Una herencia de la época colonial, nuestra esclavitud inclusiva, en la parte este de la isla Kiskeya, se hace presente en la actitud pasiva y condescendiente que los dominicanos tenemos respecto a la corrupción administrativa de la oficialidad en los gobiernos dominicanos.
No bastan 3 días con la bandera a media asta para expresar el dolor a los familiares de los fallecidos en Jet Set. Se van acumulando descuidos irresponsables en fábricas de empresarios irresponsables que actúan en connivencia con autoridades… El desastre no se ve de tan lejos que lo imaginamos y hoy lo estamos padeciendo… La irresponsabilidad se ve cuando se padece.
Fijémonos bien, los políticos que han ido a la prisión, más que por corrupción ha sido por razón política. Por ejemplo, el expresidente Dr. Jorge Blanco. Otros políticos corruptos, lo más que han llegado es a prisión domiciliaria y a entregar unos chelitos de los millones robados.
Esa actitud comprensiva del Pueblo Dominicano con los políticos corruptos ha ido oficializando la corrupción y la impunidad, el Pueblo simplemente apoya, legitima callando: “el Jefe puede hacer lo que quiera y está bien hecho. “El Patrón puede…” …Si hablo, no consigo el día que necesite.
La raíz del árbol de la corrupción la vemos muy lejos, 200 años de esclavitud y 181 años de crecimiento político como país; pero está tan cerca que nos cubre con su sombra.
La solución la vemos más lejos, aún. ¿Cómo puedo combatir a esos “Cumajanes“ “Pejes Grandes”?, ¿con qué fuerza se casa un guardia?.
Lo que pasa es que estamos olvidando, que a nivel local, cerquitica de nosotros, tenemos el “Poder Local”, el Municipio, o el Distrito Municipal y podemos formalizar el Comité de Veedores Municipal o Distrital, que está avalado por la Constitución Dominicana de 2010, Art.22. Nº.5, donde se establece el derecho de los ciudadanos a denunciar las faltas de los funcionarios públicos.
Además, La Ley 176 -07, que rige el Ayuntamiento de cada Municipio, garantiza el derecho a todos los ciudadanos a participar con propuestas y supervisar los trabajos que hacen los Ayuntamientos.
… Y nosotros preferimos callar, por si algún día nos toca pedir algo a los políticos… Los políticos no son elegidos para dar, ni para hacer favores, ni para robar, sino para administrar con transparencia y responsabilidad los bienes y recursos de La Comunidad y los que llegan del Gobierno Central, ofrecer los servicios que sean necesarios a la Comunidad: en seguridad social, en salud, vivienda, arreglo de calles, educación, mercadeo, comunicación, agua potable, electricidad, entre otros…, para eso se les paga o ellos mismos se ponen sus sueldazos. Y como si no le bastara el sueldazo, roban con impunidad, más pensiones inmerecidas y el Pueblo, La Comunidad callamos… Teniendo derecho a proponer, a reclamar y a exigir a las Autoridades una actuación correcta, responsable. Como debe ser.
La solución que propongo no es de un día para otro. Es cuestión cultural, que debiera aprenderse en la familia, en la escuela, en la Asociación y la Organización. Es cuestión de varias generaciones.
Fijémonos, que la legitimación de la corrupción viene desde la esclavitud colonial, 1425 a 1804 en la parte Oeste de Kiskeya; y hasta 1822 en la parte Este de la isla. Los haitianos nos han aportado a nuestro acervo cultural la abolición de la esclavitud y el inicio del campesinado dominicano entregando las tierras a los esclavos libertos.
Hoy, los períodos inter-generacional se han acortado mucho con el avance tecnológico, desde un burro aparejao podemos dar seguimiento a lo decidido en el Consejo de Seguridad en la ONU, gracias a la internet y las Redes Sociales.
Hace unos años no existían periódicos digitales, tantas escuelas y universidades… ahora, eso sí, tenemos que ponernos las pilas y hacer lo que esté a nuestro alcance: estudiar y saber usar la tecnología. No dejarnos llevar de la vida fácil, que se le ofrece a la juventud para que se esclavice por sí misma…
Hemos dicho, que lo que no se aprende en la familia, en la escuela o en la Iglesia, se aprende en la Asociación Comunitaria y en la lectura personal, autodidacta… La vida es Madre y es Maestra y nos enseña la participación en la Asociación Comunitaria, que es vital, es decisivo porque podemos lograr el control de la sangría más fuerte que empobrece la salud de la población local y nacional: la corrupción e impunidad irreponsable.
Participar en el Comité de Veedores de mi Distrito Municipal o del Municipio está al alcance de la ciudadanía. A cada ciudadano-a, le corresponde defender, cuidar la vida, los bienes y recursos de la comunidad y es algo que está a nuestro alcance.
Preferimos lamentarnos, poner 3 días de duelo nacional, llorar, acusar chismeando y permanecer aislado sin hacer lo que está a mi alcance: integrarme en el Comité de Veedores Municipal o Distrital para exigir cuentas a las Autoridades Municipales en qué y cómo usan los recursos de la Comunidad. A nivel nacional también podemos. ¿Dónde está el Defensor del Pueblo? ¿Por qué calla? ¿Cuál es su Misión?
Nosotros, la ciudadanía, somos cómplices y fomentadores de la corrupción e impunidad de los políticos al no exigirles cuentas de lo que hacen con nuestros bienes y recursos comunitarios.
Tanto el Comité de Veedores (C.V.) y el Comité de Desarrollo Provincial (C.D.P.), como el Defensor de Pueblo, (D.P)…, son los recursos de la sociedad civil para participar democráticamente en la Administración Pública porque son instancias solidarias, excepto D.P; los servicios que se ofrecen a la población no son remunerados; pero ofrecen la mejor paga, una formación en ciudadanía que no se aprende en ninguna escuela o universidad. Y ofrecen una capacidad de desempeño político excelente porque capacitan en la vida para defender los bienes de la Comunidad y ser un político auténtico.
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