En el 2007, al iniciar gestiones en las comunidades de Ángel Félix y Sabana Real para establecer un frente de Reforestación en dicha zona, pronto nos encontramos con una paradoja que contribuyó a redefinir nuestra perspectiva sobre la reforestación: la necesidad de plantar el árbol en la conciencia de la gente antes que en la tierra. Es el inicio para la creación de una subcultura forestal.

Esta entrega narra cómo, incluso desde el lado haitiano, plantar árboles se convirtió en un acto de apropiación y cómo la colaboración entre instituciones formales e informales se volvió fundamental para cimentar la base social de un esfuerzo que no podía esperar. Nos concentraremos en un caso particular: la reforestación en la frontera, específicamente en el lado haitiano, reflejando una impresión visual y testimonial que podría servir para una gran hipótesis a trabajarse a futuro como noción científica.

Nuestro trabajo en la zona inició cuando realizábamos las primeras gestiones para la reforestación en las cuencas endorreicas de los lagos Enriquillo (Dominicana) y Asuey o Asuéi (Haití), en el año antes citado, como parte del equipo técnico de la Secretaria de Estado Medio Ambiente y Recursos Naturales.

En esos primeros contactos y reuniones, Nelson Montero, dirigente comunitario, nos comentó: “Los haitianos se llevan las plantas que se siembran aquí, las que traía Fundasur años atrás para reforestar en el río, las sacan para sembrarlas de aquel lado”. Esta expresión nos paralizó. Antes que pensar en un simple "robo", nos llevó a considerar que esto era un indicador de que el árbol comenzaba a "echar raíces" en la conciencia de la gente.

Esto es un elemento básico para crear una actitud positiva hacia el árbol, aunque fuera del otro lado, porque la restauración de la cobertura arbórea no puede tener frontera política, más aún en este medio hostil y en proceso de desertificación, donde los cabezales de piedra emergen por doquier y, como dicen los técnicos: se ve aparecer la roca madre.

Para mucha gente, esto resulta inverosímil.

Los cabezales de piedras de la roca madre se muestra en la superficie de los terrenos en la comunidad de Sabambobé, al otro lado de la frontera, en 2007. Foto del autor.

Los Pinos y Ángel Félix, nombre este último, que honra a un general restaurador de la República), son de las secciones pertenecientes al Municipio de La Descubierta, de las más recónditas del país; con una población de 2,690 habitantes las dos, según Morillo (2010:72), en el estudio de la pobreza en República Dominicana. En ambas comunidades funcionan sendos puestos militares y suponemos que siempre han operado allí, dada su ubicación estratégica para la defensa fronteriza.

Los Pinos del Edén -nombre hermoso- es uno de los parajes de la sección Los Pinos, muchos de estos transfronterizos. Para el 2010 tenía, como paraje, unos 344 habitantes; Ángel Félix, paraje de la sección del mismo nombre, tenía 838 y Sabana Real unos 685 habitantes, viviendo en extrema pobreza. (Ibidem)

En Sabana Real existe un micro mercado transfronterizo (uno de los 17 que tenía la frontera en aquella época), donde se reúnen hombres y mujeres que comercializan sus pequeñas producciones agrícolas de guandules, guineos, repoyo, habichuela, auyama, tayota y aguacate entre otras, así como productos nacionales de manufactura industrial. Además, la artesanía de los macutos, sombreros, bandejas de “ventear” habichuelas y las canastas para vender pan artesanal, muy común en dichas comunidades.

El mercado informal de de Sabana Real, o Cacique Enriquillo. septiembre 2025. Foto del autor.

Para el año 2017 el pequeño mercado, conocido en las estadísticas de exportación como Cacique Enriquillo, exportó desde Dominicana 1,974,528 dólares, siendo los productos agrícolas café, maíz, guineos verdes, entre otros, los principales, seguido por el pecuario, representado principalmente por el ganado vacuno. (Anexo Estudio Económico Mercado Fronterizo, pág. A-78)

Mientras para ese mismo año dominicana compró 184,200.3 dólares por conceptos de vacas vivas y otras especies de animales y el sector agrícola unos 144,351.9 dólares principalmente de aguacate procedente de Haití. (Ibidem. Pág. A-141. Cuadro 5.3.2)

La historia de estas comunidades, pertenecientes al municipio de La Descubierta, una zona con presencia humana desde los tiempos antes de llegar los europeos a esta tierra en 1492, evidenciada, dicha presencia, por el arte rupestre de la zona, además de registros históricos diversos a partir de la segunda mitad del siglo XVII.

Esta común comienza a consolidarse en las primeras décadas del siglo pasado, particularmente en la división territorial de la República Dominicana, según la Constitución Política del 14 de junio del 1907 que establece Provincias y Comunes, eliminando los Distritos y los Puestos Cantonales, donde Los Pinos ya era sección de la común. Entrada la década de 1930, La Descubierta tenía una población superior a los seis mil habitantes, con 3,289 mujeres y 3,408 hombres (Castillo, L. 2019: 81,19 y 90).

También fue entrada y salida hacia la parte occidental de la isla, sobre todo de tropas en combates y refugio de fugitivos durante siglos. A poca distancia de Sabaneta (Haití) y Hondo Valle (Dominicana), de donde salió y por donde entró el patricio Francisco del Rosario Sánchez junto a un grupo de patriotas a defender a la República Dominicana, el 1 de julio de 1861, cuando meses antes la República fue anexada a España.

En 1943, estas demarcaciones transfronterizas existían en condición de aldeas, pertenecientes a la sección los Pinos, común La Descubierta, de la recién creada provincia Bahoruco.

Estas comunidades fronterizas y transfronterizas, invisibles para muchos, han sido escenario de resistencia, cooperación y esperanza. Su historia y su gente merecen ser reconocidas no solo por su pobreza, sino por su capacidad de organización y su compromiso con la tierra. Este testimonio es apenas una puerta de entrada a su riqueza humana y ecológica que esperamos compartir con nuestros distinguidos lectores en esta y otras entregas.

La reforestación en la zona fronteriza dominico-haitiana es un imperativo ecológico que desafía las divisiones geopolíticas, por las implicaciones socioeconómicas y antropológicas.

La Ley General de Migración 285-04, reconoce al habitante fronterizo como extranjero residente en zonas limítrofes con Haití, específicamente en las cinco provincias de la República Dominicana que limitan con Haití. (OBMICA, 2022).

La legislación dominicana da cabida al concepto del habitante transfronterizo, cuando establecen que “… operacionalizar la figura de habitante fronterizo para facilitar su libre movimiento, ordenar los flujos migratorios circulares en la frontera…”, Wooding, B. y Riveros, N. (2017:11) Negritas PT.

Cuando llegamos a la zona, nos recibió una organización de base llamada “La Bella Sabana Real”. Luego, la organización no gubernamental Floresta Inc., quienes iniciaron trabajos en diferentes órdenes relacionados con el medio ambiente, como la conservación de suelos, desarrollo económico, entre otras actividades en aquella época.

Cabe reconocer la presencia en estos momentos de Caritas Barahona que se mantiene asistiendo a las comunidades en cuestiones de desarrollo y medio ambiente, igual que la Promoción Claretiana para el Desarrollo (PROCLADE), ambas relacionadas con la Iglesia Católica, las cuales trabajan con un sentido ecuménico en medio de ideas y creencias distintas. A la primera el Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Dirección de Reforestación y Fomento Forestal, le suministra plantas forestales cada año.

En ese proceso de dar apertura a un frente de reforestación hace 18 años, surgieron las relaciones con Floresta en esta zona, aclarando que ya habíamos trabajado juntos, como parte de la Dirección de Reforestación y Manejo Forestal, de la Subsecretaría de Recursos Forestales con relativo éxito en el distrito municipal de Juan Adrián, del municipio de Piedra Blanca, provincia Monseñor Nouel.

Floresta Inc., como organización de la sociedad civil, era más horizontal en su trabajo con la gente, que la entonces Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la cual, como entidad del Estado, tuvo una herencia vertical con profundas huellas militaristas en el campo forestal, heredadas de la Dirección General Forestal (DGF), más conocida como “La Foresta”.

Entre "Floresta" y "La Foresta", aunque conceptualmente no existe mucha diferencia, la primera tiene una connotación emotiva, además de una semántica que implica a la segunda. Ambas expresan diferencias como instituciones en el marco metodológico social, cuya visión y misión, de suma importancia también, son diferentes, y de esto hablaremos en otras entregas.

La presencia de Floresta Inc. fue una oportunidad para establecer un frente de reforestación muy consolidado en esa zona de nuestro país que ha impactado a ambos lados de la frontera.

Fuentes

Banco Central de la República Dominicana (2021). Estudio económico mercado fronterizo dominico-haitiano 2014-2018. 1a. ed. Santo Domingo. ISBN 978-9945-629-03-3 1.  Publicaciones del Banco Central de la República Dominicana. Ver anexo estadístico en (https://bancentral.gov.do/a/d/5064-mercado-fronterizo-dominicohaitiano)

Bridget, W. y Riveros, N. (2017), Migración Laboral Haitiana hacia República Dominicana, Realidad, Retos y Propuestas hacia una Gobernanza más Efectiva.( https://obmica.org/images/Publicaciones/MigrationPolicyBrief/PerspOBMICAMigracionLaboralHaitianaRD.pdf)

Castillo, L. (2019) Historia de la División Territorial Dominicana Complementaria (1944-2018) y otros Temas Complementarios (1492-2018). Primera edición casera. Santo Domingo. República Dominicana.

Civolani, K., Martínez, I. y Wooding, B. (2022) Estudio sobre la situación fronteriza y la resolución de conflictos. Centro para la Observación Migratoria y el Desarrollo Social en el Caribe (OBMICA).  (https://obmica.org/index.php/publicaciones/libros/422-estudio-sobre-la-situacion-fronteriza-y-la-resolucion-de-conflictos)

Morillo, A. (2014), Mapa de la Pobreza 2010 en la República Dominicana: Apéndice Estadístico. Esta publicación se realizó bajo el cuidado de la Unidad Asesora de Análisis Económico y Social (UAAES) del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo. Santo Domingo, República Dominicana.(https://mepyd.gob.do/wp-content/uploads/drive/UAAES/Atlas-Pobreza-2010/Apendice%20Estadistico%20Mapa%20Pobreza%202014.pdf)

Pedro José Taveras Alonzo

Antropólogo social

Quien suscribe cuenta con 23 años de experiencia como técnico en el Programa Nacional de Reforestación que se ejecuta desde el 1997 en República Dominicana.

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