No pude estar presente en la marcha-protesta que organizó la Antigua Orden Dominicana (AOD) bajo la dirección de Ángelo Vásquez, en el sector de Friusa, zona turística de Bávaro, Punta Cana, el pasado 30 de Marzo.
Aunque puse todo mi esfuerzo y empeño, no pude lograrlo. Razones personales me lo impidieron días antes del viaje aéreo que había programado desde la ciudad de Nueva York, aunque llegué dos días después de los acontecimientos ocurridos.
Dos motivos me impulsaban a estar presente: primero, como propietario de un apartamento enclavado en una zona turística protegida cercana al área desde donde partirían los protestantes, y segundo porque, en mi condición de periodista, quería ser testigo ocular de los hechos que allí se iban a producir.
La marcha protesta contra la masiva presencia de haitianos indocumentados en esta parte este de la provincia La Romana, presagiaba un desenlace sangriento de grandes consecuencias.
Por suerte “la sangre no llegó al rio” como hubiesen querido algunos de los participantes infiltrados, previamente contratados por promotores del caos y expertos financistas del desorden que ocultamente trabajan para organizaciones e instituciones que gustan “pescar en rio revuelto” y sacar provecho a sus oscuros intereses.
¿Qué la marcha patriótica y nacionalista en sí se nutrió del apoyo de destacados “influencers” de la radio, la televisión y las redes sociales?, Sí, era de esperarse.
Luis Abinader sabe que para llegar a ganar la Presidencia en 2020 necesitó la ayuda de esos líderes de las redes sociales para que promocionaran su candidatura y su buena imagen a través del internet.
Son esos mismos “influencers”, o una buena parte de ellos, quienes hoy en día están en la acera del frente rechazando las ejecuciones económicas, políticas y sociales del mandatario dominicano, las cuales consideran desacertadas para la población y para colmo, en materia migratoria, son consideradas anti patrióticas.
Es entendible que algunos de esos influyentes de las redes sociales quieran gozar de las mieles del poder que brota en el Palacio de Gobierno.
No son miembros de los partidos políticos tradicionales, son “popis” y “wawawa” ignorados luego de hacer un buen trabajo publicitario en 2020 y 2024 a favor del inquilino que hoy manda en el Palacio Presidencial dominicano.
Es por ello que algunos ya se preparan para participar con todos sus derechos en las elecciones de 2028 como candidatos independientes.
Las mayorías de los líderes de los tradicionales partidos de oposición, especialmente PLD y Fuerza del Pueblo, por razones de miedo a perder su hegemonía, se oponen a esta nueva corriente política independiente que al parecer dominan los “influencers” de las redes sociales junto a la organización patriótica ultranacionalista liderado por el joven Ángelo Vásquez, de 27 años de edad.
Los viejos líderes de la oposición, conociendo la influencia de estos jóvenes, están tratando de cerrar el paso a cualquier candidato extrapartido independiente que puedan afectar los intereses de sus organizaciones.
Es por ello que su primer pleito lo lleven al Congreso para, a través de una ley, regular esas nuevas aspiraciones políticas de forma tal que les imposibilite a los independientes lograr ser figuras presidenciales en perjuicio de los candidatos tradicionales.
Luis Abinader ha sido muy cambiante en muchas de sus ordenanzas que atañen a la población dominicana, pero muy invariable en cuanto a las decisiones que defienden los intereses del sector empresarial y las sugerencias u ordenanzas provenientes de organismos internacionales en materia política, económica y migratoria.
El presidente Abinader no está en su mejor momento como político y jefe de Estado frente a la opinión pública en cuanto a simpatía se refiere, por diversas causas.
Las opiniones que se escuchan entre dominicanos residentes en el Alto Manhattan de Nueva York es mayoritariamente negativa. Pero lo más preocupante es que esa consideración se escuche también en una buena parte de los militantes que pertenecen a la seccional de su Partido Revolucionario Moderno (PRM) en la ciudad de los rascacielos.
Al parecer, esa opinión negativa contra el mandatario dominicano es generalizada, ya que de seis de cada diez personas con las que me ha tocado conversar en esta nueva estadía en Santo Domingo, y en varios pueblos del interior, no están conforme con las ejecutorias del gobierno.
El alto costo de la canasta familiar, el alza de la prima del dólar, los apagones, el caos del transporte vehicular y la presencia masiva de haitianos indocumentados en todo el país son los temas que trascienden en el diario vivir entre los dominicanos.
La más peligrosa de la campaña negativa que se cierne contra Luis Abinader es la que se está gestando para pedir públicamente su renuncia como primer mandatario de la nación por alegada traición a la patria, entre otras reivindicaciones sociales.
Dicha campaña ya se está promoviendo a través de las redes sociales aunque sin identificar organización alguna como líder del movimiento de protesta.
Lo extraño es que los dirigentes y militantes de su partido PRM no han salido en defensa de su líder ni de sus ejecutorias, demostrando con ello que están indirectamente de acuerdo con todo lo que están planteando las nuevas corrientes políticas independientes que nacen en el país y que buscan llevar al abismo a las fuerzas políticas opositoras tradicionales.
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