El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró este 7 de marzo que envió una carta al máximo líder de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, planteando una negociación sobre su programa nuclear. Según el republicano, su propuesta busca reemplazar el pacto del que retiró a Washington en su pasada Administración. Teherán respondió que aún no ha recibido la misiva.
Donald Trump da un nuevo paso en sus acelerados intentos por sacudir la política exterior estadounidense.
Durante una entrevista con ‘Fox News’, transmitida este 7 de marzo, el líder de la Casa Blanca afirmó que escribió y envió una carta al líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, en busca de un nuevo acuerdo con para restringir el programa nuclear de Teherán.
“Espero que Irán, le escribí una carta diciendo que espero que negocien porque si tenemos que ir por la vía militar va a ser algo terrible para ellos (…) Tenemos que hacer algo porque no podemos permitirles tener un arma nuclear”, afirmó el mandatario estadounidense, quien agregó que había enviado la misiva un día antes.
Sin embargo, cuestionada al respecto, la misión iraní ante la Organización de Naciones Unidas señaló que su país no ha recibido todavía la misiva.
Aún es incierto cómo reaccionaría el líder supremo de 85 años, dado que el expresidente Barack Obama había mantenido en secreto sus cartas a Jamenei antes del inicio de las negociaciones para el acuerdo de 2015 de Teherán con las potencias mundiales.
Según el dirigente republicano, su propuesta apunta a reemplazar el denominado Plan de Acción Integral Conjunto, firmado en 2015 bajo el entonces gobierno de Barack Obama, entre Teherán, Washington y otras cinco potencias: Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania. Fue el mayor compromiso alcanzado hasta entonces para restringir el programa nuclear de la República Islámica.
Sin embargo, tiempo después el plan fue incumplido por las dos partes. Y precisamente, el principal punto de quiebre se dio con el retiro unilateral de EE. UU. del convenio en 2018, acción impulsada por Donald Trump durante su pasado gobierno. Entonces, el magnate convertido en presidente alegó violaciones de la Administración iraní a lo convenido.
Se trató de un importante punto de inflexión, ya que desde entonces la República Islámica ha continuado avanzando en su programa nuclear.
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¿Qué fue acordado en el pacto nuclear y cuál ha sido la postura de Irán?
Los puntos clave de ese pacto se centraron en que Irán no produciría uranio altamente enriquecido durante los 15 años siguientes a la firma del acuerdo, prescindiría del 98% del material nuclear en sus manos y eliminaría dos tercios de las centrifugadoras instaladas en sus plantas atómicas.
A cambio, la Organización de Naciones Unidas se comprometió a levantar todas las sanciones impuestas contra Teherán, pero con algunas salvedades. Las sanciones sobre armas se mantendrían por un periodo de cinco años y, en el caso de los misiles balísticos, por ocho años. Para su retiro, Irán debía cumplir con los "pasos básicos" del acuerdo.
Pero tras la retirada de Washington, lo que a su vez llevó a la imposición de sanciones, Teherán respondió con un aumento del refinamiento de uranio. Inicialmente, al 4,5% y en enero de 2021 lo incrementó al 20%, según un reporte del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Se trata de niveles muy por encima de lo acordado: 3,67%, aunque todavía lejos del 90% que se necesita para producir un arma atómica.
Además, la OIEA aseguró que la República Islámica disponía en ese momento de 2.967,8 kilos de uranio enriquecido, diez veces más de lo que inicialmente estaba permitido en el acuerdo internacional. Además, una pequeña parte –17,6 kilos– fue enriquecida hasta el 20% de pureza.
Los avances del programa nuclear continuaron, hasta que en septiembre de 2023, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) informó que Teherán había bajado la velocidad en la producción de uranio enriquecido hasta un 60%. Una aparente señal para intentar aliviar las tensiones después de años de disputas entre la República Islámica y Estados Unidos en torno a este asunto.
Pero durante los últimos años, el OIEA también ha señalado el bloqueo por parte de las autoridades iraníes a los expertos de la organización encargados de la supervisión en instalaciones nucleares del país, como fue pactado.
Según un informe técnico del Organismo Internacional de la Energía Atómica, emitido en febrero de 2024, desde el colapso gradual del acuerdo de 2015, el programa nuclear de Irán ha avanzado significativamente, para entonces ya mostraba una producción de uranio altamente enriquecido hasta el 60 %, pero aseveró que aún no disponía de armas nucleares.
Los avances nucleares de Irán no se detienen. Un informe del OIEA, publicado el pasado febrero, señaló que el país ha acelerado su producción de uranio a un grado cercano al armamentístico. El reporte estima que sus reservas ascienden a 8.294,4 kilogramos (18.286 libras) al tiempo que se enriquece hasta alcanzar una pureza del 60%.
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El pulso de Washington frente a Irán, un giro marcado por Israel y Rusia
La República Islámica insiste en que su desarrollo nuclear solo tiene fines “pacíficos”. Pero, en simultáneo, sus funcionarios amenazan cada vez más con desarrollar una bomba debido a las altas tensiones con Estados Unidos por sus sanciones, así como con Israel mientras se mantiene un inestable cese el fuego en su guerra contra Hamás en la Franja de Gaza y Hezbolá en Líbano, grupos respaldados por Teherán.
Israel e Irán también mantienen tensiones directas después de que en 2024 el Estado de mayoría judía perpetrara varios ataques contra Irán o sus aliados. Entre ellos, el asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, el pasado 31 de julio, mientras se encontraba de visita en Teherán para asistir a la ceremonia de posesión del nuevo presidente Masoud Pezeshkian, así como una embestida contra el consulado iraní en Siria, en el que murieron Mohammad Reza Zahedi, un alto comandante de la Guardia Revolucionaria, además de otros dos altos mandos iraníes.
Una espiral de enfrentamientos que llevó, incluso, al lanzamiento de más de 180 misiles por parte de Irán a Israel, aunque sin causar daños dada la interención de los aliados occidentales que destruyeron los aparatos en el aire.
Tras meses de alta tensión entre Irán e Israel, el mayor aliado de Estados Unidos en Medio Oriente, Trump impulsa un nuevo intento por detener los avances nucleares de la República Islámica, una repetida exigencia del Gobierno de Benjamin Netanyahu.
Pero el plan de Trump también llega ante la mediación de Rusia, aliado estratégico de Irán. Mientras EE. UU. se aísla de sus aliados europeos y avanza en su peculiar acercamiento con Moscú, el Kremlin presiona por concesiones más allá de la guerra en Ucrania. Recientemente, el Gobierno de Vladimir Putin propuso ser mediador entre Washington y Teherán para facilitar una solución pacífica a las tensiones por el programa nuclear.
Actualmente, la producción acelerada de uranio de grado cercano al armamentístico por parte de Irán imprime más presión sobre Donald Trump, quien afirma estar abierto a las negociaciones con Irán, pero no está claro su alcance, especialmente en momentos en que el mandatario estadounidense apunta cada vez más con sanciones a las ventas de petróleo iraní en medio de su renovada política de “máxima presión”.
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Con Reuters, AP y medios locales
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