La Luna llena ocurre cuando el Sol y la Luna se encuentran en signos opuestos del zodíaco, formando una oposición exacta en el cielo. Es el punto culminante del ciclo lunar, que comienza con la Luna nueva dos semanas antes. Astrológicamente, representa un momento de revelación, culminación y conciencia. Es un momento en el que la energía lunar, que está vinculada a lo emocional, lo intuitivo y lo inconsciente, se ilumina por completo, permitiéndonos ver con mayor claridad lo que antes estaba oculto o gestándose internamente. Es un tiempo fértil para reconocer y liberar lo que ya no aporta a nuestro crecimiento. Empezar a observar estos ciclos y conectar con ellos ha probado ser para mí una forma hermosa y útil de habitar la vida con más presencia y sentido. Cada Luna llena toma el tono del signo en el que ocurre, amplificando sus temas.
La Luna llena ocurre hoy, 11 de junio, y en Sagitario, servirá de luz expansiva, trayendo una oleada de fuego espiritual en medio de un cielo cambiante. Este plenilunio actúa como un faro que ilumina qué narrativas necesitamos soltar para seguir creciendo.
Sagitario es un signo de fuego mutable, vinculado al sentido de dirección, a la expansión de conciencia, a los viajes, tanto físicos, como simbólicos, mentales o espirituales, y a la búsqueda de verdad y de sentido.
Su regente, Júpiter, entró en Cáncer justo ayer, iniciando un tránsito de aproximadamente un año que nos invita a expandirnos a través del cuidado, la pertenencia y las raíces. Ya no se trata de acumular datos o puntos de vista como en Géminis, sino de nutrir la sabiduría emocional, conectar con la memoria afectiva y con lo que nos hace sentir segurxs y contenidxs en un mundo cada vez más cambiante. Esta Luna llena se da justo en el umbral entre la exploración y el arraigo, marcando el comienzo de una nueva etapa donde la expansión no será hacia afuera, sino hacia adentro y hacia lo íntimo.
Pero esta Luna no viene solo a inspirarnos hacia la búsqueda y la expresión externa. Viene también a confrontar las estructuras internas desde las que decidimos hacia dónde ir.
Esta Luna llena forma una cuadratura con Saturno y Neptuno en Aries, añadiendo una capa de complejidad a este momento. Una cuadratura es un ángulo de 90 grados entre planetas que genera fricción, una tensión que puede sentirse como obstáculo, pero que, si se atraviesa con conciencia, tiene un potencial profundamente constructivo y creativo.
Así que este aspecto nos pone en tensión, y esa tensión tiene que ver con que no todo lo que deseamos está alineado con lo que es posible ahora, y no todo lo que imaginamos tiene raíces sólidas en este momento. Saturno es un planeta que exige responsabilidad. Neptuno, en cambio, representa los sueños, la intuición y lo espiritual, pero también puede envolvernos en confusión, espejismos o deseos imposibles. Tiñe los ideales de niebla, haciendo difícil distinguir entre una meta inspirada y una fantasía evasiva. Y estos dos, juntos en este momento, haciendo cuadratura a esta Luna, nos traen preguntas como: ¿estamos dirigiéndonos hacia algo verdadero o hacia una ilusión? ¿Estamos sosteniendo un deseo propio, o uno heredado?
Esta Luna nos muestra que no se trata de creer con más fuerza, sino de revisar qué creencias ya no nos permiten crecer, y de reconocer qué saberes ya no sostienen nuestro camino. La verdad también se actualiza, y este es un momento que pide una limpieza mental. Podemos estar atravesando un despertar filosófico que se siente como urgencia o como liberación. Esta lunación pide integrar el fuego sagitariano con la sobriedad de Saturno, expandirnos, sí, pero con dirección. El foco está en resignificar las ideas desde las que hemos estado narrando nuestro futuro.
En un plano más simbólico, esta Luna llena se experimenta como una llamada del alma a volver a creer, no desde la ingenuidad, sino desde la conexión con algo más grande. En un mundo saturado de información y profundamente herido por las desigualdades, recuperar la fe –en la vida, en el sentido, en lo colectivo– es una urgencia. Creer, para Sagitario, es un acto radical de presencia y de posibilidad.
Esta Luna dice “tu verdad necesita espacio”. Pero también pregunta ¿desde dónde estás hablando?
En este clima astral, el impulso sagitariano de ir más allá de lo cómodo y de lo que ya conocemos puede chocar con las realidades prácticas o con el miedo que tenemos a ser juzgadxs. No es casual que Mercurio, planeta de la comunicación, esté cerca de retrogradar en Leo, el signo del corazón abierto, pero también del ego. En este momento, hablar desde la certeza requiere primero habitar el silencio. Escuchar antes de dar nuestra perspectiva. Nombrar sin imponer.
Esta Luna llena en Sagitario marca un pico emocional que nos empuja a revisar nuestras creencias y abrirnos a nuevas posibilidades de sentido. Es una lunación para preguntar:
– ¿Qué narrativas me han traído hasta aquí, pero ya no me representan?
– ¿Qué nuevas verdades necesito integrar para crecer?
– ¿Cómo puede mi expansión beneficiar también a otrxs?
Dos semanas después, la Luna nueva en Cáncer, el 25 de junio, nos va a permitir volver al cuerpo y al hogar emocional, sembrando semillas más íntimas y sostenibles luego de este gran fogonazo de conciencia. Es un ciclo que pide equilibrar la visión con el cuidado, y el impulso con la pertenencia.
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