Buildings as Material Banks (BAMB) es un enfoque de diseño y construcción en el que los edificios se consideran bancos de materiales, asegurando su reutilización y reciclaje para minimizar residuos y optimizar recursos en la economía circular.

El concepto  se crea en Europa, como parte de un proyecto financiado por fondos de la propia Unión Europea, entre los años 2015-2020.

Su objetivo principal es tratar a los edificios como depósitos de materiales valiosos que pueden recuperarse y volver a utilizarse; contrario al concepto de la economía lineal de usar y desechar.

Se piensa en el edificio como un "almacén de materiales" que al final de su vida útil no se derriba sin más, sino que se desmonta estratégicamente y sus elementos (estructura, cerramientos, instalaciones, acabados, etc.) vuelven al ciclo de vida en otros potenciales proyectos.

Se parte de un concepto integrador de diseño, conocido como  DfD – Design for Disassembly o lo que sería en español “Diseño para el desmontaje”.

El edificio debe pensarse para que pueda desmontarse fácilmente; por ejemplo: uniones atornilladas, sistemas modulares, materiales sin adhesivos permanentes.

Si realizáramos, con el enfoque de diseño y construcción BAMB, una aplicación para un Proyecto Residencial en Madrid (un conjunto de 20 viviendas pareadas), necesariamente se integrarían,  desde la fase de diseño, los siguientes puntos:

-Diseño modular: utilización de sistemas constructivos prefabricados que permitan la reconfiguración de los espacios sin generar residuos. Se priorizarían sistemas de ensamblaje mecánico sin adhesivos.

-Elementos estructurales reutilizables: uso de vigas y columnas desmontables de acero reciclado con uniones atornilladas, permitiendo su recuperación y reutilización.

-Fachadas adaptables: implementación de sistemas de fachada ventilada desmontable con paneles intercambiables para optimizar la eficiencia energética y facilitar la actualización de materiales sin desperdicio.

-Flexibilidad en los espacios interiores: uso de tabiques móviles y suelos técnicos,  que permitan la reconfiguración de los espacios con mínimo impacto en la estructura y materiales.

-Optimización de la eficiencia energética: incorporación de estrategias pasivas como ventilación cruzada y orientación optimizada para reducir el consumo energético.

-Selección de materiales con baja huella de carbono: incorporación de bioplásticos, madera certificada, hormigón de bajo carbono y aislamientos reciclados.

También seguiremos con el tema…Hasta la próxima.

Juan C. Sánchez González

Arquitecto

Doctor Arquitecto. Especialista en Arquitectura Bioclimática y Eficiencia Energética en la Edificación.

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