Teóricamente, se adoptaron medidas para la reapertura de las clases en todo el territorio. Por el país donde todos los parámetros están magistralmente falsificados, se puede admitir que algunas escuelas ubicadas lejos de los tiroteos funcionan. Sin embargo… Escribí este artículo antes del paso del huracán Melissa.
Desde hace años, nuestro calendario escolar conoce largas pausas forzadas. Cuando estas situaciones se presentan, las famosas sesiones pedagógicas online, vía internet, sustituyen al aula. Sin embargo…
Nadie se atreve a admitir que estas pausas forzadas, que duran semanas interminables, constituyen un programa político cuidadosamente planificado. Durante la penúltima década del siglo pasado, el concepto "escuela lotería" ha conocido una verdadera edad de oro. En dicha "escuela" el nivel era criticable. Se conocían las irregularidades y desniveles del sistema. Por el país actualmente en guerra, la "escuela lotería" hace soñar. Las balas perdidas no llegaban a las aulas…
El deterioro del sistema educativo ocurre bajo la mirada cómplice de quienes fingen no ver que se está formando una juventud sin futuro
Terminé mis estudios secundarios bajo el régimen de los Duvalier a principios de los años 80. Trabajamos dos veces al día, de lunes a viernes. En el último año, a veces los sábados por la mañana. En aquella época, la radio transmitía por orden alfabético los nombres y apellidos de los alumnos que fueron aprobados en los exámenes de Estado. Emoción extraordinaria. En algunos barrios, relativamente tranquilos, se añadió el domingo como día de clase, hace poco. Esto es nuevo, considerando las realidades de la guerra que todo el mundo elige no llamar por su nombre.
En aquel entonces, el internet no era aún parte de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, los alumnos que se sometieron a los exámenes en las ciudades de provincia no sintieron el peso de la centralización administrativa. La dictadura vigilaba… Los liceos estatales (escuelas públicas) tenían profesores tan bien formados como los de las escuelas privadas (colegios).
Actualmente, entre la democracia declarada y el deterioro institucional, las más altas instancias admiten en voz alta "la quiebra del sistema escolar". Algunas escuelas trabajan dos o tres veces por semana, ya que comparten el mismo espacio de trabajo. Lo más sorprendente de nuestra situación es que ninguna entidad se preocupa por la salud psicológica de esta generación de niños traumatizados. El factor "económico" es el único que parece llamar la atención. Como antiguo profesor, me pregunto a menudo cómo un sistema puede degradarse bajo la mirada cómplice de una raza de responsables (entre comillas) que fingen no comprender que Haití está fabricando, en cantidad impresionante, nuevas generaciones de bandidos… Insisto en decirle que escribí este texto antes del paso del huracán Melissa. En Haití, nunca dispondremos de una constatación justa de los daños humanos y materiales…
Evidentemente, muy pocas cosas logran sobrevivir frente a la potencia de los cañones que acorralan el país.
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