre de esta magnitud, pero también con un enfoque humano que reconozca la situación de todos los involucrados.
El apoyo psicológico y social a los sobrevivientes y a las familias de las víctimas es vital; el Estado y la comunidad deben unirse para proporcionarlo. Al mismo tiempo, no se debe olvidar que la familia de los dueños del Jet Set también ha sufrido una pérdida significativa y merece un trato justo y equilibrado. Transformar esta tragedia en un impulso para mejoras significativas en la seguridad de edificios públicos puede ser un legado positivo. La participación activa de los dueños y su familia en estas iniciativas, si lo desean, puede ser un paso hacia la reconstrucción, reconciliación y la curación colectiva.
Es un momento para juntar nuestras fuerzas y encontrar soluciones que honren la memoria de las víctimas, prevengan futuras tragedias y ayuden a la sociedad a sanar y reconstruirse. El camino hacia la justicia y la recuperación debe ser trazado con cuidado, respeto y empatía, reconociendo que todos somos parte de una comunidad que ha sido profundamente afectada.
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