Verón-Punta Cana: un necesario municipio turístico

El país tiene ya 158 municipios y 235 distritos municipales, un grado de división territorial que muchos consideran superfluo. Aun así, en el 2024 se crearon dos municipios nuevos (La Victoria y La Caleta) y ahora FEDODIM está proponiendo 5 nuevos distritos municipales. Por su lado, el Distrito Municipal Turistico Verón-Punta Cana aspira a convertirse en municipio, habiendo cortado su ligazón económica con Higüey. Esa aspiración tiene sentido por la suprema importancia económica que ya tiene su territorio, donde operan más de 50,000 habitaciones hoteleras y un aeropuerto que recibe más del 60% de los turistas que visitan al país.

La necesidad de una entidad municipal que cumpla cabalmente con sus funciones en el polo turístico Bávaro-Punta Cana es de larga data. Aunque fue en el 1986 que un decreto presidencial (No.1256-86) creó el polo turístico en el territorio comprendido entre Maco y Punta Cana, prevalece la percepción de que, en ese polo, el Estado no cumplió con el aporte de las infraestructuras básicas. Por ende, su evolución se ha caracterizado por ser casi totalmente autónoma. En parte por eso el hoy Distrito Municipal presenta un mayúsculo desorden urbanístico y sus entornos distan mucho de poder competir con Cancún, nuestro principal destino turístico competidor.

Contrario a lo que sucedió en Puerto Plata, la escasa planificación del polo fue iniciativa de la entonces llamada Asociacion de Hoteles y Proyectos Turísticos de la Zona Este (AHPTZE). En el 1994 esta entidad me comisionó la elaboración de una “Propuesta de Ordenación y Regulación del Desarrollo Turistico de la Costa Este”. Ese documento fungió por años como un plan de desarrollo no oficial que los nuevos inversionistas podían consultar para, de manera voluntaria, orientar el diseño de sus proyectos. Ya en el 2007 la Asociacion contrató al Arq. Cristobal Valdez para elaborar el “Plan de Ordenamiento Territorial Juanillo-Punta Cana-Maco”, pero su incidencia sobre los agentes privados fue limitada. Los organismos de planificación del Estado han estado ausentes, contrario a lo que paso en la Costa Norte.

Fue posteriormente que la Ley No.386-06 creó el Distrito Municipal Turistico Verón-Punta Cana, como dependencia del municipio de Higüey. Esta vinculación implica que el municipio supra gobierna y devenga la casi totalidad de los ingresos del Distrito. De ahí que el director distrital haya proclamado el pasado 30 de mayo la desvinculación con Higüey, basándose en que la Ley No.368-22 de Ordenamiento Territorial, Uso de Suelo y Asentamientos Humanos faculta a los ayuntamientos a crear sus propias oficinas de planeamiento urbano. Posteriormente externó también la aspiración de convertir al Distrito en un municipio, la cual está siendo objeto de discusión en el Senado. Tal posición se desprende de los enormes desafíos que confronta Verón-Punta Cana en materia de desarrollo y funcionamiento territorial.

Contrariando la voluntad del actual Distrito Municipal, sin embargo, recién “un grupo de diputados de la provincia La Altagracia presentó un proyecto legislativo para modificar la Ley 368-22, sobre organización territorial, con el objetivo de regular y coordinar la creación gradual del municipio Verón-Punta Cana, sin afectar la sostenibilidad del municipio cabecera Higüey. De acuerdo con los proponentes, la iniciativa busca establecer un régimen especial de "planificación vinculada" para que ambos territorios, que son "interdependientes desde el punto de vista económico y social", puedan continuar desarrollándose de manera conjunta y ordenada.” Es una gradualidad que, aunque en principio parece lógica, no se compadece con la importancia de Verón-Punta Cana para la economía nacional.

En verdad, la vinculación del Distrito con su municipio madre ha sido en gran medida responsable del “desorden urbanístico” del primero. Higüey consumía la parte de los ingresos del Distrito en sus propios fines, despojando al Distrito de los recursos para enfrentar sus propios retos y desafíos. Mantener esa vinculación, aun sin que haya compartición de ingresos, no es recomendable porque la magnitud de las tareas que le competen al Distrito requiere una focalización de ingresos y esfuerzos en su territorio. La prioridad actual es la de enfrentar esas tareas y que Higüey, beneficiaria indirecta del progreso del Distrito, resuelva sus problemas por si mismo. Esa desvinculación se justifica por la urgencia de que el territorio del Distrito sea intervenido para corregir su desorden urbano. También porque necesitará todos sus ingresos para financiar la ejecución de su Plan de Desarrollo.

Las tareas que debe confrontar son tan importantes que se justifica que su reconversión institucional sea acogida, a la brevedad posible, por el Congreso. El Distrito esta ya elaborando su ¨Plan de Ordenamiento Territorial”, el cual “persigue dos puntos focales, que son calificar los suelos, es decir, si es agrícola, ambiental, comercial, turístico, minero, entre otros. Pero, también, busca clasificar lo que es urbanizable y lo que no es urbanizable.”  Desde ya, sin embargo, el Distrito debe hacer aprestos para, con el apoyo del MITUR y de la Asociacion de Hoteles, lanzar el Plan de Desarrollo Urbano que transforme la imagen del polo y “cree una atmosfera de convivencia para que el entorno de los hoteles sea agradable y seguro.”

Algunas de las críticas que se hacen a la multiplicación de los municipios tienen asidero. Estas incluyen la falta de criterios claros en la creación de nuevas demarcaciones y la superposición de competencias entre ellas, lo que dificulta la planificación y la gestión del territorio, así como la prestación de servicios públicos. Sin embargo, Verón-Punta Cana requiere la elevación a municipio por su importancia económica, posiblemente equivalente a la de Santiago. Como bastión emblemático de nuestra imagen nacional su territorio debe presentar un paisaje urbano, un ornato y un orden de clase mundial basado en un inteligente sistema impositivo de tasas y arbitrios. Lograrlo será más fácil con su autonomía institucional, siempre que sus dirigentes, apalancados por el MITUR, tengan conciencia del rol que el turismo juega en nuestro ingreso de divisas y creación de empleo.