El Centro de Estudios Turísticos y Desarrollo Local (Cetdel) presentó el informe “Turismo y comunidad en Bayahíbe: una mirada local al impacto social, económico y ambiental del turismo”, una investigación que analiza la relación entre turismo, estructura socioeconómica local y sostenibilidad ambiental en Bayahíbe.
El análisis señala que Bayahíbe ha alcanzado un nivel de madurez turística que genera beneficios tangibles, pero que también plantea algunos retos en materia de equidad distributiva, sostenibilidad ambiental y gobernanza local.
El informe subraya que Bayahíbe se encuentra en un punto de inflexión, donde el turismo continúa siendo el principal motor del bienestar local, generando empleo y aumentos en los ingresos familiares.
La sostenibilidad futura del destino dependerá de la capacidad institucional para integrar crecimiento económico, equidad social y preservación ambiental bajo un modelo de gobernanza compartida.
“Bayahíbe se encuentra en un punto de inflexión. El crecimiento turístico ya no debe medirse solo en cifras de llegada, sino en su capacidad para generar bienestar, cohesión social y equilibrio ambiental”, explicó Huáscar Jiménez, presidente de Cetdel.
Además, el estudio muestra un consenso notable sobre los beneficios económicos del turismo: el 84.1 % de los residentes considera que el turismo ha incrementado las oportunidades de empleo y el 83.2 % reporta mejoras en los ingresos personales.
Un 59.1 % de los habitantes percibe mejoras en limpieza, orden y gestión de residuos. Sin embargo, un 9.5 % identifica tensiones relacionadas con la degradación de manglares y la presión urbanística, lo que demanda estrategias de manejo ambiental más firmes y preventivas.
El 77.3 % de los residentes expresa disposición a involucrarse en procesos de planificación turística, destacando la oportunidad de fortalecer mecanismos de participación ciudadana y gobernanza colaborativa.
De acuerdo con Mayjo Gutiérrez, presidenta de Quantum Analytics, los residentes de Bayahíbe tienen una clara visión del futuro basado en un turismo que respete el entorno, “fortalezca la economía local y promueva la participación de todos”.
La evidencia muestra que una articulación más estrecha entre comunidad, sector privado y Estado puede fortalecer la resiliencia territorial y garantizar una distribución más equitativa de los beneficios del turismo.
Pamela Pérez Vizcaíno, directora de la Escuela de Dirección y Gestión del Turismo de Unibe consideró que los hallazgos de este estudio en Bayahíbe ofrecen un caso de cómo la “investigación rigurosa puede revelar dinámicas sociales y ambientales que fortalecen la construcción de conocimiento y la reflexión crítica sobre el desarrollo turístico”.
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