Mujeres filósofas, sabías y visionaria, dejaron sus huellas indelebles en diferentes contextos epocales de la sociedad humana.
Todas, sin excepción alguna, obedecieron el llamado de la sabiduría y fueron buenas escucha del susurro del saber, la naturaleza y la sociedad, en sentido general.
En lo que respeta a la lejana antigüedad griega, por ejemplo, hubo pensadoras de no pocas relevancia. Entre las cuales cabría mencionar las siguientes:
Diotima, Aspasia, Teodora, Arete, Teófila, Nicarete, Pantaclea, Arria, Lastenia, Hiparquía, Cerellia, Porcia y Theano de Cretona
Otra pensadoras de la antigüedad sería Hipatia de Alejandría, quien fuera filósofa, matemática, oradora y defensora radical del neoplatonismo.
Justamente, en el preciso instante de regreso a su casa, la sabia y talentosa filósofa, sin razones justificadas, fue secuestrada por una turba de fanáticos ortodoxos, que la descuartizaron y no conforme con ello, luego, quemaron su cuerpo.
Dichas filósofas, de manera individual, serían partes de alguna escuela filosófica o corriente de pensamiento de aquel entonces.
Los espacio de reflexión de mujeres filósofas estuvieron representados, principalmente, por las Peripatéticas, las Cirenaicas, la Platónica, las Académicas, las Epicúreas, las Estoicas, Pitagóricas, Dialéctica y Megáricas.
Sosipatra, Anna Comnena, Clea y Panipersebasta, entre otras, se le considera filósofa incierta, ya que es difícil, por no decir imposible, ubicarlas en algunas de la escuelas filosóficas mencionadas.
En su interesante obra sobre el quehacer de las filósofas de la antigüedad, Guilles Menage, así lo deja entrever, al tiempo que da cuenta de las filósofas que sí estuvieron en alguna escuela filosófica.
Otra época no menos significativa que la anterior, lo fue la Edad Media, cuyas filósofas más representativas son:
Catalina de Siena, Herrada de Jandsberg, Eloísa de Paráclito, Gertrudis de Hackeborn, Margarita Porete, Hildegarda de Bingen, filósofa mística y vasta cultura epistémica, la cual, a demás de santa, fue naturista y profetisa.
Otra destacada filósofas de ese período de la historia, lo sería Christine de Pizan (poeta, pensadora, que escribiría, no sin mucho esfuerzo, la famosa obra “La Ciudad de las Damas”, la cual constituye una defensa de los intereses de las mujeres.
Una época, en gran medida, distinta al Medievo lo es, sin duda alguna, la Modernidad, la cual, como bien se sabe, experimento notables avances en el campo de las ciencias, las artes, la filosofía y la cultura.
Prejuicios patriarcales y creencias absurdas, impidieron el pleno desarrollo de la modernidad. No obstante, hubo filósofas valientes e inteligentes que dejaron sentir su voz, sin temor ni temblor, y se atrevieron a filosofar con voluntad inquebrantable.
Pareciese que la aventura y el riesgo les servirían de inspiración para expresar, enérgicamente, su sentir y combatir la injusta y enrarecida atmósfera (cargada de prejuicios y trivialidades) del furibundo patriarcado.
La filósofas más sobresalientes, que brillaron por su talento y templanza en la referida época, son:
Elizabeth de Bohemia, Margaret Cavendish, Émile du Chatelet, Madame Guyam, Mary Wollstonecra, Catherine Trotter, Anne Conway y Madame Stael.
Muy diferente de las anteriores, la época Contemporánea es, todas luces, la que mayor cantidad de mujeres filosofas comprende.
Tomando en cuenta su país de origen, habría que mencionar varias de ellas:
– España: María Zambrano, Adela Cortina, Victoria Camps, Mónica Cavallé, Josefa Ros Velasco, Cavallé, Remedios Zafra, Teresa Gaztelu, Amelia Valcárcel, Ana Carrasco-Conde, Paloma Hernández, Lola Cañamero, Teresa Oñate, Elsa Punset y Rosa Rodríguez Magda.
-EE.UU: Martha Nussbaum, Judith Butler, Susanne Langer y Laura J. Snyder, entre otras.
.Italia: María Lorenza Chiesara, Silvia Federici, Michel Marzano, Marie Bardet y María Montessori.
. México: Dulce María Granja, Elsa Cross, Emma Godoy, Graciela Hierro, Rosario Castellano y Luz del Carmen Vilchies.
. Inglaterra: Mary Warnock ,Noreena Hertz y Sarah Bakewell.
.Alemania: Hannah Arendt, Edith Stein y Vanessa Lemm.
-Cuba: Isabel Monal.
-Francia: Luce Irigaray, Elizabeth Badinter, Simone Weil, Catherine Malabou Simone de Beavoir y Christine Buci Gluksmann.
-Venezuela: Rayda Guzmán
-La India: Bandana Shiva.
-China: Sheng Keyi.
-Egipto: Doria Shaffi
-Argentina: Roxana Kreimer, Diana Maffía, Margarita Schultz, Alicia Puleo y Beatriz Bossi.
-Rusia: Ayn Rand
-Taiwán: Eva Cheng.
– Rumania: Catalina Elena Dobre.
-Birmania: Aung San Suukyi.
-Mónaco: Princesa Carolina de Mónaco y Carlota Casiraghi.
-Guatemala: Artemis Torre Valenzuela.
-Bolivia: Galia Domic.
-Perú: Carmen Zavala.
-Canadá: Patricia Smith Churland.
-Ecuador: Lola Proaño Gómez.
-República Dominicana: Lusitania Martínez, Ingri Luciano, Rosa Elena Pérez, Marisela Jiménez, Elsa Saint-Amand, Yvelisse Melo y Mabel Artidiello, Ysabel Noemí Tejada Díaz y Clevy Heydy Pérez Sánchez.
-Bulgaria: Julia Kristeva.
-Y Marruecos: Eulalia Pérez Sedeño.
En otra entrega haría mención de otros países con sus correspondientes filósofas.
De todos modos, habría que decir que las filósofas mencionadas tienen ideas, conceptos y formas muy particular de ver el universo, el mundo y sus problemas.
Todas, sin excepción alguna, son seres racionales y pensantes que enfrentan correctamente desafíos y adversidades de la vida.
Con su sabiduría iluminan la oscuridad de la razón extraviada en medio de sombras e incertidumbres perpetuas.
Habría de ser así y no de otro modo, porque la sabiduría de esas, demás filósofas, es vital para comprender acontecimientos del pasado y el presente.
Por esas y otras razones, es conveniente tener la obra “Mujeres filósofas y sabiduría para el buen vivir”, la cual, sin más, es la más completa, en tanto contiene filósofas de todos los continentes.
La Dra. en filosofía Mónica Cavallé, quien tiene el gran mérito de haber introducido en España, su tierra natal, la filosofía como terapia, me escribió, hace algún tiempo, estas bellas palabras:
“Estimado Joseph:
Me alegra conocerte (me permito tutearte y te invito a que lo hagas con conmigo), aunque sea de modo virtual. Enhorabuena por el libro recién publicado, que tiene una temática que llena un importante vacío bibliográfico(…)”.
“Muchas gracias- continúa diciendo- por incluirme entre las mujeres que consideras que tienen algo que aportar a la sabiduría del buen vivir. Me haré con el libro y lo leeré con mucho gusto. Mi saludo más afectuoso y mejores deseos para la marcha del libro”.
Además de tan significativa valoración, haría no más de algunas días que Francisco A. Reyes Marmolejo, gran filósofo y semiólogo dominicano, después de releer el libro “Mujeres filósofas y sabiduría para el buen vivir”, escribió una obra sobre el mismo, tomando en cuenta su alcance nacional e internacional.
En verdad, el título del escrito de Marmolejo no podía ser mejor: “Mujer y Sentido en la filosofía de Joseph Mendoza desde la semiótica”.
Con palabras claras, comprensivas y precisas, Reyes Marmolejo revela en su discurso filosófico y semiótico que la obra “ Mujeres filosofas y sabiduría para el buen vivir”, resalta aportes y la sabiduría de las filósofas, al tiempo que pone en claro que está profundamente enraizado en la dominicanidad y la cultura universal, toda vez que encarna en su amplio, sobrio y variado contenido, el espíritu de lo novedoso y lo creativo.
Por tal motivo, sería necesario leer y releer la referida obra para comprenderla en su justa dimensión y, a la vez, entender que la sabiduría de las filósofas debería ser complementada con la de los hombres para afrontar, de manera efectiva, el mundo actual y, de ser posible, solucionar sus problemas.
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