Algunos retos de la política pública son bien complicados y obtusos. No siempre se tiene una formula correcta para responder con efectividad a ciertos tipos de problemas. Un difícil caso es que los supermercados venden los alimentos a precios inferiores a los que prevalecen en los colmados. En los primeros compra la clase media, mientras en los segundos los pobres y clase media baja. Rebajar los precios en los colmados, por tanto, es un tremendo reto para lograr mayor equidad social.

Pero el desafío no es nada fácil. La grafica adjunta, tomada de un artículo de prensa sobre el tema, muestra en que consiste el problema: los colmados compran a intermediarios que encarecen los productos. No es solo el transportista que los adquiere directamente del productor y los vende a los mercados donde compran los colmados. Es tambien que los vendedores de los mercados tambien añaden su cuota de beneficios. Los consumidores pobres entonces cargan con esa pesada cadena de intermediación. En cambio, los supermercados compran directamente a los productores originales y venden directamente a los consumidores de clase media.

¿Qué hacer para que los colmados puedan vender a los mismos precios que venden los supermercados? Obviamente, los colmados del pais no tienen los medios necesarios para conectar directamente con los productores. Su escala de operaciones no permite tener esa maquinaria. De ahí que los funcionarios concernidos con el problema hayan ideado, para enfrentar el problema, un esquema que lamentablemente no ha mostrado el progreso esperado. En teoría el esquema organizativo del programa “A comer: del campo al Colmado”, luce pertinente, pero su gerencia y ejecución no están logrando sus metas.

El objetivo del programa ha sido bajar los precios de 16 productos alimenticios que son expendidos por los 90,000 colmados del país. Estos productos incluyen: aceite, arroz, ajo, azúcar, cebolla roja, plátano, papa, batata, yuca, huevo, habichuela, leche, espaguetis, sal molida, sardinas y salami. Pero la propuesta de que los colmaderos formen cooperativas para poder comprar a los productores al por mayor no se ha logrado materializar. Tampoco ha sido posible articular a los productores mediante un esquema colectivo. Según el sitio web del programa se esperaba que en el 2024 se afiliaran 10,000 colmados, pero solo lo han hecho 2,751. Ese magro avance es una clara señal de que el programa no está consiguiendo sus metas.

¿Qué puede hacerse para que el programa avance rápidamente? ¿Existe algun otro esquema que pueda reemplazarlo? ¿Cuál es el esquema de distribución mas apropiado para la intervención estatal en el asunto? No cabe duda de que sin una participacion determinante del Estado no se podrán lograr las nobles metas que se han propuesto los funcionarios concernidos. El problema es encontrar la manera adecuada para esa participacion a través de cadenas idóneas de distribucion.Captura-de-Pantalla-2025-04-13-a-las-10.48.14-a.-m-728x542

Hay suficientes ejemplos de cómo el Estado interviene en la distribucion de alimentos u otros productos para abaratar sus precios. Un ejemplo es, por supuesto, el programa de bodegas ambulantes de INESPRE, pero este no se ayunta con los colmados, sino que esporádicamente provee productos directamente a los consumidores. Un mejor ejemplo es Promese/Cal, un programa de boticas populares cuyo objetivo principal es suplir medicamentos a precios asequibles a los pacientes. El Estado tambien dispone de cadenas de distribucion eficaces como las de INABIE, Comedores Económicos y el Plan Social. El programa Supérate, por su parte, ha logrado conformar entre los colmados una Red de Abastecimiento Social, y muchos colmados actúan como agentes bancarios.

¿Qué se necesita para abaratar los precios de por lo menos los alimentos en los colmados? Los funcionarios están retados a celebrar varias sesiones de tormenta de ideas para configurar algo más efectivo que el actual programa A comer: del campo al colmado.  ¿Podría INESPRE rediseñarse para que, mediante ordenes de compra de los consumidores a través del Whatssap, satisficieran directamente a los consumidores de los barrios más pobres? ¿Podrían las andanzas de sus camionetas programarse para que respondieran a los consumidores de esta forma? Naturalmente, eso eliminaría la intermediación de los colmados y eso es algo no deseable. Pero esas camionetas podrían llevar las ordenes a los colmados correspondientes. Los colmados tendrían que comprometerse a fijar los precios bajos. Los costos de la intermediación de INESPRE, por supuesto, tendrían que ser absorbidos por el Estado. INESPRE ya no seria un “instituto de estabilización” sino de nivelación.

Otra alternativa que podría explorarse es la de los supermercados. Ellos tienen la ventaja de que conectan directamente con los productores y pueden satisfacer a sus clientes con bajos precios. La mayoría de los supermercados ya tienen servicios a domicilio mediante ordenes por internet y °deliverys”. Pero, nuevamente, la eliminación de los colmados no es deseable. Habría que buscar una formula para que tanto INESPRE como los supermercados suplan a los colmados a los precios de los productores, eliminando por lo menos la intermediación de los mercados. Y el esquema podría probarse en un punado de colmados en los barrios mas pobres de el Gran Santo Domingo y Santiago.

Al preguntarle a la inteligencia artificial que medidas podrían resolver el problema de los mas altos precios de los alimentos en los colmados esta respondió lo siguiente: “Lograr que los alimentos lleguen más baratos a los colmados dominicanos implica atacar varios puntos clave dentro de la cadena de distribución y comercialización.” Entre las medidas o estrategias que podrían ayudar: 1) mejorar la cadena de distribucion, 2) reducir intermediarios, 3) optimizar el transporte, 4) apoyar la producción local, 5) reducir los impuestos o aranceles, 6) comprar en conjunto para tener mayor poder de negociación, 7) transparencia y regulación de precios abusivos, 8) alianza con el Estado o programas sociales.

Al pedirle  a la IA tres posibles soluciones para lograr que los precios de los colmados sean iguales a los de los supermercados esta respondió: “Este fenómeno se debe a varios factores: menor poder de negociación de los colmados, compras al por menor en vez de al por mayor, altos costos logísticos, y limitaciones de acceso a financiamiento. Para igualar los precios de los colmados con los de los supermercados, se pueden aplicar estas tres soluciones: 1) Crear un sistema de compras centralizadas o cooperativas de colmados, 2) subvención estatal dirigida a productos básicos en colmados, 3) digitalización y modernización de la cadena de suministro de los colmados.” Respecto a esto ultimo la IA propone: “Fomentar el uso de plataformas digitales donde colmados puedan hacer pedidos agrupados, rastrear precios en tiempo real, y optimizar inventarios.”

Obviamente, algunas de las medidas propuestas están ya siendo aplicadas. (Algunas han sido fallidas parcialmente, como es el caso del Merca Santo Domingo.) Aquí se identifican otras para ilustrar la complejidad del problema. No hay duda de que los funcionarios deberán emplearse a fondo para mejorar el programa actual citado. El auxilio de la FAO y de otras agencias internacionales podría ser determinante para polinizar la creatividad de nuestros funcionarios. Mientras exista una gran diferencia en los precios de colmados y supermercados se estará apocopando la equidad social. Esta es “un principio que busca garantizar que todas las personas tengan las mismas oportunidades y resultados, a pesar de las desigualdades sociales. Se basa en la justicia, la imparcialidad y el reconocimiento de las diferencias entre las personas.”

Juan Llado

Consultor económico

Con entrenamiento universitario en los campos de la psicología, las ciencias políticas, la educación y la economía, obtuvo títulos universitarios en EEUU y se desempeña actualmente como consultor económico y articulista. Su experiencia de trabajo ha sido diversa, incluyendo misiones de organismos multilaterales y gerencia de proyectos internacionales. El principal hobby es la investigación y las tertulias vespertinas en el Centro Histórico de Santo Domingo. Aunque no partidarista y un libre pensador, ha abrazado últimamente la causa de la alternancia en el poder como requisito cumbre para fortalecer la democracia dominicana.

Ver más