La del empresario Frank Rainieri califica como una voz autorizada en materia de desarrollo turístico. No en vano los hoteleros extranjeros de la Costa Este lo han ungido como el vocero de sus preocupaciones. Pero más allá de ese rol Rainieri ha demostrado, en esporádicas comparecencias públicas, que tiene una útil visión sobre los requisitos del desarrollo sectorial. Acaba de hacerlo al proponer, para Meta RD 36, un plan estratégico dirigido a atraer nuevos segmentos de mercado y aumentar el gasto promedio de los turistas. Es gratificante que ahora, acertadamente, cifra la máxima prioridad en el mejoramiento del producto turístico nacional.

En múltiples ocasiones Rainieri ha señalado las necesidades de desarrollo de la Costa Este. Al ser pionero en el desarrollo de esa region, Rainieri ha seguido muy de cerca esas necesidades y ha alzado su voz en reclamo de la atención de las autoridades. Casi siempre esas declaraciones han tenido que ver con la ausencia de apoyo estatal a las operaciones de los establecimientos hoteleros, pero también sobre el entorno urbano y las obras de infraestructura básicas.

Hace 8 años que, durante un discurso en ocasión del 40 aniversario de ADOMPRETUR, Rainieri se enfocó en la promoción turística internacional y en la responsabilidad social del empresariado. Respecto a lo primero propuso la creación de un fideicomiso para el manejo de los fondos promocionales estatales, una iniciativa que buscaba transparentar el uso de esos fondos. Respecto a lo segundo invitó al empresariado a arrimar el hombro con el desarrollo del país. “El concepto moderno de la responsabilidad social empresarial implica una participación activa en la búsqueda de soluciones a los problemas nacionales.”

Por supuesto, la responsabilidad social empresarial es un tema de agenda que no perime. En el caso de la region este el Grupo Punta Cana (GPC) ha dado el ejemplo con su Fundacion Ecológica y el patrocinio de escuelas, centros de salud, canchas deportivas, parques infantiles y otras obras comunitarias, tanto en Verón como en comunidades cercanas. En materia de promoción internacional el GPC ha hecho innúmeras presentaciones de su producto turístico en el exterior y ha procurado que la inversión estatal en el sector sea la adecuada.

Con el “plan estratégico” mencionado, afortunadamente, la identificación de prioridades ha sido menos localista y esta vez la visión más nacional. Según lo reportado en la prensa, la principal tarea ha sido señalada como la diversificación del producto turístico. Esto implica el enriquecimiento de nuestra oferta turística a través de 1) el fortalecimiento y organización de la artesanía nacional y de la gastronomía, 2) mejor recogida de los desechos sólidos, 3) ornato y mejoramiento vial, 4) ordenamiento territorial, 5) formación y capacitación de los recursos humanos, 6) regulación de alquileres de renta corta, y 7) recogida y uso del sargazo. En los reportes de prensa no se menciona la necesidad de fortalecer la promoción internacional por parte del sector público, lo cual implica que la época en que eso era una tarea principal del sector público ya ha pasado.

Aunque estas parecen prioridades coyunturales, la validez de estas recomendaciones sería mejor evaluada si existiera un plan nacional de desarrollo turístico. Ese no es el caso, aunque el MITUR trabaja junto a ONU Turismo en una “Estrategia de Sostenibilidad” para el sector. Mientras vale la pena comparar las prioridades rainierescas con las aportadas por el ministro del ramo y el actual presidente de ASONAHORES a principios de año. El primero reportó que para llegar a la meta de los 12 millones de visitantes es necesario añadir más habitaciones, fortalecer la seguridad y mejorar la conectividad. Dos de estas prioridades aplicaron al 2023, pero para ese año añadió también la infraestructura y las inversiones.

Para ASONAHORES este año debía lograrse un plan de ordenamiento territorial. También debe modernizarse la Ley de Turismo, desarrollar un plan de desarrollo sectorial, diversificar la oferta y aumentar la competitividad. El logro de estas metas “agregaría un gran aporte a la cadena de valor de la industria turística.” Indicó que para un crecimiento firme y sostenido deberá plantearse un modelo de trabajo basado en la coordinación del sector público con el privado. Recientemente Papo Bancalari informó que hoy día existen 15,000 habitaciones en construcción que deberán comenzar a operar dentro de los próximos tres años. Por su lado, la consultora Logan Econometrics reporta que hay 83 proyectos de construcción hotelera actualmente en todo el país.

Obviamente, las prioridades formuladas por Rainieri y sus contrapartes no coinciden en todo. Pero es posible deducir de ellas que el hilo conductor es hoy día el de mejoramiento del producto turístico, un énfasis que nunca había sido hegemónico. La coincidencia fundamental de estas prioridades es la diversificación del producto turístico. Afortunadamente, ya la obsesión con la promoción internacional de la imagen del destino ha quedado relegada. De ahí que se infiera que los desafíos del MITUR serán internos y que las francachelas de las ferias y road shows deben quedar en un segundo o tercer plano, por lo menos en lo referente al sector público.

A Rainieri debe reconocérsele como el empresario con más muestras palpables de responsabilidad social en toda la region este del país. Tal vez por eso los diputados aprobaron ponerle su nombre a la Autovía del Este. Sin embargo, las prioridades identificadas en su reciente “plan estratégico” son en su mayoría de corto plazo, tal y como son las del ministro y ASONAHORES. Ninguno de esos aportes exhibe el alcance de un plan nacional de desarrollo, una petición repetida mil veces por ASONAHORES. Una vez más eso queda pendiente. Mientras, conviene repasar lo que podría ser un “programa de gobierno turístico” para visualizar otras necesidades y opciones para el mejoramiento del producto turístico nacional. Nuestra competitividad turística siempre está en peligro de ser superada por otros destinos.

Juan Llado

Consultor económico

Con entrenamiento universitario en los campos de la psicología, las ciencias políticas, la educación y la economía, obtuvo títulos universitarios en EEUU y se desempeña actualmente como consultor económico y articulista. Su experiencia de trabajo ha sido diversa, incluyendo misiones de organismos multilaterales y gerencia de proyectos internacionales. El principal hobby es la investigación y las tertulias vespertinas en el Centro Histórico de Santo Domingo. Aunque no partidarista y un libre pensador, ha abrazado últimamente la causa de la alternancia en el poder como requisito cumbre para fortalecer la democracia dominicana.

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