Las raquetas legendarias no suenan ya como candidatas en un escenario del que se han adueñado jóvenes como Carlos Alcaraz, Jannik Sinner, Aryna Sabalenka y Coco Gauff, los mejores de la ATP y la WTA, y recientes finalistas en Roland Garros. El centenario torneo de Wimbledon se inicia este 30 de junio con aires de nostalgia anticipada para Novak Djokovic, el segundo jugador con más títulos sobre la hierba londinense, que esta vez tiene un camino muy improbable hacia el triunfo.

En el segmento masculino parece probable que Wimbledon se encamine hacia otra definición entre Sinner y Alcaraz, aunque el público local se ilusiona con las perspectivas de tener otro campeón de la casa, luego de lo que ha mostrado Jack Draper esta temporada.

En el femenino, las últimas dos ganadoras, las checas Marketa Vondrousova y Barbora Krejcikova, tienen rutas complicadas hacia la final, y las dos jugadoras más encendidas del circuito este año, Sabalenka y Gauff, no exhiben en sus vitrinas trofeos sobre césped, así que el escenario luce mucho más impredecible que entre los hombres.

Alcaraz por la reconquista

Igual que de cara a Roland Garros, Carlos Alcaraz luce como el jugador más consistente en la superficie. Es el campeón de las últimas dos ediciones, de modo que ya está más que probado sobre las particulares exigencias de la hierba.

Además, viene de ganar el torneo más importante de la pretemporada, Queen’s Club, donde derrotó en la final a Jiri Lehecka. Fueron tres sets intensos en los que el español dio muestras de haber hecho sin problemas la transición de la tierra batida a la grama.

En caso de ganar en el césped londinense conseguiría un triplete que no se ha dado en el tenis desde 2008, cuando lo logró Rafael Nadal: Roland Garros, Queen’s Club y Wimbledon en la misma temporada.

Pero incluso si lograra esa hazaña, no podría destronar a Sinner del número uno de la ATP, porque el italiano defiende pocos puntos del torneo del año pasado, donde cayó en cuartos de final.

El camino luce despejado para el español. Con Sinner no se encontraría hasta la final, y ha sido dominante ante quienes serían sus obstáculos previos: Andrey Rublev o Stefanos Tsitsipas en octavos de final, Holger Rune o Lehecka en cuartos, y Alexander Zverev, Daniil Medvedev o Taylor Fritz en semifinales.

Sinner afronta Wimbledon en una particular encrucijada. Perdió en los octavos de final del único torneo sobre hierba que disputó este año, el de Halle. Esa derrota fue ante el ulterior ganador, el kazajo Alexander Bublik, pero causó toda una revolución en el entorno del líder del circuito masculino.

El italiano despidió a su preparador físico y a su fisioterapeuta tres días antes de Wimbledon, y se trata de los mismos especialistas que se sumaron a su equipo hace menos de un año, cuando hizo cambios tras la contaminación por Clostebol producto de unos masajes, que lo obligó a aceptar una suspensión de tres meses.

¿El comienzo del fin para Djokovic?

Hasta el año pasado, Wimbledon se presentaba como la oportunidad definitiva de Novak Djokovic para quebrar el récord de títulos individuales de Grand Slam de Margaret Court, y conseguir el trofeo número 25 que terminara de consagrarlo como el más brillante del Big Three.

Ahora la batalla es distinta. Después de su oro olímpico en París, el serbio solo se ha coronado en un torneo, el de Ginebra previo a Roland Garros, y no ha disputado ningún evento sobre hierba antes de Wimbledon.

Cada golpe ahora parece ser parte de una cuenta regresiva antes del adiós, que él mismo anticipó de forma indirecta cuando dijo que su derrota ante Sinner en las semifinales del evento parisino podría haber sido “el último partido que jugué aquí”.

Las lesiones han hecho presa del hombre que apagó en Roland Garros las velas de su pastel de cumpleaños número 38. Él mismo lo reconoció: sus objetivos han pasado a ser “ganar un partido o dos, sin pensar realmente en llegar lejos en el torneo”, como lo reconoció tras caer en la primera ronda del Masters 1000 de Madrid en la primavera.

Aun en medio de sus metas redimensionadas, Wimbledon es uno de los escenarios que mejor se adapta al tenis de Djokovic. No es casualidad que lo haya ganado siete veces, una cifra en la que solo lo supera Roger Federer, con ocho.

Con Alcaraz, solo podría encontrarse en la final, pero para ello tendría que deshacerse de Sinner en semifinales, y probablemente encontrarse en cuartos con el jugador que lo sorprendió este año en la final del Masters 1000 de Miami, el checo Jakub Mensik.

También en el camino de Djokovic está Jack Draper, la gran esperanza británica de volver a coronar a un local en Wimbledon, justo en el año en el que se anuncia que el último campeón de la casa, Andy Murray, tendrá una estatua en el All England Lawn Tennis Club.

A Draper no le ha ido particularmente bien en la "Catedral", pero llega al torneo como número cabeza de serie número cuatro, luego de un periodo en el que ha llegado a semifinales del Abierto de Estados Unidos, ganó Indian Wells y estuvo en dos finales de torneos ATP.

La incógnita de la campeona femenina

Las opciones están menos claras entre las mujeres. Aryna Sabalenka jugó un solo torneo en césped, el de Berlín. Allí superó en cuartos de final a la campeona de Wimbledon en 2022, Elena Rybakina, y luego perdió en semifinales ante la monarca de 2023 en el All England Lawn Tennis Club, Marketa Vondrousova, que fue también ulterior ganadora en la capital alemana.

Con la checa podría volver a encontrarse en tercera ronda, y si avanza hasta semifinales allí hay posibilidades de que tenga que medirse con la dueña del oro olímpico Zheng Qinwen o con la finalista del año pasado en Londres, la italiana Jasmine Paolini. Con Gauff o Iga Swiatek no se encontraría hasta la final.

Ninguna de las dos ha tenido un camino sencillo sobre el césped. Gauff perdió en su debut en Berlín y en Wimbledon no ha pasado de cuarta ronda. Además le toca debutar ante la ucraniana Dayana Yastremska, que viene de ser finalista en Nottingham.

Swiatek no jugaba en césped desde que Yulia Putintseva la sacó de Wimbledon en tercera ronda el año pasado, y ha caído del quinto al octavo lugar de la WTA. Pero dio muestras de adaptación derrotando en semifinales de Bad Homburg a Jasmine Paolini, para clasificar a la primera final de su carrera sobre grama. Luego cayó ante Jessica Pegula, pero ahora se permite soñar con el regreso a los primeros planos.

Para su fortuna, con Gauff no se encontraría hasta semifinales y con Sabalenka solo puede verse en la final, pero antes hay posibilidades de que tenga que sortear un duelo con Rybakina.

En cuanto a la campeona defensora, ni el sorteo ni la temporada han sido benévolos. Krejcikova pasó cinco meses fuera del circuito por molestias en la espalda, y su reaparición en Eastbourne se vio truncada, porque una lesión en un muslo la obligó a retirarse en cuartos de final.

Para colmo, su primera rival será una de las grandes revelaciones de la temporada, la filipina Alexandra Eala, que viene de eliminar a tres campeonas de Grand Slam (Jelena Ostapenko, Madison Keys y Swiatek) para llegar a semifinales del WTA 1000 de Miami, y se clasificó en Eastbourne a la primera final de su carrera sobre césped.

Wimbledon lleva nueve años sin una bicampeona en años consecutivos, desde que Serena Williams sumó entre 2015 y 2016 dos coronas más a las otras cinco que coleccionaba antes de eso.

Desde entonces solo una de sus siete ganadoras ha sido la máxima favorita (la australiana Ashleigh Barty en 2021), lo que deja claro lo difícil que es calcular un resultado en el cuadro femenino.

France24

Liberté Égalité Actualité

France 24 son cuatro cadenas mundiales de información continua (en francés, árabe, inglés y español), que emiten las 24/7 (6 horas diarias, para la cadena en español) en 355 millones de hogares en los 5 continentes.

Ver más