La proclamación de Jeannette Jara como carta presidencial de la izquierda chilena abre un escenario inédito en la política interna. Con la extrema derecha y la derecha liderando las encuestas de la mano de José Antonio Kast y Evelyn Matthei, la apuesta oficialista por una figura comunista debe ahora aunar a la izquierda, pero también arriesga ahondar en sus fracturas internas y movilizar el voto de rechazo. Al mismo tiempo, obliga a la oposición a sincerar su propia pugna.

La llegada de Jeannette Jara a la primera línea de la carrera presidencial en Chile abre un escenario inédito en la política interna y una lista de interrogantes sobre el reposicionamiento tanto de ella, como del resto de candidatos de cara a las elecciones generales del 16 de noviembre.

La candidata del Partido Comunista es asimismo, desde el domingo, rostro de la izquierda del país austral tras ganar las primarias con más del doble de apoyos (60%) que la segunda, la socialdemócrata Carolina Tohá (28%), quien anunció su retirada de la primera línea política tras la derrota.

Detrás también quedaron el candidato del oficialista Frente Amplio, Gonzalo Winter (9%), y Jaime Mulet (2,7%), de la Federación Regionalista Verde Social.

Este lunes, Jara, quien fuera ministra de Trabajo, fue recibida oficialmente por su exjefe, el presidente Gabriel Boric, en la búsqueda de reconstruir los puentes que se resquebrajaron durante el proceso de precandidaturas. En la víspera, la aspirante comunista hizo ya un llamado a la unidad de la izquierda: 

"Los llamo a no soltar nuestras manos, a tenerlas juntas para enfrentar desde la unidad, política y social más amplia posible a la ultraderecha chilena y detenerla. Esa es la tarea para lo que viene".

Jeannette Jara inició su militancia en las Juventudes Comunistas a sus 14 años. Ahora tiene 51 y ha tomado distancia de algunos de los postulados históricos de la formación. Según ella, no así la base de su partido, los Gobiernos de países como Venezuela o Cuba vulneran los Derechos Humanos de sus ciudadanos.

Un día después de alzarse con la victoria en las primarias comentó públicamente: "Soy la candidata de la centro izquierda, no del Partido Comunista". Aspira a ganar las elecciones bajo el partido Unidad por Chile, la lista unitaria izquierdista.

En frente, y en un escenario de alta polarización, la extrema derecha llega con José Antonio Kast del Partido Republicano, quien lidera la mayoría de los sondeos de intención de voto, y la derecha tradicional ha aupado a Evelyn Matthei bajo el paraguas de Chile Vamos. Ahí, la izquierda busca fortalecer a su electorado más fiel y presentarse como una alternativa clara y coherente, así como incentivar el voto contra el conservadurismo. En un tercer plano aparece la figura de Johannes Kaiser, una nueva extrema derecha bajo la formación Partido Nacional Libertario que podría sumar fuerzas con Kast.

Según la más reciente encuesta de Cadem, que hace un track semanal de la intención de voto, Kast mantiene la primera posición con el 24%, seguido de Jara, que llega a  un sólido 16%. La tercera posición es para la derecha de Matthei con el 10%, de acuerdo con la demoscopia de finales de junio.

El bloque opositor llega con ventaja en cohesión. Aunque Kast y Matthei son rivales potenciales en una primaria, la derecha chilena ha demostrado mayor disciplina para cerrar filas en segunda vuelta. Queda ver si la entrada en escena de una figura ligada al comunismo reposiciona también sus planteamientos estratégicos durante el resto de campaña.

"El escenario está particularmente fluido, y tiene que ver con la magnitud del sistema político y de legitimidad que hay en Chile, que genera disrupción", asevera Alberto Mayol, analista académico de la Universidad de Santiago. "A Jara no le bastará con el carisma y Kast deberá buscar puntos más centrales", afirma el experto.

Un electorado entre la frustración económica y el temor por la inseguridad

La elección del 16 de noviembre, no obstante, parece que no se jugará solo en el plano de nombres y proyectos partidistas. La agenda pública está dominada por preocupaciones profundas.

El Centro de Estudios Públicos (CEP), así como los sondeos de Emol, sostienen que para más del 50% de los chilenos la seguridad es su principal preocupación, seguido de la economía y la inflación (35%), la salud (27%) y la inmigración (20%).

En el plano económico, el país austral enfrenta un crecimiento moderado (proyecciones del Banco Central de entre 1,75% y 2,25% para 2024–2025). Aunque la inflación ha bajado desde los picos de 2022, el costo de vida sigue siendo elevado para muchos hogares.

Asimismo, la desafección política marca el tiempo de la campaña. El Congreso chileno es una de las instituciones peores valoradas por la ciudadanía; los partidos políticos tienen índices de aprobación por debajo del 15% y el propio Boric solo aprueba para menos de un tercio de un país de cerca de 20 millones de habitantes.

En este clima, la demanda de “orden” y “seguridad” ha sido el combustible de las candidaturas de Kast y Matthei, que se presentan como soluciones “de mano dura” frente a un Ejecutivo percibido como "débil".

La campaña de la exministra —y del oficialismo— deberá enfrentar la gran paradoja: sus temas más fuertes (reformas sociales, derechos laborales) no están hoy al tope de las preocupaciones ciudadanas, por lo que readaptar la narrativa en busca del centro también está sobre la mesa, según los analistas.

"El gran desafío de la izquierda en Chile es construir una perspectiva política y doctrinaria, pensando en los años venideros, en el desafío existente y en la derechización del país como resultado del fracaso y de la incapacidad de la misma izquierda para liderar procesos para los cuales tenía todo el apoyo", relata el analista Mayol.

Jara, ¿talante negociador para aunar a la izquierda?

Jeannette Jara irrumpe en la campaña, pero no es una desconocida. Abogada, sindicalista y exministra de Trabajo, su figura se consolidó en el Gobierno de Boric gracias a la Ley de 40 horas laborales, una de las reformas más populares de la actual legislatura.

Su estilo negociador, pragmático y de tono apaciguador le valieron el respeto incluso de sectores empresariales. De hecho, tras su oficialización como candidata, la bolsa se mantuvo en verde y el peso no perdió valor ante el dólar estadounidense este lunes.

Pero su militancia comunista le pone un techo potencial en un país donde el anticomunismo ha sido históricamente un elemento de cohesión para la derecha.

No obstante, su figura, sostienen los expertos, podría catalizar el voto "anti-Kast". En las elecciones de 2021, aunque Kast ganara en primera vuelta, su imagen polarizante permitió unificar en el balotaje a todo el electorado antiderecha, dándole la victoria a Gabriel Boric. Queda ver si el voto "anti-Kast" es igual, superior o inferior al voto "anticomunista", tanto en una primera como en una eventual segunda vuelta.

"Su gran desafío es reconfigurar y generar las condiciones para que se pueda construir un nuevo proyecto para la izquierda. Se le entregó la custodia a Jeanette Jara, a la ministra que fue más eficaz en el Gobierno y que desde los extremos supo negociar y llegar a acuerdos", expresa el académico Alberto Mayol sobre el reto que supone para la aspirante tomar el liderazgo de una candidatura única.

¿Habrá pulso interno en las derechas?

Los ecos de la elección de la comunista para representar a la izquierda podrían, asimismo, afectar a la extrema y la derecha clásica. Para José Antonio Kast, la nominación de Jara podría generarle, a priori, una ventaja narrativa: una candidata militante en el comunismo le facilita reforzar su discurso de freno al comunismo y profundizar la polarización.

Kast vive de esa tensión: su discurso duro sobre seguridad y orden encuentra terreno fértil en la preocupación de la gente por la seguridad y la migración, pero además se alimenta de un "enemigo" claro en frente.

Para Evelyn Matthei, en cambio, el escenario podría complicarse. A lo largo de su carrera pública ha buscado cultivar un perfil más moderado, presentándose como alguien con experiencia y capacidad de diálogo, capaz de derrotar a la izquierda sin favorecer una polarización extrema. No obstante, con Jara como rival, podría también verse empujada a endurecer su discurso para no perder terreno ante Kast en búsqueda del electorado más conservador.

El resultado, entonces, podría ser una derecha más tensa internamente. Jeannette Jara podría obligar a Kast y Matthei a repensar si la estrategia de tensar los polos podría movilizar a su base o si el camino pasa por construir un discurso capaz de conquistar a los indecisos. En ese equilibrio, la pugna puede que no sea solo por el voto, sino también por el tono y el rumbo general de una derecha y extrema derecha en un Chile dividido y con una gran desafección.

Elecciones abiertas, con riesgos y oportunidades

La definición de Jara como candidata no es solo un movimiento interno del oficialismo: es un giro que obliga a todos los actores a recalcular sus posiciones.

Para la derecha y la ultraderecha, podría ser una oportunidad para profundizar la polarización y avivar el discurso del “peligro comunista”. También es un desafío para no repetir la fallida fórmula del pasado que despojó a Kast de la Presidencia.

Para el centro político, podría ser un reto para buscar alternativas que atraigan al electorado moderado reacio a Kast pero también incómodo con el Partido Comunista.

Para la izquierda, podría ser un órdago a su supervivencia futura en torno al cierre de filas y la cohesión de la forma y el fondo del discurso. Una combinación entre el programa social y las demandas de seguridad y políticas económicas que reaviven la economía.

El 16 de noviembre Chile se encamina a una elección presidencial con final abierto, en la que la decisión la tienen más de 15 millones de personas. Si no hay un desenlace claro, el balotaje despejará las dudas el 18 de diciembre para buscar al relevo de Gabriel Boric en medio de la crispación y la fractura política y social.

France24

Liberté Égalité Actualité

France 24 son cuatro cadenas mundiales de información continua (en francés, árabe, inglés y español), que emiten las 24/7 (6 horas diarias, para la cadena en español) en 355 millones de hogares en los 5 continentes.

Ver más